Una directiva europea exige que el 30% del plástico que se utiliza para fabricar botella de PET (tereftalato de polietileno) sea reciclado. El objetivo es bueno, pero los legisladores no tuvieron seguramente en cuenta un efecto secundario: estas botellas con plástico reciclado liberan con más facilidad aditivos químicos dañinos en las bebidas que contienen.

18 químicos que no deberían estar en las botellas

Los investigadores de la Universidad de Brunel en Londres han hallado hasta 150 sustancias químicas diferentes que migran del plástico al contenido y 18 de ellas se encuentran en niveles superiores a los permitidos por las leyes. Los autores del estudio piden que se mejore el proceso de reciclado con el fin de eliminar estos productos químicos potencialmente tóxicos.

Entre los productos químicos hallados en las bebidas se hallan el antimonio , el acetaldehído y varios disruptores endocrinos (sustancias que pueden interferir con el funcionamiento del sistema hormonal y favorecer el desarrollo de enfermedades) bien conocidos.

Los científicos revisaron 91 estudios publicados que analizaban la contaminación química de las botellas de plástico. La doctora Eleni Iacovidou, profesora del Centro de Investigación y Política de la Contaminación de Brunel, explica que los productos químicos hallados pueden provenir de varias fuentes: de los catalizadores y aditivos utilizados durante la producción o de la degradación durante la producción del PET; es decir, pueden aparecer en cualquier momento del ciclo de vida de una botella.

Los peligros de reciclar las botellas de plástico PET

En las botellas de PET recicladas, muchos de los contaminantes encontrados habían surgido como resultado de la contaminación de la materia prima, incluidas las etiquetas. Muchos de los contaminantes hallados ni siquiera se encuentran en las listas de sustancias bajo control, es decir, aparecen inintecionadamente en el proceso y los fabricantes no tienen una normativa a la que atenerse.

Los investigadores escribieron en el artículo publicado en la revista The Journal of Hazardous Materials: "Esta evidencia implica que los productos altamente reciclables, como las botellas de bebidas PET pueden ser inadecuadas para el reciclaje de bucle cerrado cuando está mal diseñado, lo que indica la necesidad de mejorar el diseño del proceso de reciclaje y en las infrastructuras de recogida y gestión de residuos.”

Esto quiere decir que también influyen las condiciones en las que se llenan, distribuyen y almacenan las botellas, teniendo en cuenta factores como el calor y la exposición a altos niveles de luz solar o de humedad.

En particular, para reducir el número de productos químicos que se encuentran en las bebidas embotelladas, el estudio sugiere que se podría usar una tecnología conocida como "proceso de superlimpieza", que limpia los plásticos en tres etapas antes de su reciclaje mediante lavados a alta temperatura, lavado con gas y lavado químico.

Objetivo: eliminar el plástico PET en las botellas

Según Iacovidou, actualmente se limpian las botellas usadas antes de reciclarlas, pero invertir en tecnologías de superlimpieza permitiría descontaminar el PET reciclado hasta niveles similares a los del PET virgen. No obstante, la investigadora señala que "la solución definitiva al problema es que la sociedad comience a poner fin por completo al uso de PET".

Las botellas de plástico PET pueden distinguirse porque en su base aparece grabado el triángulo de reciclaje con el número 1.

“Todos tenemos una responsabilidad que asumir. Tenemos que empezar a pensar en cómo evitar el uso de botellas de PET en nuestros hogares invirtiendo, por ejemplo, en filtros de agua o grandes contenedores de agua y aprendiendo a desechar nuestros desechos plásticos de manera adecuada”, dijo.

Referencias científicas: