Algunos genes influyen en nuestra respuesta a nutrientes concretos. Como consecuencia de ello seremos más o menos propensos a desarrollar determinadas enfermedades.
Es sabido que la dieta afecta a la salud. Pero no todo el mundo responde de la misma forma, cada persona tiene su propio material genético único. Por ejemplo, el sodio aumenta la tensión en algunas personas y en otras no.
Nutrigenética práctica en varios ejemplos
La nutrigenética es la ciencia que estudia las enfermedades asociadas a la dieta. Existen mutaciones genéticas, relativamente habituales, para las que esta ciencia ofrece soluciones para prevenir enfermedades.
Gen BCM01, betacaroteno y vitamina A
El gen BCM01 reduce la capacidad para transformar el betacaroteno de los alimentos vegetales en vitamina A (como los amarillos y anaranjados: zanahorias, calabazas o boniatos…). Las probabilidades de poseer este gen son del 50%.
Para los omnívoros no es un gran problema, porque pueden obtener la vitamina de los alimentos de origen animal. Los veganos pueden necesitar un suplemento.
Síntomas de deficiencia son una mala visión nocturna , ojos secos y facilidad para contraer infecciones urinarias y respiratorias.
Lecitina de soja para paliar los efectos de las mutaciones de los genes PEMT y BHMT
La alteración en la expresión del gen PEMT puede reducir la síntesis normal de fosfatedilcolina, uno de los componentes esenciales de las membranas celulares y un precursor del neurotransmisor acetilcolina.
Una persona con esta alteración genética puede beneficiarse de tomar alimentos como la lecitina de soja o las semillas de girasol. Podrán apreciar que su agudeza intelectual aumenta o que han adquirido más facilidad para perder peso.
Otra mutación, la del gen BHMT, todavía hace más necesario el consumo de lecitina porque las necesidades del organismo están aumentadas.
Microbiota y mutación del gen FUT2
Una mutación del gen FUT2 se relaciona con una composición de la microbiota con deficiencias en las poblaciones de bifidobacterias beneficiosas.
Para remediarlo se pueden aumentar las raciones de alimentos vegetales fermentados y ricos en fibra o tomar suplementos probióticos.
El gen CYP1A2 y la sensibilidad a la cafeína
El gen CYP1A2 codifica la síntesis de ciertas enzimas hepáticas desintoxicantes. Una de ellas participa, por ejemplo, en la metabolización de la cafeína.
Las personas con una mutación de este gen son, por tanto, especialmente sensibles a esta sustancia excitante. La diferencia en su expresión podría explicar por qué unos estudios asocian la cafeína con un riesgo mayor de sufrir algunas enfermedades y, en cambio, otras investigaciones le descubren ventajas.
Protege tus genes evitando las carencias de vitaminas y minerales
La deficiencia de vitaminas C (en hortalizas y frutas frescas, especialmente cítricos, kiwis y pimientos rojos) y vitamina E (en frutos secos y aceites vegetales virgen extra) produce daños sobre los genes similares a los causados por la radiación ionizante.
Puede favorecer la aparición de cáncer, trastornos cardiovasculares y neurológicos. El 10-15% de la población podría sufrir esta deficiencia.
Las carencias de vitaminas B3 y B6 (en cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos), ácido fólico (en verduras y legumbres) y B12 (en productos de origen animal o suplementos) provocan roturas en los cromosomas y otros daños genéticos que se asocian a cáncer de colon, enfermedad cardiaca y disfunciones neurológicas. Las deficiencias pueden afectar en torno al 10% de la población.
Una ingesta insuficiente de hierro o un déficit de zinc (ambos se hallan, además de en la carne o el marisco, en cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos) se asocia con roturas de los cromosomas y daños similares a los causados por las radiaciones que pueden traducirse en cáncer y trastornos inmunitarios y neurológicos. Las deficiencias de estos minerales afectan al 4-20% de las personas.