La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con su sede en Gland. Suiza, publicó en 2020 el informe Mare Plasticum: El Mediterráneo, en el que estima que más de un millón de toneladas de plástico se han acumulado en el Mar Mediterráneo.

El informe expone cómo los macroplásticos resultantes de residuos mal gestionados constituyen el 94% del total de los vertidos de plástico, y una vez llega este plástico al mar acaban  depositándose en forma de microplásticos, de partículas de menos de 5 mm. Los microplásticos llegan al agua del grifo, a los alimentos, a la sangre humana  y dañan el organismo.

¿Qué hacer para frenar este círculo vicioso? Varios estudios científicos han identificado algunos gestos sencillos que podemos poner en práctica a nivel individual y que pueden resultar muy significativos.  Además, se trata de ideas que no solo ayudan a preservar los océanos sino que también contribuyen a ahorrar dinero en casa.

3 cosas fáciles que puedes hacer para salvar los océanos

Ante un problema tan urgente y grave con el futuro de los océanos, te dejamos hábitos sencillos con los que podemos contribuir desde casa a evitar su degradación. 

1. Llenar bien la lavadora

El lavado doméstico de textiles se reconoce cada vez más como una fuente importante de contaminación por microfibras del agua. Al lavar la ropa se desprenden microfibras al agua, y como el tratamiento de las aguas residuales no puede retener estas fibras pequeñas, acaban en el mar y en los océanos, y todos sus organismos.

Investigadores de la Universidad de Leeds en Reino Unido, han publicado un estudio en el que indican que en su estudio han cuantificado valores de entre 6490 toneladas y 87165 toneladas de microfibras que se desprenden al lavar dependiendo de los tejidos y de cómo se lavan.

¿En la práctica, qué podemos hacer? Según el estudio, al lavar con la lavadora a carga completa y a bajas revoluciones, al haber menos roce y menos agitación, se desprenden menos fibras. Además, si el detergente es líquido, también se generan menos fibras respecto a uno sólido más abrasivo.  Una idea para contaminar menos y ahorrar más es elaborar en casa un detergente líquido ecológico  y lavar la ropa solo cuando realmente sea necesario.

2. no comprar tanta ropa

La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, por los millones de metros cúbicos que gasta, además de contaminar el agua con sus procesos de cultivos de algodón con pesticidas o los tintes que utiliza y que acaban tiñendo los ríos. 

Además, el reciclado de plásticos, de la botella de agua que quizás tienes cerca ahora mismo, acaba en las fibras de poliéster de la ropa. De nuevo, ponemos el foco en el lavado, la mayor parte de la contaminación por microplásticos causada por la ropa de poliéster se produce en la fase de uso, principalmente durante el lavado, y representa el 35% de los microplásticos primarios liberados en el medio ambiente. Una sola carga de ropa de poliéster puede verter 700.000 fibras microplásticas que pueden llegar a la cadena alimentaria, en el plato y en nuestro cuerpo. 

Aunque el proceso de liberación de fibras se produce en todos los tejidos, si son de origen natural, no son ta perjudiciales. 

3. ponte el protector solar al salir del mar

Los cosméticos que utilizamos acaban contaminando en el agua también. Principalmente las cremas solares son las que van de forma directa al agua de mares y océanos con el baño de millones de personas cada verano. La científica española Silvia Cruz, del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC) demostró, por ejemplo, la toxicidad de la oxibenzona y el octinoxato presente en estas cremas para corales, peces, erizos de mar y algas, así como para mamíferos marinos y tortugas marinas ya en 2020, lo que llevó a que hoy en día estén prohibidos en países como las Islas Vírgenes, Palau o Hawái.

Tres años después, la Dra. Cruz acaba de publicar un nuevo estudio acerca de los productos de higiene y cuidado personal que contienen filtros de protección ultravioleta. El estudio muestra por primera vez que estos compuestos atraviesan la barrera placentaria y llegan al feto. Lo que se pone la madre en su cuerpo, acaba en el bebé. En el caso de la avobenzona se estudia su relación con la obesidad infantil, o la benzona 2 con problemas de desarrollo durante la pubertad. 

Así que, no solo afecta a los animales marinos, también al hombre. Opciones para minimizar la exposición y la contaminación del agua pueden ser el usar cosméticos naturales que eviten estos filtros solares, protegerse con sombreros y ropa, evitar en verano la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 horas, y ponerse los protectores saludables después de bañarse. Evita los cosméticos que incluyen microesferas, una fuente de microplásticos que supone el 12% del total que llegan al mar.