La estevia (Stevia rebaudiana) es una planta originaria de la cordillera de Amambay, entre Paraguay y Brasil, donde crece de forma espontánea. Ha sido cultivada y utilizada como edulcorante y planta medicinal por el pueblo guaraní durante mil quinientos años y pertenece a la misma familia de plantas que el diente de león y el girasol.

Los guaraníes la llamaban kaa-hee, lo que podría traducirse literalmente como «hierba dulce». Los indígenas la usaban para endulzar bebidas como el mate y mascaban su hoja por su dulzor. De hecho, es el producto natural más dulce hallado hasta la fecha.

La estevia no contiene moléculas de glucosa, como es el caso del azúcar blanco. Las moléculas responsables de este dulzor son los llamados «glucósidos de esteviol»: esteviosidos y rebaudiósido A. Estos están presentes en la hoja, donde residen las propiedades terapéuticas de la planta.

Desde 2011, en la Unión Europea está aprobado el uso de la estevia o glucósidos de esteviol como endulzante (E-960), y desde 2017 se permite asimismo la venta de hoja seca.

Las claves para utilizar la estevia

La estevia puede consumirse de tres formas distintas:

  • Las hojas secas o frescas.
  • En polvo, que se obtiene de las hojas secas molidas y es de color verde.
  • Como edulcorante en forma de extracto (glucósidos de esteviol), obtenido a partir de la hoja seca de estevia.

El edulcorante de estevia puede comprarse en forma líquida, en polvo, granulado o en pastillas. Pero no todos son iguales.

Conviene leer bien las etiquetas para comprobar el porcentaje de extracto que contienen. Busca edulcorantes que tengan como mínimo un 95% de estevia o glucósidos de esteviol, y mejor con un alto porcentaje de rebaudiósido A.

De entre todas las opciones lo ideal es consumir las hojas, ya sea frescas o secas. La estevia es un pequeño arbusto de hoja perenne bastante resistente y se adapta al medio con facilidad. Esto le permite crecer en la península Ibérica a pesar de ser una planta originaria de climas subtropicales.

Cómo emplearla para endulzar

La estevia endulza 300 veces más que el azúcar común. En sus diferentes presentaciones puedes tener en cuenta estas equivalencias a la hora de endulzar tus bebidas o recetas:

Equivalen a una cucharada de azúcar:

  • De 6 a 9 gotas de extracto líquido
  • Una pizca de estevia en polvo
  • Media cucharadita de hojas molidas

Equivalen a una taza de azúcar (200 gramos):

  • Una cucharadita de extracto líquido
  • Una cucharadita de estevia en polvo
  • Dos cucharadas de hojas molidas

La estevia aguanta bien las altas temperaturas, por lo que puede usarse para hornear pan y elaborar repostería. Es ideal para endulzar bebidas o preparar infusiones.

Pero también puede tener muchos otros usos en la cocina. Podemos utilizarla en ensaladas, macedonias, salsas de tomate caseras o tipo kétchup, aliños y gelatinas.

Cómo emplearla con fines terapéuticos

La estevia aporta carbohidratos (62%), proteínas (11%), fibra (16%) y minerales como potasio, calcio, magnesio, zinc y hierro. Además, contiene fitoquímicos de propiedades terapéuticas como terpenos, flavonoides y taninos.

Nuestro organismo no metaboliza la estevia y, por tanto, carece de calorías; su carga glucémica es también cero.

Por eso, la científica nutricionista Laura Wyness, de la British Nutrition Foundation, afirma que la estevia ayuda a controlar el peso y a mantener a raya la diabetes y sus síntomas.

En general, la estevia ayuda a disminuir el azúcar en sangre al estimular la secreción de insulina por el páncreas. Estimula el sistema inmunitario y se considera antiinflamatoria y antioxidante. Es beneficiosa para tratar la obesidad y la hipertensión. Y estimula la apoptosis o suicidio de las células tumorales.

Además, varios estudios han demostrado el poder de la estevia para reducir la placa dental y prevenir las caries. La estevia no es cariogénica y por eso es una excelente alternativa al azúcar. De hecho, ya hay bebidas comerciales endulzadas con el extracto de esta planta.

Si buscas una acción terapéutica más allá de su poder endulzante, debes consumir la hoja fresca o seca.

Con las hojas podrás prepararte infusiones de uso terapéutico. Por ejemplo, puedes preparar una infusión ideal para diabéticos solamente con:

  • 3 hojas de estevia fresca o seca
  • 3 hojas de menta
  • 1 rama de canela
  • 1 rodaja de limón

Algunas precauciones

Para la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la estevia es un edulcorante seguro. Pero aconseja una dosis máxima diaria de 4 mg de extracto por kilo de peso corporal. Más no, por posible hipotensión e hipoglucemia, en especial en embarazadas y niños pequeños.

Los diabéticos tratados con antidiabéticos que consuman estevia con regularidad deben ajustar la dosis, por su efecto hipoglucemiante.

En personas hipertensas, el consumo de estevia puede aumentar el efecto del principio activo verapamilo (presente en diversos fármacos) y producir hipotensión.