Un estudio ha detectado por primera vez la presencia de microplásticos en muestras de sangre humana, pero no es nada extraordinario: si se hicieran análisis, se encontraría en 8 de cada 10 personas.

El hallazgo implica que los microplásticos también se encuentran en los órganos irrigados por la sangre. Los científicos desconocen cuáles pueden llegar a ser los efectos sobre la salud. Por ahora saben que los microplásticos dañan a las células en cultivos de laboratorio.

¿Por qué hay plástico en la sangre?

La presencia de microplásticos en la sangre es la consecuencia de consumir plástico que inevitablemente acaba en vertederos o ensuciando el medioambiente, donde se degrada en forma de pequeñas partículas, que se pueden inhalar o pueden contaminar los alimentos. Los microplásticos se desprenden también de la ropa de poliéster que se lleva puesta, de las alfombras de polietileno, de las sartenes de teflón y de infinidad de objetos de este material sintético omnipresente.

Los científicos analizaron muestras de sangre de 22 adultos sanos y encontraron partículas de plástico en 17. La mitad de las muestras contenían plástico PET, que se usa comúnmente en botellas de bebidas, mientras que un tercio contenía poliestireno, que se usa para envasar alimentos y otros productos. Una cuarta parte de las muestras de sangre contenían polietileno, con el que se fabrican las bolsas de plástico.

En estudios anteriores se había hallado que en las heces de los bebés se encontraban 10 veces más microplásticos que en las de los adultos debido a las partículas que se desprenden de los biberones.

¿Es preocupante la presencia de microplásticos en la sangre?

"Nuestro estudio es la primera indicación de que tenemos partículas de polímero en la sangre", ha manifestado el profesor Dick Vethaak, uno de los autores del estudio, ecotoxicólogo de la Universidad Vrije de Amsterdam en los Países Bajos. “Pero tenemos que extender la investigación y aumentar los tamaños de muestra, la cantidad de polímeros evaluados, etc.” Ya se están realizando más estudios por parte de varios grupos, ha señalado.

“Es lógico estar preocupado. Las partículas están ahí y son transportadas por todo el cuerpo”, ha declarado Vethaak al diario The Guardian. “También sabemos que, en general, los bebés y los niños pequeños son más vulnerables a la exposición a sustancias químicas y partículas”, ha dicho. “Eso me preocupa mucho”.

La nueva investigación se publica en la revista Environment International y adaptó las técnicas existentes para detectar y analizar partículas tan pequeñas como 0,0007 mm. Algunas de las muestras de sangre contenían dos o tres tipos de plástico. El equipo usó agujas de jeringa de acero y tubos de vidrio para evitar la contaminación.

Vethaak reconoció que la cantidad y el tipo de plástico variaron considerablemente entre las muestras de sangre. Las diferencias podrían reflejar una exposición a corto plazo antes de que se tomaran las muestras de sangre, como beber de una taza de café revestida de plástico o usar una máscara facial de plástico.

¿Cuáles son los efectos de los microplásticos en la salud?

La gran pregunta es ¿qué está pasando en nuestro cuerpo? ¿Se retienen las partículas en el cuerpo? ¿Son transportados a ciertos órganos? ¿Pueden llegar al cerebro, por ejemplo? ¿Los niveles son suficientemente altos como para desencadenar enfermedades? Hacen falta muchos más estudios para responder a todas estas preguntas.

Hasta ahora no existe ningún estudio que haya examinado directamente los efectos de los microplásticos en los humanos. Los únicos datos disponibles se basan en estudios de laboratorio que exponen microplásticos a células o tejido humano, o a animales como ratones o ratas. De manera preocupante, se descubrió que los ratones que recibieron grandes cantidades de microplásticos tenían inflamación en el intestino delgado, un recuento reducido de espermatozoides y menos crías y más pequeñas, en comparación con los grupos de control.

Hace falta dinero para más investigaciones

La investigación holandesa fue financiada por la Organización Nacional Holandesa para la Investigación y el Desarrollo de la Salud y Common Seas, una empresa social que trabaja para reducir la contaminación plástica.

Common Seas, junto con más de 80 ONG, científicos y parlamentarios, piden al gobierno del Reino Unido que asigne 15 millones de libras esterlinas a la investigación sobre los impactos del plástico en la salud humana. La UE ya está financiando investigaciones sobre el impacto de los microplásticos en fetos y bebés, y en el sistema inmunitario.

Un estudio reciente descubrió que los microplásticos pueden adherirse a las membranas externas de los glóbulos rojos y pueden limitar su capacidad para transportar oxígeno.

Las partículas también se han encontrado en la placenta de mujeres embarazadas. En ratas embarazadas pasan rápidamente a través de los pulmones al corazón, cerebro y otros órganos de los fetos.

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Referencias científicas: