En el escenario de crisis energética y cambio climático que atravesamos, todos estamos llamados a ahorrar. Ahorrar energía puede parecer incómodo, pero no tiene por qué serlo. Los siguientes consejos son fáciles de implementar y una vez que los hayas probado, incluso ahorrarás energía mientras duermes.

1. Pon el frigorífico a la temperatura adecuada

El frigorífico consume electricidad todo el tiempo, incluso de noche. Así que asegúrate de no desperdiciar energía ajustando la temperatura de enfriamiento demasiado baja. Es un paso bastante simple:

  • Abre la puerta del refrigerador y asegúrate de que está configurada la temperatura a 7 °C en el frigorífico y -18 °C en el congelador.
  • En muchos dispositivos, configura la temperatura usando una rueda que no tiene información de temperatura, solo números del 1 al 7. Los 7 ºC pueden corresponderse con los niveles 1 o 2. Para estar segura, puedes dejar un termómetro dentro de la nevera.

Con el tiempo, se forma una capa de hielo en los refrigeradores y congeladores, tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador aumentan el consumo eléctrico un 30%. Si los descongelas regularmente, funcionarán de manera más eficiente día y noche.

2. No compres un frigorífico demasiado grande

Cuanto más grande sea el frigorífico, más cabrá en él y más energía necesitará. Por lo tanto, si estás considerando comprar un nuevo dispositivo, elígelo con el tamaño más pequeño posible para tus necesidades.

Una o dos personas no necesitan más de 120 litros. También se debe elegir un modelo con una buena eficiencia energética (la etiqueta B es la mejor en este momento; cuando se desarrollen modelos más eficientes llevarán la A).

3. Vacía los productos congelados

El frigorífico es el electrodoméstico que más energía consume: gasta en torno al 31% de todos los electrodomésticos y representa el 14% del total del consumo de electricidad de tu casa. Y lógicamente el congelador es el que más consume.

Si vacías y apagas el congelador, ahorrarás hasta 600 kilovatios de electricidad al año. Además consumirás productos frescos, que son en general más saludables.

4. Evita el modo de espera

Aunque la pantalla del ordenador o del teléfono se pongan en negro, si están encendidos, continúan consumiendo electricidad. Los electrodomésticos gastan energía incluso en el modo stand by. En un hogar de tres personas, dotado con los electrodomésticos habituales, se puede ahorrar hasta 100 euros al año preocupándose por apagarlos cuando no se utilizan.

Pero "apagar" a veces no es tan fácil: algunos dispositivos no tienen un interruptor de encendido o es difícil acceder a él. La solución es utilizar regletas de enchufes con interruptores.

Contar con un enchufe maestro-esclavo o regleta inteligente es recomendable para el ordenador y la televisión, porque tan pronto como el dispositivo principal conectado (el ordenador, por ejemplo) se apaga, el enchufe también desconecta todos los demás dispositivos conectados (por ejemplo, altavoces, monitores, impresoras, descodificadores, etc).

5. Programar el router

Cuando dormimos no necesitamos wifi. Sin embargo, un router estándar proporciona Internet a tu casa por la noche, consume energía y produce emisiones. Un router en funcionamiento continuo produce la friolera de 53 kilogramos de gases de efecto invernadero al año. El consumo de energía varía de un dispositivo a otro, pero los costos anuales rondan los 26 a 52 euros.

Puedes ahorrar una parte significativa apagando el router por la noche. Esto se puede hacer mediante el botón de apagado del dispositivo o mediante un temporizador integrado en muchos routers modernos. Pero ten en cuenta que si tienes un teléfono fijo y apagas el router, el teléfono no funcionará.

6. Cierra el agua caliente por la noche

También puedes proceder con el agua caliente de forma similar al router. Porque en muchas casas, una bomba de recirculación asegura que haya agua caliente disponible las 24 horas. Pero a las 3 de la madrugada rara vez la usamos.

Puedes reprogramar fácilmente las bombas de recirculación modernas para que no funcionen de noche. Si la bomba no tiene temporizador, puedes conectarle uno por unos cinco euros.

7. Baja la calefacción por la noche

El consejo más obvio viene al final: por la noche nos quedamos en el dormitorio y las otras habitaciones no tienen por que mantenerse calientes. Es suficiente con fijar el termostata en 16 ºC en el resto de la casa. En el dormitorio, entre 17 y 18 ºC son suficientes para dormir bien.

Cada grado de reducción de la temperatura ambiente reduce los costos de calefacción en alrededor de un 6 %. Bajar y cerrar las persianas enrollables y las persianas de las ventanas por la noche también ayuda a ahorrar energía.