Si no las espinacas, sí uno de los compuestos químicos que se encuetran en su composición natural, la ecdisterona, según investigadores de la Universidad Libre de Berlín.

Todos conocemos a Popeye el Marino, el dibujo animado nacido en 1929 que después de zamparse una lata de espinacas adquiría una fuerza descomunal debido a la cantidad de hierro que aportaban (aunque hoy sabemos que el estudio utilizado como referencia multiplicaba por diez el contenido real debido a un error en la colocación de la coma decimal).

La ecdisterona de la espinaca desarrolla la musculatura

Lo sorprendente es que el estudio publicado en la revista Archive für Toxikologie ha confirmado que la ecdisterona de las espinacas posee la propiedad de desarrollar la musculatura.

La ecdisterona es una hormona esteroidea que se conoce desde la década de 1980. Ya por entonces se comentó su efecto extraordinario y se le atribuyó la fortaleza, al menos en parte, de los deportistas soviéticos en los Juegos Olímpicos de Moscú. Se llegó a hablar del "secreto ruso”.

Actualmente se comercializa como suplemento especialmente indicado para incrementar el rendimiento deportivo.

Los efectos han sorprendido a los científicos

Los investigadores quisieron saber si la ecdisterona tenía propiedades significativas e, incluso, si podría llegar a considerarse una sustancia dopante.

Para ello administraron a 46 deportistas una dosis de ecdisterona o placebo durante 10 semanas. Tras la administración, los deportistas debían saltar, hacer sentadillas y pesas.

El resultado fue que los deportistas que habían ingerido ecdisterona obtuvieron mejores rendimientos y habían desarrollado su masa muscular.

Especialmente llamativos fueron los resultados con el levantamiento de pesas. Después de diez días de entrenamiento, los participantes que tomaron ecdisterona aumentaron dos veces más su fuerza muscular que los que tomaron placebo.

La investigadora Maria Kristina reconoció que “esperábamos ver un aumento del rendimiento, pero no imaginábamos que fuera tan grande”. Tan grande que el estudio recomienda a la agencia antidopaje mundial (WADA, por sus siglas en inglés) que se clasifique la ecdisterona entre las sustancias dopantes.

No obstante, con la dosis administrada, no se detectaron daños sobre el riñón o el hígado.

Más de seis kilos de espinacas al día

Sea cual sea la decisión que tome la WADA, es muy improbable que la espinaca llegue a prohibirse para los deportistas. Los expertos tendrán que dirimir a partir de qué dosis de ecdisterona se considera dopaje y si esa cantidad se puede obtener comiendo espinacas.

En el estudio se administraron 800 mg de ecdisterona. Para conseguir esta dosis de las espinacas habría que comer más de 6,5 kg.

Referencia:

  • Monica Mazzarino et al. Ecdysteroids as non-conventional anabolic agent: performance enhancement by ecdysterone supplementation in humans. Archive für Toxikologie.