Expertos de toda Europa temen que hasta la mitad los nacidos en la Unión tendrán un desarrollo cerebral insuficiente debido a la deficiencia de yodo.
En nuestro país se hablaba de la deficiencia aguda de yodo que se reflejaba en la inflamación de la glándula tiroides hasta el punto de que se veía un gran bulto en el cuello (el bocio).
Hasta mediados del siglo pasado era un problema frecuente en zonas rurales de interior y montaña donde no llegaba el pescado ni otras fuentes alimentarias con yodo.
La deficiencia de yodo sigue siendo frecuente
Como en la actualidad no hay una carencia tan grave parece que nos hemos olvidado del yodo. Sin embargo, la deficiencia leve es común y puede tener consecuencias muy indeseables.
El yodo es extremadamente importante para el desarrollo de las habilidades intelectuales en niños y jóvenes, y su deficiencia es tan frecuente que expertos de 27 países europeos han decidido realizar una advertencia conjunta sobre las consecuencias.
Los niños necesitan yodo
El yodo es necesario para la producción de las hormonas tiroideas que regulan el crecimiento del cuerpo y en especial del cerebro. Por eso este nutriente debe obtenerse en la dosis adecuada del agua, la sal o los alimentos que lo contienen.
Las embarazadas tienen una necesidad aumentada y para asegurarse de que lo obtienen en cantidad suficiente en nuestro país se les receta protocolariamente un suplemento.
Es muy importante que el nivel de yodo en el embarazo sea el adecuado, ya que un ligero déficit de la madre puede conducir a un cociente de inteligencia menor en el niño.
El yodo participa en procesos vitales
Pero los niños continúan necesitando yodo y a menudo las familias no son conscientes de ello. El yodo no solo es imprescindible para el desarrollo cerebral, también desempeña un papel decisivo en la fertilidad, el funcionamiento del sistema inmunitario y del metabolismo, y en el control del peso.
Sin embargo, según Henry Völzke de la Universidad de Greifswald (Alemania) y coordinador del proyecto EUthyroid, hasta el 50% de los recién nacidos sufren una deficiencia leve de yodo. Para solucionar este problema piden en la "declaración de Cracovia" que la población tenga acceso a alimentos con yodo añadido.
La sal yodada es indispensable
El alimento de consumo generalizado y que más fácilmente se puede enriquecer con yodo es la sal. En nuestro país, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) pide que toda la sal que se comercialice sea yodada o al menos que se subvencione para que resulte más barata que los otros tipos de sal.
Este es un tema especialmente importante para quienes siguen una dieta completamente vegetal, pues las principales fuentes son el pescado y la leche.
No obstante, los vegetarianos pueden obtener suficiente yodo a través de la sal yodada y del consumo de pequeñas dosis de algas (las verduras de mar son muy ricas en yodo y en exceso pueden proporcionar una peligrosa cantidad excesiva).