Tener humedades en casa no es solo un problema estético que pueda estropear la pintura o el mobiliario. Es también, y sobre todo, un problema de salud.

La humedad ideal en espacios interiores, desde el punto de vista de la salud, se sitúa en torno al 50%. Es lo mejor para el buen estado de las vías respiratorias y de la piel.

Si crees que la humedad de casa es excesiva, siempre puedes medirla. Existen aparatos para medir, como un termohigrómetro. Si la humedad supera el 60% tienes que mejorar la ventilación o recurrir a un deshumidificador.

Corregir la causa será esencial. Si no, las humedades reaparecerán. Así que ¿qué errores has podido cometer o qué cosas de tu casa necesitas actualizar para evitar que vuelvan a salir?

Estas son las cosas que no debes hacer para que salgan humedades y cómo corregirlas para mantener la humedad a raya en casa.

1. dejar las ventanas siempre cerradas en invierno

Aunque la vivienda esté en perfecto estado, cuando se produce humedad en casa –al ducharse, cocinar o tender la ropa dentro–, si se concentra da lugar a condensaciones y a la aparición de mohos. En invierno  a menudo ventilamos menos, o incluso no ventilamos, y entonces no damos salida a esa humedad concentrada.

Ventilar unos 10-15 minutos al día es la forma más eficiente de evitarlo, y también de prevenir trastornos de salud relacionados con el exceso de humedad y la aparición de moho.

Si el problema ya se ha descontrolado, tienes soluciones naturales para eliminar el moho.

 

2. descuidar el aislamiento en ventanas y paredes

¿Tienes una carpintería que te aísla muy bien? Estupendo, pero ¿tienen puente térmico las ventanas? 

Los cerramientos de la vivienda –ventanas, balconeras, puertas exteriores– deben tener puente térmico. Este permite que el calor se trasmita mejor por el material. De este modo, se evitan las condensaciones en la perfilería interior, que suelen aparecer cuando la temperatura del exterior es muy baja, y la humedad relativa interior, alta.

También pueden aparecer cuando se renuevan los cerramientos si la pared no está dotada de un buen aislamiento: la diferencia de temperatura entre la pared y el nuevo cerramiento produce las condensaciones y el moho.

3. poner muebles en la pared que da al norte

Sobre todo en los dormitorios, si la pared da a la cara norte, revisa que esté bien aislada para evitar el contraste entre las temperaturas interior y exterior, y con ello, condensaciones.

Pero fíjate bien: ¿tienes puesta en ella el armario? Si  el armario está encastrado en pared norte, sin un buen aislamiento, aparecen mohos. No se pueden ver, pero son motivo de asma o alergias.

4. Salir del baño y apagar el extractor (o ni siquiera tenerlo)

En los baños que no tienen ventilación natural, poner en marcha el extractor de aire permite absorber el vapor de agua que se genera durante la ducha, y así se evitan problemas de humedades. ¡Deja el extractor en marcha!

5. ponerte a cocinar sin ventilar ni tapar las ollas

En invierno hacemos más hervidos y guisos. Quizá pongas el extractor, pero ¿tapas las ollas?

Para evitar que se concentre el vapor de agua en la cocina, tapa las ollas durante los tiempos largos de ebullición de sopas y guisos, ¡además de poner en marcha el extractor!

6. tender ropa en casa o incluso encima del radiador

Por falta de espacio, por no salir afuera cuando hace frío, porque nos parece que se va a secar antes... Son muchos los motivos que nos pueden llevar a colgar la ropa mojada dentro de casa. ¿Es tu caso?

Evita secar la ropa mojada en casa dejándola sobre el radiador o en un tendedero interior. Tiéndela mejor en la galería, en la terraza o, en su defecto, en una habitación abierta al exterior.

Especialmente en invierno, cuando el clima no acompaña, el hábito de tender dentro suele ser motivo de condensaciones que perjudican al sistema respiratorio.

7. No poner plantas en casa

Las plantas en los espacios interiores favorecen la regulación de la humedad en el aire. Pon plantas de interior en casa y te ayudarán a evitar las humedades. Aquí tienes un par de sugerencias:

  • La hiedra es muy resistente y le gusta la luz. Ayuda a regular la humedad del aire y así previene que se forme moho. Absorbe el formaldehído de los muebles de madera aglomerada.
  • Los potusprecisan de poco mantenimiento. También ayudan a regular la humedad del aire y lo limpian de formaldehído y benceno, presentes en el mobiliario, plásticos y detergentes.