Hacer pan en casa es una gran manera de disfrutar de panes de calidad y tiene la ventaja de que nos permite seleccionar los ingredientes a nuestro gusto e incluso hacer pan de masa madre. La experimentación y las naturales esperas a que nos invita el proceso pueden ser, además, una gran fuente de relajación y satisfacción.
Hacer pan casero
Nuestro país ha tenido históricamente una variada y atractiva oferta de panes, sobre todo blancos y de trigo, más o menos tradicionales pero en general de calidad. Sin embargo, la industria cambió mucho con la aparición de las masas congeladas y del pan precocido congelado.
El resultado fue una clara uniformización de la oferta: mucha variedad de panes, pero todos de calidad muy similar. Hubo un punto en que el pan llegó a ser tan malo que cogió una merecida fama de alimento desequilibrado que engordaba.
Por suerte, ahora los grandes se han puesto las pilas y hay una oferta de panes industriales de una calidad media aceptable, buena en algunos casos, a la par que ha resurgido con fuerza la elaboración artesana.
Hasta las grandes superficies muestran panes con harinas ecológicas y masa madre. Pero si se quiere disfrutar de un pan de alta calidad, por lo general habrá que buscar alguno de esos pequeños panaderos de barrio que aún disfrute de su profesión, mirar la oferta de los herbolarios o lanzarse a hacerlo en casa.
Se necesitan muy pocos ingredientes para hacer pan, básicamente agua, harina, levadura y sal. Se le pueden añadir otros, para enriquecerlo, como semillas y frutos secos, y la levadura, si se quiere, se puede sustituir por un álcali y un ácido para conseguir el mismo efecto leudante, como te contamos en este vídeo:
Recetas de pan casero
Si quieres probar a hacer tu propio pan casero, atrévete con estas seis recetas de pan fáciles, saludables ¡y deliciosas!