Cuando la vida va muy revolucionada, vamos corriendo a todas partes y creemos que hemos perdido el norte. Cuidar la alimentación puede ayudar a equilibrarnos y relajarnos para afrontar el día de forma más calmada. 1. La energía serena del arroz Elige el arroz integral : entre comer arroz blanco o integral hay un abismo. No solo por el aroma y la textura del integral, también por su efecto sobre el estado de ánimo. Proporciona equilibrio nervioso y energía gracias a la combinación de carbohidratos, fibra, vitaminas del grupo B y el aminoácido triptófano, precursor de la serotonina, neurotransmisor del bienestar. Al conservar el salvado, retiene mejor los nutrientes . Aporta seis veces más magnesio que el arroz blanco, cuatro veces más vitamina E, el triple de fibra, fósforo y vitaminas del grupo B, y la mitad más de potasio. 2. Té kukicha, el té verde menos excitante La cafeína del té no produce el mismo efecto que la del café: la dosis en una taza es menor y anima, pero no irrita. Y en el caso del té kukicha, tiene una cantidad aún menor : 10 veces inferior al café. "El té de los pobres": así se llama en Japón al té kukicha, porque en lugar de elaborarse con las hojas de la planta se hace con los tallos. Pero no por eso es realmente de menos calidad. El sabor es diferente: dulce y ligeramente almendrado. Para preparar el té kukicha , déjalo en ebullición durante 3 minutos y otros 5 minutos más en reposo. 3. La lechuga te da un buen sueño El lactocarium, el látex que corre por los tallos de la lechuga , posee compuestos sedantes. Tomar una buena ensalada de lechuga con aceite de oliva antes de irse a dormir calma los nervios, ayuda a controlar las palpitaciones y a dormir mejor por las noches. Es rica en ácido fólico , vitamina esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y del metabolismo energético (100 g proporcionan el 18 por ciento de las necesidades diarias). También aporta vitamina C (el 15%) y betacaroteno antioxidante que el hígado convierte en vitamina A. En las ensaladas la lechuga romana es un ingrediente básico por sus hojas crujientes y de sabor suave. Su efecto digestivo te librará de la hinchazón y otras molestias . También es diurética, por lo que ayuda al riñón en su función. 4. El mango es amigo del cerebro Antioxidantes como el ácido gálico, la vitamina C o el betacaroteno mantienen en buen estado las conexiones neuronales y contribuyen al bienestar psíquico. Las tres sustancias antioxidantes se hallan en el mango. La pulpa se presta para elaborar deliciosos y aromáticos batidos y helados caseros . Puedes cortarla a dados y añadirlos en ensaladas, salteados y pastas. 5. Sonrisa de garbanzo La deficiencia de magnesio favorece trastornos anímicos como la depresión y la ansiedad. Una ración de 150 g de garbanzos cocidos aporta el 18% de la necesidad diaria de este mineral. Esta misma ración aporta 15 g de proteína y 5 mg de hierro. Para asimilarlo mejor , toma una ensalada o un postre con un alimento rico en vitamina C. Las legumbres deben estar presentes a diario en los menús vegetarianos por su riqueza en proteína, energía duradera, vitaminas y minerales. Para cocinar los garbanzos: Deja los garbanzos durante una noche entera en remojo Luego cuécelos en agua filtrada durante 2-3 horas. Añádelos cuando el agua rompa a hervir. 6. Apio: un bálsamo nervioso Los troncos crujientes y las hojas del apio constituyen un alimento de gran valor medicinal. Entre sus propiedades se encuentra la de ser un bálsamo para el sistema nervioso , gracias a sus aceites esenciales, ricos en apiol, limoneno, psoralenos o apiína, responsable del olor característico del apio. La fibra del apio reduce la inflamación digestiva y su potasio ayuda a regular la tensión arterial. Además se aconseja en los menús para perder peso (100 g aportan solo 16 calorías). Tomarlo licuado es una manera eficaz de aprovechar sus virtudes. En medicina natural se recomienda este jugo para tratar los trastornos autoinmunes. Si quieres añadirlo a la ensalada, combínalo con manzana . La mezcla de sabores y aromas te sorprenderá.