El cáñamo nutricional es una semilla llena de sorpresas. Aunque parezca que su consumo acaba de ser descubierto en Occidente en las últimas décadas, su uso en Asia y Europa ha sido milenario. Y no solo podemos añadirlo a batidos y ensaladas... También podemos elaborar con él un tofu delicioso y rico en proteínas muy poco alergénico, más conocido por su nombre en inglés hemp-fu.
En este artículo te contamos cómo elaborar tu propio tofu de cáñamo o hemp-fu, pero veamos antes las propiedades de las semillas de cáñamo y las ventajas de utilizarlas para elaborar tofu.
Unas semillas inocuas y con múltiples usos
En el siglo pasado, el cáñamo quedó limitado por el control sobre el cultivo de las variedades psicotrópicas pero las nuevas regulaciones de consumo han puesto de nuevo sobre la mesa las tipologías más inocuas.
Por eso el cáñamo nutricional –hemp en inglés– es un producto distinto de la marihuana, que carece de efectos narcóticos y tiene muy variadas e interesantes propiedades nutricionales. Para evitar confusiones, siempre es aconsejable adquirirlo envasado y en tiendas especializadas en alimentación ecológica.
En tiempos de nuestros abuelos todavía se utilizaban los cañamones tostados a modo de tentempié aperitivo, como si fueran pipas. Y era costumbre hacer infusiones con ellos para facilitar el sueño en los niños. Después, quedaron como un alimento para los pájaros, a causa de la dureza de su cáscara.
Pero en la actualidad estas semillas se venden descascarilladas, de manera que no solo son muchísimo más fáciles de comer sino que ganan en sabor y en valor nutricional.
Por qué hacer tofu con cáñamo
Son muchas las ventajas de utilizar semillas de cáñamo para hacer tofu y se deben básicamente a sus valiosas propiedades nutricionales:
- Rico en proteínas completas: Una de las razones por las que se puede hacer tofu con el cáñamo es su extraordinaria riqueza en proteínas de la máxima calidad, más de un 33% de su peso en seco. Estas proteínas contienen todos los aminoácidos esenciales en proporciones semejantes a las de la soja y el huevo, además de un extra sorprendentemente alto de arginina.
Eso lo convierte en un complemento ideal para dietas veganas, para las etapas de crecimiento y para las personas que practican deportes cuando su albúmina cuaja se coagula en forma de tofu. - Grasas en una proporción idónea: Más sorprendente todavía es su bagaje en ácidos grasos esenciales, que sobrepasa el 44%.Tiene una proporción de poliinsaturados omega-3 y omega-6 altísima, en la relación idónea para la salud humana.
- Ricas en antioxidantes: Estas grasas vienen acompañadas de fitonutrientes que incrementan la función inmunológica, fluidifican la sangre y refuerzan las membranas celulares y neuronales. Está comprobado que reducen el colesterol alto, los triglicéridos y la presión arterial. Son especialmente beneficiosos para reforzar el sistema nervioso y las funciones cognitivas.
- Remineralizantes: Entre los minerales, el cáñamo destaca por su enorme aportación de magnesio orgánico, un eficaz relajante del sistema nervioso. También son importantes las cantidades de hierro, calcio y zinc.
- Ricas en vitaminas: Entre las vitaminas, es relevante su aporte de tocoferol o vitamina E, con un destacado efecto antioxidante.
- Muy poco alergénico: Una de las ventajas del cáñamo es que es muy poco alergénico. No contiene gluten, no contiene soja y, como es una semilla, suele ser inocuo para las personas con intolerancia a los frutos secos de árbol. Además, carece de elementos modificados genéticamente o OMG.
El tofu de cáñamo o hemp-fu en la cocina
Como hemos visto, al tofu de cáñamo también se le denomina por su nombre anglosajón, hemp-fu o incluso hefu. En algunos países como Estados Unidos o Italia se comercializa en las tiendas especializadas y por Internet.
Para realizarlo hay que partir de una leche de cáñamo más concentrada de lo habitual, para que la proporción de proteína y albúmina sean mayores. Con todo, su consistencia no es exactamente igual a la del tofu de soja, sino que es más granulado y en general tiende a desmenuzarse un poco.
En cocina es más apto para tomarlo revuelto que para cortarlo en tacos o lonchas finas como se espera del tofu de soja común. Pero tiene un suave sabor a fruto seco que lo hace muy atractivo.
En cocina es muy versátil. Admite combinaciones tanto dulces como saladas: se puede utilizar en salteados de verduras o rellenos, o en postres de frutas o mermeladas.
Es preferible no congelarlo, porque tiende a romperse su textura.
3 maneras de preparar tu propio tofu de cáñamo
Existen diversas variantes y modos de elaborarlo:
- Hemp-fu ligero
- Hemp-fu firme
- Hemp-fu compacto
Te dejamos la receta para que puedas hacerlos en casa:
1. Hemp-fu ligero
Se elabora solo con la leche ya colada y tiene una consistencia muy suave. Algunas personas sustituyen el baño María por el microondas.
Ingredientes:
- 200 g de semillas de cáñamo descascarilladas en remojo de 3 horas
- 500 ml de agua
Preparación:
- Tritura las semillas en 250 ml de agua.
- Añade el resto del agua y deja reposar 15 minutos.
- Cuela, apretando el okara al máximo.
- Calienta la leche al baño María durante 15 minutos sin que hierva, hasta que coagule.
- Filtra la masa coagulada por un colador con un tamiz fino.
- Agrega un peso encima para que siga soltando agua durante unas horas.
2. Hemp-fu firme
Es mi preferido, por su consistencia firme y su sabor almendrado. El método de elaboración es muy similar pero se elabora con la leche sin colar, conteniendo las semillas, de manera que queda realmente como un queso vegetal.
Ingredientes:
- 200 g de semillas de cáñamo descascarilladas en remojo 3 horas
- 500 ml de agua
Preparación:
- Tritura las semillas en 250 ml de agua.
- Añade el resto del agua y deja reposar 15 minutos.
- Calienta la leche al baño María durante 15 minutos sin que hierva, hasta que coagule.
- Filtra la masa coagulada por un colador con un tamiz fino.
- Agrega un peso encima para que siga soltando agua durante unas horas.
3. Hemp-fu compacto
Es el que se suele comercializar. Al estar coagulado con Nigari toma una consistencia más compacta y similar al tofu de soja. Puede hacerse con la leche colada o conteniendo las semillas, aunque lo común es esta segunda opción.
Ingredientes:
- 200 g de semillas de cáñamo descascarilladas en remojo 3 horas
- 500 ml de agua
- 1/2 cucharadita de Nigari (cloruro de magnesio)
Preparación:
- Tritura las semillas en 250 ml de agua.
- Hierve la leche con las semillas trituradas durante cinco minutos.
- Disuelve el Nigari en el resto del agua y añade la mitad a la leche caliente, removiendo vigorosamente.
- Añade el resto del Nigari, remueve suavemente y deja reposar 15 minutos, hasta que espese.
- Filtra la masa coagulada por un colador con un tamiz fino.
- Agrega un peso encima para que siga soltando agua durante unas horas.