Los dolores de cabeza que aparecen de manera súbita pueden ser debidos en ocasiones al aire contaminado. Un estudio dirigido por el doctor Sabit Cakmak, que trabaja para el Ministerio de Sanidad de Canadá, ha revelado que los ingresos hospitalarios por migrañas y otros tipos de dolor de cabeza aumentan los días en que los niveles de contaminación ambiental son más altos.

La investigación midió la concentración de ozono y agentes contaminantes como monóxido y dióxido de nitrógeno (NO y NO2), dióxido de azufre (SO2 ), monóxido de carbono (CO) y partículas finas (PM) en siete puntos de la ciudad de Santiago (Chile) a lo largo de cinco años.

Durante el mismo período, los científicos recogieron información sobre la cantidad de hospitalizaciones por migraña, cefalea tensional y otros tipos de dolor de cabeza.

Los gases emitidos por los coches son la causa de las migrañas

Cuando reunieron los datos hallaron que la contaminación era un factor de riesgo para todos los tipos de dolor de cabeza. La posible relación de causa y efecto no cambia aunque se tengan en cuenta la influencia de la edad, el sexo o la estación, ha señalado el doctor Sabit Cakmak.

Un estudio posterior de la Universidad de Harvard ha confirmado que, especialmente durante el invierno, los contaminantes emitidos por los vehículos urbanos con motor de combustión favorecen la aparición de migrañas y dolores de cabeza.

Este estudio también muestra que el ozono y la humedad pueden tener una incidencia sobre los dolores de cabeza durante el verano.

El aire interior en las casas también causa dolores de cabeza

Hasta el 60% de los españoles sufre estrés y dolores de cabeza debido a la mala calidad del aire de sus casas, según el Barómetro sobre la Calidad del Aire Interior publicado por Daikin.

Según el trabajo, la contaminación del aire interior favorece las alergias, los dolores de cabeza, las alteraciones de la piel, los resfriados y las alteraciones del sueño.

Un 22% de los españoles consideran el tabaco y el humo de las cocinas como una de las principales fuentes de contaminantes, un 15% acusan a las personas y animales que conviven en los hogares y otro 15% culpan a los productos de limpieza y otras sustancias químicas.

Cómo mejorar la calidad del aire interior

La ventilación es la principal medida para reducir la concentración de gases tóxicos dentro del hogar. Para que la ventilación sea eficaz conviene crear corrientes cruzadas, es decir, abrir ventanas situadas con diferente orientación para que el aire pueda circular.

Otra manera es contar con aparatos de depuración del aire con filtros de alta eficiencia HEPA.

Para reducir la contaminación interior hay que evitar los muebles y objetos construidos con pegamentos que liberan compuestos orgánicos volátiles. Tampoco es necesario utilizar productos de limpieza con químicos.

Otras medidas eficaces son no introducir los zapatos en la casa y contar con plantas que son capaces de absorber una pequeña parte de los contaminantes.

En cuanto a la calidad del aire exterior, se puede evitar el uso de transportes con motor de combustión. Desplazarse a pie, en bicicleta o patín son las mejores opciones. Los vehículos eléctricos aparentemente contaminan menos, pero en realidad el desgaste de los neumáticos (son vehículos muy pesados) contribuye al aumento de la concentración de las partículas finas en el aire.

Referencias científicas: