Seguro que te ha pasado alguna vez: estás en el trabajo o en clase y empiezas a notar como te suenan las tripas y no hay forma de disimularlo. Los ruidos intestinales o borborigmos son algo completamente normal que ocurre por el movimiento de los intestinos al empujar los alimentos, líquidos y gases a través del tracto gastrointestinal. Son consecuencia de la contracción y relajación de los músculos de las paredes del estómago y los intestinos (lo que se conoce como peristaltismo) y el movimiento de los gases y contenidos digestivos.

Aunque en la gran mayoría de casos estos ruidos no indican nada anormal, algunas veces pueden ser señal de que hay un problema.

Si tu problema son los gases intestinales, en este vídeo encontrarás consejos para prevenir su aparición:

Causas de los ruidos intestinales

Los intestinos son huecos y es por ello que las ondas de vibración causadas por las contracciones de las paredes intestinales al impulsar los alimentos a través del tracto gastrointestinal pueden resonar, del mismo modo que ocurre con las tuberías.

También los procesos mecánicos y químicos involucrados en la digestión o el movimiento de gases (que se generan durante la digestión, al tragar aire o por la fermentación de los alimentos) a través de los intestinos puede provocar sonidos audibles.

Por otro lado, cuando el estómago y los intestinos están vacíos, los ruidos intestinales pueden ser más perceptibles, y es lo que ocurre cuando tenemos hambre.

Aunque la mayoría de los ruidos intestinales son normales y lo único que indican es que el tracto gastrointestinal funciona correctamente, existen algunos casos en los que los ruidos anormales pueden indicar un problema que puede llegar a ser grave, como una parálisis intestinal (íleo paralítico), una obstrucción intestinal o una peritonitis (inflamación del revestimiento abdominal).

Tipos de ruidos intestinales

Los ruidos intestinales se suelen notar en el abdomen y pueden ser percibidos por el oído (o un médico puede oírlos con un estetoscopio). Se suele considerar que hay 3 tipos de sonidos intestinales:

  • Ruidos intestinales normales: estos son los típicos sonidos de gorgoteo o gruñido causados por las contracciones musculares del peristaltismo. Son relativamente suaves y de tono bajo.
  • Ruidos intestinales hipoactivos: cuando hay una reducción en el volumen y la frecuencia de los ruidos. Pueden indicar una motilidad disminuida o una ralentización del intestino y se observan en enfermedades como el íleo paralítico, la peritonitis o después de una cirugía abdominal.
  • Ruidos intestinales hiperactivos: cuando son más fuertes, más frecuentes y más intensos que los ruidos intestinales normales. Pueden estar asociados a trastornos que alteran la función intestinal como la dispepsia (que provoca mala digestión y malestar abdominal), el síndrome del intestino irritable (que afecta el intestino grueso y puede causar dolor abdominal, hinchazón y cambios en las deposiciones), la gastroenteritiso la diarrea.

La ausencia total de ruidos intestinales puede indicar un problema grave, como una obstrucción intestinal completa, que requiere atención médica inmediata.

Exceso de gases y ruidos intestinales

Como hemos mencionado, un exceso de gases y ruidos intestinales pueden estar causados por cambios en la función intestinal y enfermedades como la dispepsia o el síndrome del intestino irritable.

Las intolerancias alimentarias (por ejemplo, al gluten o a la lactosa) también pueden provocar un exceso de gases y ruidos intestinales. La digestión incompleta puede provocar gases en el intestino.

Tragar demasiado aire (algo que a veces pasa por comer demasiado rápido) o tomar los alimentos que producen más gases (como bebidas carbonatadas, legumbres, crucíferas o algunas frutas) también puede contribuir al exceso de gases y ruidos intestinales.

Ruidos intestinales y heces blandas

La diarrea o las heces sueltas y acuosas suelen ir acompañadas de ruidos intestinales más fuertes y frecuentes de lo habitual. Esto es así debido a que son situaciones que provocan un aumento de las contracciones musculares en el estómago y el intestino delgado.