Para conseguir todo su potencial de salud, los expertos recomiendan pasar al menos dos horas a la semana en plena naturaleza. Beneficiarse de los baños de bosque es igualmente posible en la ciudad. Y es que, en las ciudades, unas pocas horas semanales de contacto con espacios verdes, incluso repartidas en diferentes días, también aportan salud y bienestar.

Matt White, investigador de la Universidad de Exeter, explica que las personas que pasan al menos dos horas a la semana en un entorno natural tienen una mejor salud física y mental. Así lo concluye un estudio que ha dirigido.

Lo dice la ciencia: 2 horas de naturaleza por semana

Si en el futuro otras investigaciones lo confirman, disfrutar de dos horas semanales en espacios verdes y azules podría ser la nueva recomendación de salud general, junto con comer más de cinco raciones de frutas y verduras o realizar 150 minutos semanales de ejercicio.

Su estudio llega a la conclusión de que no cambian los efectos si las dos horas "verdes" se pasan en una sola sesión o en varias visitas más cortas. Lo importante es zambullirse en la naturaleza con frecuencia.

El lugar ideal para tus baños verdes semanales

Tanto para realizar un baño de bosque como para un paseo por un parque natural, los guías y expertos en "baños verdes" recomiendan lugares donde haya árboles crecidos, maduros y bien arraigados.

Cuanta mayor diversidad, mejor. Pero debe ser un entorno natural cercano para que no dé pereza llegar hasta allí y que dé sensación de seguridad. Una vez en el lugar, conviene escoger senderos poco transitados, pero seguros.

Correr o caminar deprisa resulta, desde luego, saludable, pero un paseo tranquilo proporciona beneficios específicos. Detenerse, observar todo lo que nos rodea, despertar los sentidos y modificar los pensamientos habituales produce un efecto profundo en el organismo.

Se recomienda no incluir en la mochila dispositivos tecnológicos que distraigan. O llevarlos apagados y usarlos solo en caso de emergencia. Tampoco es aconsejable usar perfumes, porque impiden apreciar los aromas de la naturaleza.

Cómo planear los paseos por la naturaleza

Se puede establecer una dinámica según el tiempo disponible. Divide tus paseos en tres etapas:

  1. Apertura. Es una etapa muy relajada en la que se camina lentamente.
  2. Conciencia. Esta segunda etapa implica poner más atención y conciencia en el espectáculo visual, sonoro y oloroso que ofrecen el bosque o el espacio verde. Será, en realidad, la etapa de mayor desconexión. Puede ser sin rumbo fijo, pero si a la persona no le gusta la improvisación, puede ponerse metas: llegar hasta una determinada fuente, árbol o colina.
  3. Cierre. A la hora de volver lo harás ya de forma más animada.

En un bosque se puede hacer un recorrido circular de 1,2 a 2 kilómetros. En un parque puedes optar por quitarte los zapatos y sentir la hierba o la tierra un rato.

Algunos expertos sugieren buscar "cinco cosas hermosas", por ejemplo: una hoja, la luz entre las ramas, la textura de un tronco, una mariposa o una flor. Aquí tienes más información sobre cómo tomar un baño de bosque.

Ritual básico para realizar en tus baños de bosque

  • Sacude el cuerpo unos segundos para liberar tensión, como hacen los animales al salir del agua.
  • Nota el peso de tus pies sobre la tierra, con los ojos cerrados.
  • Balancea los brazos y nota el espacio que ocupas.
  • Escucha los sonidos del entorno.
  • Abre los ojos y mira el paisaje como si fuera la primera vez.
  • Camina como un zorro, con pasos sigilosos y notando toda la planta del pie.
  • Párate cuando algo llame tu atención.
  • Deja un regalo en el bosque: un montículo de piedras, unos palitos... y disfruta con ese tributo creativo. Son consejos de Amos Clifford, autor de Baños de bosque (Ed. Sirio).