El color verde, intenso y brillante de la hierba de trigo revela su secreto: el altísimo contenido en clorofila, la sustancia que permite a las plantas absorber la energía solar y transformarla en nutrientes.
Obviamente, en el cuerpo humano no puede cumplir esa función, pero produce un efecto antioxidante y depurativo que ha atraído la atención de terapeutas y consumidores de superalimentos.
Las propiedades de la hierba de trigo
La hierba de trigo tiene una aureola de producto milagroso con increíbles propiedades. Las demostradas no son pocas. Un pequeño estudio realizado en la Universidad de Nueva York ha probado su efecto antiinflamatorio en enfermos con colitis ulcerosa.
La formación de glóbulos rojos es una de las propiedades que se le atribuyen. Una investigación publicada en la revista Indian Pediatrics halló que 100 ml de jugo diarios ayudaron a pacientes con una forma de anemia. Para reforzar su efecto antianémico conviene tomarla acompañada con la vitamina C de una fruta u hortaliza cruda.
Sus cualidades desintoxicantes se han confirmado en estudios como el realizado en el centro médico Ramban, del Instituto Técnico Technion (Israel), que ha probado que reduce la toxicidad del tratamiento con quimioterapia.
La reconocida clínica Mayo también destaca su efecto desintoxicante y considera que es adecuada para mejorar la inmunidad y eliminar bacterias digestivas dañinas.
¿Efectos secundarios?
Es un alimento seguro, pero algunas personas reaccionan –sobre todo al jugo fresco– con náuseas, diarrea, dolor de cabeza o síntomas alérgicos.
Estas molestias suelen ser temporales y aparecen en personas poco acostumbradas a consumir hojas verdes. Para evitarlas, conviene empezar con una cucharada e ir aumentando poco a poco. También se puede rebajar con agua u otros zumos.