Cuando llega la primavera, nuestro cuerpo entra en una fase depurativa natural. Ya no necesita retener energía y nutrientes como en invierno, y las mucosas se hidratan y permiten la salida de toxinas. En verano el organismo sigue pidiendo alimentos ligeros y jugosos que ayuden a mantener la hidratación.
Las ensaladas resultan muy indicadas para favorecer esos procesos de eliminación gracias a los alimentos vegetales frescos y crudos, ricos en fibra, vitaminas y compuestos antioxidantes. También son ideales cuando se instala el calor. Necesitamos no sobrecargar al organismo con platos pesados y aprovechar al máximo las propiedades vitalizantes de los vegetales frescos.
- Combina ingredientes. Añade grasas sanas que refuerzan las membranas celulares: aceites de oliva, coco y cáñamo de primera presión en frío, aguacates, semillas… Además, protegen frente a los radicales libres gracias a su vitamina E.
- Juega con los colores. Incluye alimentos intensamente rojos, naranjas y amarillos porque son ricos en carotenoides que reducen el riesgo de contraer enfermedades degenerativas y crónicas. Si empiezas ahora a tomar cada día una ensalada como esta, tu piel permanecerá hidratada y resistirá la acción del sol en los próximos meses.