Todos buscamos el amor, ese que nos acompañe a lo largo de nuestra vida, que nos cuide, nos empuje a conseguir todo aquello que nos proponemos y no nos ponga peso en las alas. Todos buscamos, sí, pero en esa búsqueda no podemos olvidarnos de enamorarnos de nosotros mismos para, luego, encontrar el amor en los otros.
En nuestra sociedad perduran concepciones erróneas del ser humano que se transmiten de generación en generación y que no dudamos en aceptar como verdad. Una de ellas es, sin duda, esa que nos empuja a buscar nuestra media naranja. Esta frase hecha es muy perjudicial, ya que nos está diciendo que cada individuo es solo una mitad que necesita de otra para ser feliz.
Pero no es así. Somos seres completos.
Naranjas enteras que deben juntarse desde la libertad, no desde la necesidad ni desde el querer encontrar en los otros lo que debemos buscar en nosotros mismos. Pero nuestra concepción del amor no es esta.
Cómo enamorarte a ti misma
¿Por dónde empezar a enamorarnos de nosotros mismos? Es más sencillo de lo que parece, pues se trata de hacer todas aquellas cosas que normalmente hacemos para enamorar a otras personas, pero dirigidas a nosotros.
Se trata de dedicarnos tiempo. Prestarnos atención. Ser respetuosos. Cariñosos. Interesarnos por nuestras preocupaciones… Eso, en definitiva, que hace que nos enamoren.
Podemos establecer cinco grandes puntos, pero lo más importante es que cada uno encuentre su camino y se enamore de sí mismo a su manera, porque nadie nos conoce mejor de lo que podemos llegar a conocernos nosotros.