El ayuno, practicado de forma periódica, ayuda a aumentar la energía y la claridad mental y favorece el equilibrio hormonal.
Existen muchas formas de realizar un ayuno. Algunas de las más comunes son:
- Ayuno breve de 24-48 horas. Es el que se realiza en centros de salud o de retiro y consiste en tomar durante estas horas infusiones y agua. En algunos centros ofrecen caldos y zumos vegetales. Requiere supervisión de profesionales de la salud.
- Ayuno intermitente 16/8. Consiste en no comer durante 16 horas (incluyendo las de dormir) y realizar las ingestas en una ventana de 8 horas (entre las 11 y las 20 h, por ejemplo). Es una manera fácil de provocar la mayoría de beneficios del ayuno y reduce también la ingesta de calorías. El ayuno intermitente es una estrategia más llevadera y accesible que los ayunos prolongados.
Los beneficios del ayuno para la salud
Entre los beneficios del ayuno se ha comprobado que puede:
- Reducir la inflamación de bajo grado.
- Reducir el estrés oxidativo.
- Mejorar la sensibilidad a la insulina y ayuda a controlar el azúcar.
- Disminuir otros marcadores del síndrome metabólico.
- Proteger contra enfermedades neurodegenerativas.
- Contribuir a gozar de un metabolismo fuerte y saludable.
Cómo te ayuda el ayuno
Se conocen cuatro mecanismos principales que explican por qué es beneficioso el ayuno:
- Reduce el estrés oxidativo al disminuir la acumulación de radicales libres en la célula.
- Aumenta la sensibilidad a la insulina y mejora la eficiencia mitocondrial (la central energética de la célula), lo que retrasa el envejecimiento y la enfermedad.
- Incrementa la capacidad de resistencia al estrés. Las células se benefician especialmente de la disminución de la glucosa en sangre (glucemia) y también de una reducción de una hormona: el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF1).
- Estimula la autofagia, un proceso mediante el cual las células reciclan materiales de desecho, evitan derroches y se reparan a sí mismas. Este proceso es crucial en la inmunidad y en la inflamación, por lo que puede proteger contra las enfermedades infecciosas, autoinmunes e inflamatorias. Esto ayuda a mantener la homeostasis (el equilibrio) del organismo.