Con lyocell se pueden confeccionar todo tipo de prendas muy atractivas, de tacto suave, buena caída y resistencia a las arrugas. Pero lo más interesante es que es una fibra más sostenible que el algodón convencional o la viscosa porque requiere menos uso de agua y otros recursos naturales.

¿Cómo se produce el lyocell?

El lyocell se produce a partir de la celulosa de la madera, de árboles como la haya, el eucalipto, el abeto o el pino. Existen otras fibras textiles que proceden de la madera, como la viscosa, pero el lyocell tiene la ventaja de que no requiere el uso de productos químicos perjudiciales para el medio ambiente.

¿El lyocell es una fibra natural?

Aunque es fácil encontrar publicidades y artículos donde se afirma que el lyocell es una fibra natural por el hecho de que procede de la madera, lo cierto es que técnicamente se define como una fibra artificial, porque son necesarios procesos químicos industriales para producirla. Pero que sea artificial no quiere decir que sea menos sostenible o menos saludable que otras fibras realmente naturales.

¿El lyocell es mejor o peor que el algodón, la seda y otros tejidos?

El lyocell, que se comercializa actualmente con las marcas Tencel, Excel y Newcell, se ha producido industrialmente a partir de madera de eucalipto desde finales de la década de 1980. Cada vez es más utilizada por la industria textil por sus buenas cualidades en relación con la estética y la sostenibilidad.

El experto textil y profesor Antonio Solé Cabanes afirma, por ejemplo, que es más transpirable que el algodón (absorbe el doble de humedad), más elástica y duradera, es biodegradable y muy versátil, pues se pueden confeccionar todo tipo de prendas.

Su suavidad con la piel y su comportamiento ante la humedad la hacen muy apropiada para la confección de prendas deportivas.

El lyocell se compara con la seda o el lino en términos de comodidad. En consecuencia, se utiliza a menudo para ropa ligera como blusas, camisas o ropa de dormir.

Además las prendas confeccionadas con lyocell enfrían cuando hace calor y calientan cuando hace frío, una cualidad similar a la de lana y que permite su uso en prendas como pantalones o chaquetas.

El tejido regula de forma natural la humedad y la temperatura, lo que no favorece el crecimiento bacteriano. Por lo tanto, también se utiliza para edredones o colchones y es adecuado para personas con piel sensible o alérgicas.

Tanto es así que se considera un material muy apropiado para la ropa de cama de los bebés (para el edredón o el saco de dormir) porque reduce el riesgo de la acumulación de calor.

Por otra parte, se puede mezclar sin dificultad con otras fibras, como el algodón, la seda o el poliéster reciclado, es fácil de cuidar y se puede lavar normalmente.

Ropa con protección solar incorporada

La empresa Lenzing, principal productora del Tencel, ha desarrollado una fibra que incorpora protección frente a la radiación ultravioleta del sol. Es una protección física, no química, por lo que es segura y además no se ve afectada por el sudor, como ocurre con los materiales sintéticos con protección UV.

El lyocell no solo es ideal para adultos, es particularmente adecuado para bebés. Las propiedades funcionales como la regulación del calor para el edredón o el saco de dormir de lyocell, por ejemplo, reducen significativamente el riesgo de sobrecalentamiento o acumulación de calor en bebés.

El lyocell es bastante sostenible

El cultivo de la madera de la que se extrae el lyocell consume hasta 15 veces menos agua que las plantas de algodón. El eucalipto es el árbol más utilizado y su cultivo puede realizarse sin pesticidas ni otros productos químicos en zonas que no roban terreno a los cultivos de alimentos para los seres humanos.

Luego, para producir la fibra se utilizan disolventes químicos (óxidos de aminas), pero estos no se quedan en la fibra ni se vierten en el medioambiente, sino que se reutilizan casi al 100% para repetir el proceso en un circuito cerrado. El resultado es una fibra tan limpia y biodegradable que la ropa puede ser compostable.

La única razón por la que el lyocell aún no domina sobre las demás fibras es que resulta más cara. Actualmente las mayores plantas productoras se encuentran en Ásia y África, pero si se empezara a producir en Europa el precio podría bajar significativamente en el futuro.

Por sus cualidades y sostenibilidad el lyocell ya está siento utilizado por firmas de moda sostenible española como Infinit Denim y María Malo, entre muchos otras. Mango y Zara también incorporan esta fibra en algunas colecciones.