Desde que se descubrieron las pinturas rupestres, los arqueólogos se han preguntado sobre el significado de los elementos no figurativos, como puntos y rayas que aparecen junto a los animales magníficamente dibujados en las paredes y techos de las cuevas. Ahora, un experto en restauración y conservación de muebles de Londres ha descubierto que pueden tratarse de anotaciones en el marco de un calendario lunar.

Puntos y rayas son anotaciones del ciclo reproductivo de los animales

El hallazgo de Bennett Bacon ayuda a entender por qué los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo, hace 37.000-20.000 años, realizaron, pinturas rupestres. Bacon y un grupo de especialistas han probado que las marcas en las pinturas son notas sobre el momento de los ciclos reproductivos de los animales. Esta fue la conclusión después de analizar los patrones repetitivos hallados en las imágenes. Para ello, Bacon pasó muchas horas en internet observando las reproducciones de más de 600 pinturas y consultando la Biblioteca Británica.

En particular, examinó un signo similar a una 'Y', que se hallaba en algunas pinturas, y pensó que podría ser un símbolo de "dar a luz", porque mostraba una línea que crecía a partir de otra. Finalmente pudo demostrar que así era.

Al avanzar con la investigación, Bacon buscó la ayuda de amigos y académicos de alto nivel, que lo alentaron a continuar con sus investigaciones a pesar de que Bacon no es un investigador profesional, sino "una persona de la calle".

Formó un equipo que incluía a dos profesores de la Universidad de Durham y a uno del University College de Londres y, al calcular los ciclos de nacimiento de animales actuales similares, dedujeron que la cantidad de marcas en las pinturas rupestres era un registro de las épocas de apareamiento y reproducción de los animales dentro de un mes lunar.

Un calendario lunar y biológico

Según el estudio, cuando los puntos y rayas se encuentran en estrecha asociación con imágenes de animales constituyen números que denotan meses y forman partes constituyentes de un calendario fenológico/meteorológico local que relaciona los fenómenos biológicos con el clima, que comienza en primavera y registra el tiempo a partir de este punto en meses lunares.

Por tanto, el hallazgo implica el descubrimiento del calendario lunar más antiguo que se conoce. Los descubrimientos del equipo fueron publicados en el Cambridge Archeological Journal.

La investigación explica que las unidades de tiempo más obvias para los grupos no agrícolas son los meses lunares. El ciclo recurrente de las cuatro fases de la luna proporciona un marco fácilmente visible para cuantificar el tiempo y, si es necesario, el ciclo de aproximadamente 29 días podría subdividirse en cuatro subfases de aproximadamente 7 días. Como ninguna de las secuencias halladas en las pinturas rupuestres contiene más de 13 marcas, es consistente con la referencia de los 13 meses lunares de un año.

Una investigación realizada por un aficionado

El profesor Paul Pettitt, de la Universidad de Durham, dijo que estaba "contento de haberlo tomado en serio" cuando Bacon lo contactó. "Los resultados muestran que los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo fueron los primeros en usar un calendario sistemático y marcas para registrar información sobre los principales eventos ecológicos dentro de ese calendario".

"Además, podemos demostrar que estas personas, que dejaron un legado artístico espectacular en las cuevas de Lascaux (Francia) y Altamira (España), también dejaron una manera de registrar el paso del tiempo, algo que luego se convirtió en algo común en nuestra especie".

Bacon dijo que nuestros antepasados eran "mucho más parecidos a nosotros de lo que habíamos pensado anteriormente. Estas personas, separadas de nosotros por muchos milenios, de repente nos resultan mucho más cercanas".

Otros calendario lunares

Hasta el descubrimiento de Bacon, el calendario lunar. más antiguo conocido se había encontrado en Escocia, en un campo de Aberdeenshire. Este calendario, que se descubrió en 2004, consta de una serie de 12 hoyos que parecen imitar las fases de la luna y los meses lunares y se cree que tiene unos 10.000 años de antigüedad.

Referencias científicas: