De color fucsia o rojo vivo, los granos de la granada resultan tan deliciosos como saludables. Se pueden comer tal cual, como fruta de mesa o entre horas, o añadir a las ensaladas. Les dan alegría y frescor y combinan muy bien con las hojasamargas, como la escarola o la endibia.

Sus antioxidantes –el ácido elágico, las antocianinas y los taninos– contribuyen a mantener las arterias sanas y a prevenir enfermedades degenerativas asociadas a la edad.

La granada también aporta buenas dosis de potasio y manganeso, así como abundantes vitaminas, especialmente C, B5, B6 y E.

En zumo o en grano la granada es poderosa

1. Desgranándola

Para obtener los granos fácilmente y aprovechar la granada al máximo: se corta la fruta por la mitad, se sujeta cada mitad boca abajo sobre un recipiente y se golpea suavemente con el mango de un mortero para que los granos se desprendan y vayan cayendo.

2. En zumo

Basta con cortar la fruta en dos y exprimirla como una naranja, en un exprimidor.

Otra buena opción es usar un pasapurés. Se desaconseja la licuadora, pues los pedacitos de piel amargan.