La susceptibilidad a las caries depende en parte de la predisposición genética y de la saliva de cada persona. Pero tener en cuenta algunos consejos sobre qué alimentos ingerir y en qué orden ayuda a prevenirlas.

Consejos útiles para prevenir las caries

  • Elegir bien cuándo tomar los hidratos de carbono

El pan, los cereales, etc., es mejor consumirlos durante las comidas que entre horas. Si se comen barritas de cereales, conviene cepillarse los dientes después, ya que son pegajosas y tardan en disolverse.

  • Reducir el picoteo

Cada vez que se consume un azúcar comienza a bajar el pH de la boca. Es mejor, pues, comer varias galletas de una vez, seguidas de un cepillado de los dientes o de un enjuague de la boca, que comer galletas varias veces a lo largo del día.

  • Evitar los refrescos

Conviene preferir el agua y evitar las bebidas carbonatadas y de cola, aunque no contengan azúcares, pues resultan ácidas. Los zumos naturales de fruta, especialmente de cítricos, es preferible tomarlos con cañita –elige una que no sea de plástico– para que sus ácidos no dañen el esmalte de los dientes.

  • No tomar alimentos ácidos antes de acostarse

Es mejor no tomar bebidas o alimentos ácidos antes de irse a dormir. Cuando se come entre horas o durante el sueño, se produce menos saliva.

  • Combinar proteína e hidratos

Es aconsejable combinar proteínas con hidratos de carbono en una misma comida (por ejemplo, manzanas y queso vegano), ya que las proteínas actúan como amortiguadoras y estimulan la secreción de saliva.

  • Cepillarse los dientes al menos dos veces al día

Hacerlo preferiblemente después de las comidas resulta básico. Cuando no sea posible, o después de comerse un tentempié, puede bastar con enjuagarse la boca.

  • El tratamiento preventivo

Pueden ser útiles las sales calcáreas de Schüssler y los remedios homeopáticos de terreno como Calcarea phosphorica 15 CH y Calcarea fluorica 15 CH.

Alimentos que conviene controlar

Todas las formas de azúcar, incluidas las melazas, el azúcar moreno y la miel, pueden favorecer las caries. La maltosa, presente en caramelos, bollería, patatas fritas de bolsa, galletas saladas y otros tentempiés, también es cariogénica.

Todas las frutas y zumos de fruta tienen potencial cariogénico. Ocurre lo mismo con las bebidas carbonatadas y las endulzadas, los postres, las galletas, los caramelos y la pastelería.

Consejos nutricionales para las encías inflamadas

El tipo de dieta que se sigue influye en los mecanismos de defensa del tejido gingival. Un tejido sano evita la penetración de bacterias bucales y previene, por lo tanto, la inflamación de las encías por infección.

Las deficiencias de vitamina C, ácido fólico y cinc aumentan la permeabilidad de la barrera en el llamado surco gingival, un espacio en forma de V plana que rodea al diente. Incrementan, pues, la susceptibilidad a la enfermedad periodontal.

También se ha observado una relación con el déficit de magnesio, ácidos grasos omega-3, calcio y potasio. Sin embargo, aunque las deficiencias nutritivas se relacionan con la incidencia y la gravedad de la enfermedad, los nutrientes por sí solos –en forma de suplementos– no la curan.

Contribuyen a ella también una mala higiene oral, la acumulación de una placa importante, la insuficiencia de saliva y otras enfermedades concomitantes.

Las comidas y tentempiés deben ir seguidos de un cepillado o un enjuage enérgico de la boca con agua. Hay que intentar evitar tomar bebidas con gas a sorbos durante un tiempo prolongado, los tentempiés frecuentes y mantener mucho tiempo caramelos en la boca.