Aunque resulte tentador ponerte los pantalones o la blusa que te acabas de comprar, no es una buena idea: es mejor lavar la ropa nueva antes de usarla por primera vez.

Por un lado, existen razones higiénicas para ello, después de todo, es probable que varias personas se hayan probado la prenda antes que tú. Por otro lado, la ropa nueva a menudo está cargada de contaminantes problemáticos.

La ropa nueva contiene sustancias nocivas

La mayoría de las prendas son tratadas con varios químicos para conferirles propiedades específicas. Los productos químicos dan color a las prendas o las hacen más resistentes. La ropa también se trata químicamente para que no se arrugue o para protegerla del crecimiento de moho.

En la industria textil se utilizan más de 7.000 productos químicos. Sin embargo, no existen unos valores límite legales para la mayoría de estas sustancias, aunque muchas pueden ser nocivas para la salud. Algunos, incluso, son cancerígenos.

Cuando la ropa entra en contacto con el sudor corporal, es fácil que los residuos químicos se liberen del tejido y lleguen a la piel. Como resultado, puede darse una alergia de contacto.

No es fácil para los clientes evitar estos productos al comprar ropa, porque en la etiqueta no informa de cómo se ha tratado químicamente.

Por lo tanto, para estar seguro, siempre debe lavar la ropa nueva antes de ponértela. La ropa de bebé debes lavarla al menos dos veces, porque su piel es especialmente sensible y puede reaccionar rápidamente a los productos químicos.

Sustancias nocivas en la ropa nueva

La tela para la ropa puede estar hecha de muchos materiales de fibra diferentes, de fibras naturales como lana, algodón, seda y lino o de fibras sintéticas. Que la fibra sea natural no impide que pueda estar cargada de química. Tanto las fibras naturales como las sintéticas pueden haber sido sometidas a los siguientes tratamientos:

  • Blanqueamiento con cloro.
  • Suavizante con polímeros.
  • Antiarrugas con compuestos que contienen formaldehído.

Durante el proceso de producción, los tejidos se lavan repetidamente y los fabricantes suelen utilizar etoxilatos de nonilfenol (NPE) para la limpieza. Estos se descomponen en nonilfenol (NP), una sustancia que puede tener efectos hormonales y es tóxica para los organismos acuáticos.

Aunque los NPE están prohibidos en Europa, todavía se usan en la producción textil en otros países y también terminan aquí a través de las importaciones.

Cuanto más colorida es la ropa, menos saludable

Los productos químicos aseguran que las prendas relucen en todos los colores imaginables. En general, cuando más oscuro es el color, más productos químicos se han utilizado. Además, a los pigmentos se añaden otras sustancias que aseguran que se fijen, que no se decoloren.

Los estampados hacen que las camisas y los jerséis sean especialmente llamativos. Sin embargo, las prendas con motivos impresos, incluso las infantiles, suelen contener ftalatos, que sirven como plastificantes. Los ftalatos tienen un efecto hormonal y se sospecha que provocan infertilidad.

Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) también se pueden encontrar en estampados con motivos. Algunos de ellos se consideran cancerígenos y otros son dañinos para la reproducción.

Cuándo es absolutamente necesario lavar la ropa nueva

Si has comprado ropa nueva, definitivamente debes ponerla en la lavadora en los siguientes casos:

  • Presta atención a las instrucciones de lavado: si recomiendan explícitamente que la prenda se lave antes de usarla o por separado, es probable que contenga (muchas) sustancias nocivas. Aunque la etiqueta diga que la prenda puede perder color al lavarla, no debes comprometerte y te conviene especialmente lavarla. Si la ropa nueva destiñe con solo frotar la tela entre los dedos, es probable que los altos niveles de químicos sean los responsables.
  • Presta atención al olor y al color: un olor químico en la ropa nueva puede atribuirse a los residuos de varios agentes. Pero la nariz como órgano de prueba no es muy fiable: no tener olor no significa que la ropa no tenga residuos químicos.

Evitar contaminantes y alternativas poco contaminantes

Hay algunos puntos a los que puedes prestar atención si deseas evitar la ropa que contiene sustancias nocivas:

  • Fíjate en los sellos. Certificaciones como GOTS (Global Organic Textile Standard) aseguran que están libres de pesticidas y de otras muchas sustancias químicas.
  • Compra ropa de segunda mano. La ropa usada ya se ha lavado muchas veces, lo que significa que ya se han eliminado los tintes nocivos y otros productos químicos.