7 aliados de tu cerebro en cápsulas

Naturópata

20 de mayo de 2021 · 07:00

La fatiga mental y las deficiencias alimentarias pueden hacer necesarios ciertos suplementos que mejoren el rendimiento intelectual, refuercen la memoria y eleven el estado de ánimo.

Analizamos algunos de los mejores suplementos que puedes encontrar en tu herbolario de confianza.

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Foto: Anna García

Omega-3

Los ácidos grasos omega-3, sobre todo el DHA, se hallan en abundancia en el cerebro. Regulan la conectividad dentrítica de las neuronas, la producción de hormonas y la maduración funcional del sistema nervioso central.

Como el organismo no puede elaborarlos, es necesario ingerirlos regularmente a través de la dieta (se hallan, por ejemplo, en las semillas de lino) o en forma de suplementos.

Dosis: Se presentan en cápsulas, perlas o líquido. Como suplemento se aconseja una proporción de 4:1 de ácidos omega-3 respecto a los omega-6, mucho más comunes en la dieta.

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Foto: Anna García

Triptófano

Este aminoácido esencial se encuentra sobre todo en cereales. Su ingesta eleva los niveles de serotonina, un neurotransmisor fundamental para regular el estado de ánimo.

También es precursor de la melatonina, la hormona que regula los ritmos de sueño y vigilia. Por ello resulta eficaz contra el insomnio.

Para un buen metabolismo de este aminoácido el organismo necesita niveles adecuados de algunas vitaminas B y de magnesio.

Dosis: De 500 a 2.000 mg diarios. Es necesario el control médico si se toman psicofármacos recaptadores de la serotonina para la ansiedad.

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Glutamina

Es un aminoácido que las células pueden utilizar como fuente de energía cuando las reservas de glucosa están bajas. Evita el agotamiento muscular, repara las lesiones de la mucosa digestiva, promueve la alerta mental y mejora el estado de ánimo y la memoria.

Estos efectos sobre el sistema nervioso central se deben a que es un precursor de los neurotransmisores gaba y ácido glutámico, imprescindibles para inducir la relajación y mejorar el rendimiento intelectual.

Dosis: Se puede tomar en forma de polvo, pastillas o cápsulas. La dosis preventiva oscila entre 1 y 4g diarios.

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Kalium phosphoricum

Se trata de una de las doce sales de Schüssler. Estas sales se hallan en el organismo pero, si los tejidos no las reciben en la cantidad adecuada, se desequilibra el metabolismo. Al estar homeopatizadas, las sales de Schüssler ejercen un efecto regulador.

El Kalium phosphoricum o fosfato de potasio ayuda a recuperarse del agotamiento mental y del insomnio por exceso de actividad mental.

Dosis: 3 o 4 pastillas al día. En casos agudos, 1 pastilla o 5 gotas cada 15 minutos.

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Vitaminas B

Las vitaminas más importantes para la salud cerebral y del sistema nervioso son las del grupo B. Participan en la formación de neurotransmisores y protegen las células nerviosas.

Este complejo está compuesto por once vitaminas que a menudo interactúan. El estrés, la tensión emocional y el esfuerzo mental agotan rápidamente las reservas de la mayoría de ellas, por lo que se suele aconsejar tomar un complejo de vitaminas B.

Dosis: Como mantenimiento se recomiendan 1 o 2 cápsulas al día de un complejo B. En períodos de estrés puede incrementarse la dosis.

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Ginko

Este árbol originario de China se caracteriza por su longevidad. El extracto de ginkgo se obtiene de sus hojas, que contienen glucósidos flavonoides, biterpenos, esteroles vegetales y ácidos orgánicos. La sinergia de todos estos compuestos ejerce sobre los capilares del cerebro una acción vasodilatora.

El ginkgo mejora el rendimiento cognitivo, la memoria, la falta de atención y la depresión asociada a la edad.

Dosis: Se suele adquirir en cápsulas que mezclan extracto seco con polvo de ginkgo (entre 1 y 3 al día). Si se toman anticoagulantes hay que consultar con un médico.

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Foto: Anna García

Lecitina

Es un componente estructural de las membranas celulares y las vainas protectoras que rodean las neuronas.

La lecitina es muy rica en colina, una sustancia necesaria para la síntesis de acetilcolina, el neurotransmisor del cerebro a su vez necesario para transmitir los impulsos nerviosos. Es vital para que los músculos se contraigan de manera adecuada y previene la pérdida de memoria relacionada con la edad.

Dosis: De 3 a 5 g diarios. Se obtiene de las habas de la soja.