Las papilas gustativas son las responsables de que podamos percibir los distintos sabores, pero cuando se inflaman pueden provocar dolor y molestias para comer o incluso alterar el gusto.  

Son diversas las causas que pueden estar detrás de la inflamación de las papilas gustativas, desde haber comido algo demasiado caliente, hasta un déficit de vitaminas o una alergia. Las repasamos todas.

¿Qué son las papilas gustativas y para qué sirven?

Las papilas gustativas son pequeños órganos sensoriales que se encuentran en la lengua que nos permiten percibir los diferentes sabores: dulce, salado, ácido, amargo y umami. Están dentro de unas pequeñas protuberancias con una especie de pelos microscópicos muy sensibles (denominados microvellosidades) que envían mensajes al cerebro sobre los diferentes sabores y, junto con los receptores olfativos de la nariz, conforman toda la sensación de sabor que percibimos de los alimentos y bebidas.

Los adultos tienen entre 2.000 y 10.000 papilas gustativas (los niños tienen más), que cubren gran parte de la superficie de la lengua, y se renuevan aproximadamente cada 10 días.

A partir de los 45 años, no obstante, esta renovación no es tan frecuente. De ahí que, con el paso del tiempo, precisemos encontrar sabores más intensos para alcanzar el mismo nivel de sensación.

¿Por qué pueden inflamarse las papilas gustativas?

La inflamación de las papilas, que se conoce como papilitis lingual, hace que estas se vean como granitos enrojecidos o blancos, sensibles e hinchados en la lengua y que causen molestias al comer o tragar.

Esta inflamación de las papilas gustativas puede deberse a causas muy distintas, como:

  • Comer o beber cosas demasiado calientes puede “quemar” las papilas gustativas y hacer que se inflamen.
  • Los alimentos picantes o ácidos pueden irritar la lengua.
  • Una lesión en la lengua, por ejemplo, por mordérsela.
  • Las infecciones víricas (como el herpes simple), fúngicas (como la candidiasis oral) o bacterianas. El resfriado común, la faringitis estreptocócica o la escarlatina, además de inflamar las papilas gustativas, pueden provocar dolor de garganta.
  • Tener la boca seca (ya sea por falta de hidratación, por el uso de determinados medicamentos o respirar por la boca) puede hacer que se irriten las papilas y provocar también dolor de garganta.
  • Un déficit de vitaminas o minerales, como las del grupo B o de zinc.
  • Fumar, pues las sustancias químicas de los cigarrillos pueden irritar las papilas gustativas.  
  • El reflujo ácido gastroesofágico (ERGE) puede hacer que el ácido del estómago suba a la garganta y la boca, lo que puede provocar irritación y dolor tanto en las papilas gustativas como en la garganta.
  • La lengua geográfica, una inflamación benigna de la lengua que se caracteriza por la aparición de parches irregulares en su superficie.
  • Una reacción alérgica a alimentos o a productos de higiene bucal.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que factores como una mala higiene bucal o el estrés pueden favorecer las infecciones en la boca y la inflamación de las papilas gustativas.

Aunque normalmente las papilas gustativas inflamadas no son motivo de preocupación, si la inflamación dura mucho o se repite a menudo, o si hay también sangrado u otros síntomas, conviene consultar al médico.

Papilas gustativas inflamadas en niños

La inflamación de las papilas gustativas es algo habitual en los niños. Las causas son parecidas a las de los adultos, pero al estar menos acostumbrados a los diferentes sabores es más frecuente en ellos que sabores ácidos o picantes irriten sus papilas gustativas.

El principal problema es que, si son muy pequeños, puede que no puedan expresar bien qué les pasa.

Si ves protuberancias rojas o blancas en su lengua o ves que le cuesta comer o tiene problemas para hacerlo, puedes sospechar que esto es lo que le está sucediendo. 

Remedios naturales para las papilas gustativas inflamadas

Para abordar el tratamiento de las papilas gustativas inflamadas es importante identificar y resolver cuál ha sido la causa, aunque, por lo general, se curarán por sí solas en unos días o semanas. Sin embargo, si quieres acelerar algo el proceso o aliviar las molestias, pueden serte útiles estos remedios naturales:

  • Hielo: mantener un cubito en la lengua por unos segundos o beber líquidos fríos puede reducir la inflamación.
  • Agua salada: hacer gárgaras con agua salada diversas veces al día puede ser un buen calmante.
  • Bicarbonato de sodio: tiene propiedades antisépticas y las gárgaras de agua con bicarbonato (media cucharadita disuelta en un vaso) pueden ayudar a neutralizar la acidez en la boca y calmar las papilas gustativas doloridas.
  • Manzanilla: tiene propiedades antiinflamatorias y tomar una infusión templada ayudará a bajar la hinchazón y el malestar.

Mientras dure la inflamación de las papilas gustativas, conviene comer alimentos blandos (pudines, batidos, yogur...) para evitar que las molestias vayan a más y favorecer la recuperación.

Recuerda que la mejor cura es la prevención y, en este sentido, mantener una buena higiene bucodental, evitar los alimentos o sustancias irritantes (como el tabaco) e hidratarte bien pueden ser de gran ayuda.