Preparar en casa un limpiacristales casero natural es rápido y fácil. Puedes usarlo para limpiar las ventanas sin que aparezcan rayas y además ser respetuoso con el medio ambiente, todo ello por poco dinero.

Los líquidos limpiadores de vidrio de las droguerías prometen ventanas transparentes, sin rayas ni manchas. La desventaja es que muchos de estos productos contienen ingredientes químicos que se pueden inhalar mientras se limpian las ventanas. Pero existen algunos productos caseros biodegradables e inocuos para la salud que puedes utilizar para hacer un limpiacristales natural que no tendrá que envidiar a los productos convencionales en cuanto a eficacia.

Otra ventaja es que con el limpiacristales casero no solo ahorras dinero a largo plazo, sino que también puedes evitar muchos desperdicios, porque te ahorrarás el envase de plástico al rellenar la botella de spray viejas con el productos que hayas elaborado.

Por cierto, no utilices paños de microfibra, ya que desprenden microplásticos al lavarlos. En su lugar, usa toallas o paños de algodón. A continuación te presentamos tres recetas con las que puedes hacerte fácilmente tu limpiacristales casero. Elige la que más te convenza y aquella cuyos ingredientes ya tengas en casa.

Receta de limpiacristales casero con limón y vinagre

El vinagre y el ácido cítrico no deberían faltar en tu hogar, porque los principios activos de estos remedios caseros los convierten en agentes de limpieza muy efectivos. Tu misma puedes elaborar fácilmente un limpiacristales eficaz con ellos. El vinagre evita que se formen rayas en el cristal al limpiar la ventana y elimina la cal y la suciedad gracias al ácido acético que contiene.

Ingredientes:

  • 2 limones
  • 250 ml de vinagre
  • 250 ml de agua

Elaboración:

  1. Exprime los dos limones.
  2. Vierte el zumo de limón en una botella rociadora reciclada.
  3. Agrega el vinagre y el agua. Agita la botella suavemente para que la solución se mezcle bien.
  4. Deja que el limpiador repose durante unos minutos.
  5. Rocía el limpiacristales casero sobre la superficie del vidrio como de costumbre y límpialo con un paño de algodón suave.

Si deseas hacer un limpiacristales con limón y vinagre tu misma, debes tener en cuenta que el ácido que contienen puede atacar las juntas de goma de las ventanas. Por lo tanto, no las rocíes con el limpiacristales y limpie inmediatamente cualquier residuo derramado con un paño.

Limpieza con productos caseros

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Limpiacristales natural a base de té negro

El té negro no solo te aporta antioxidantes y minerales, también es bueno para hacer tu propio limpiacristales. Los taninos del té desprenden los restos de grasa de las ventanas y forman una capa protectora sobre el vidrio, lo que asegura un brillo más prolongado.

Ingredientes:

  • 4 bolsitas de té negro
  • 250 ml de agua

Elaboración:

  1. Hierve el agua y viértela en un bol grande.
  2. Agrega las bolsitas de té y deja reposar durante 10 a 15 minutos.
  3. Retira las bolsitas y vierte el té en una botella con atomizador.
  4. Limpia tus ventanas como de costumbre con el limpiacristales casero.

Limpiacristales hecho en casa con vodka

Utilizar vodka puro como agente de limpieza puede parecer inusual. Sin embargo, si mezclas el licor con alto porcentaje de alcohol con un aceite esencial de tu elección, la mezcla funciona eficazmente contra los malos olores y los cristales sucios.

Es una muy buena idea añadir a tu producto un poco de aceite esencial de menta. El olor del aceite ahuyenta a las arañas y otros insectos y evita que los animales entren en tu casa por las ventanas abiertas.

Ingredientes:

  • 125 ml de vodka claro
  • 250 ml de agua
  • 60 ml de vinagre
  • 8-10 gotas de aceite de menta

Elaboración:

  1. Coloca el vodka en una botella con atomizador con el vinagre y el agua.
  2. Añádele el aceite de menta y agita la botella suavemente para mezclarlo todo bien.
  3. Limpia tus ventanas como de costumbre con el limpiacristales.

Limpiacristales exprés

Si necesitas un limpiacristales inmediato puedes echar mano del lavavajillas que utilizas para lavar los platos a mano. Simplemente añade un pequeña pizca de tu lavavajillas habitual a un poco de agua. Piensa que en este caso menos es más, porque si te pasas de lavavajillas, la mezcla pasará a ser agua jabonosa y o bien no podrás usarla sin aclarar a continuación o sino dejará muchas rallas sobre tus cristales. En ambos casos acabarás empleando más tiempo del necesario para dejar tus cristales impolutos.