Si diagnostican TDHA a tu hijo o hija y le recetan Ritalin, Concerta o algún otro derivado, es importante no precipitarse e informarse bien.

¿Es imprescindible el tratamiento farmacológico?

La base de estos medicamentos son anfetaminas y tienen un comprobado efecto negativo sobre su desarrollo físico, además de afectar al sistema cardiovascular.

Contrastar con otros tipos de abordaje de las problemáticas infanto-juveniles que no ponen en peligro la salud física de los niños ayuda a solucionar el núcleo conflictivo y además les hacen confiar en sus propios recursos.

¿Se podía haber evitado?

No quedarse atrapados en el falso dilema de: o es un problema orgánico del niño o la culpa es de los padres. Aquí nadie es culpable de nada, pero sí, que como adultos, hemos de ayudar a entender qué está pasando.

Ellos no saben qué les pasa. Y nosotros tampoco. Los niños están recibiendo e interpretando con sus cuerpos multitud de estímulos que no logran significar más allá del niño malo, bueno o enfermo; del me gusta o me disgusta.

¿Cómo puedo ayudar yo a mi hijo o hija con TDAH?

Nadie nace enseñado respecto a los vericuetos de la psicología humana, ni los padres, ni los hijos ni mucho menos los enseñantes. Hay que recordar que la cría humana nace prematura y dependiente. Y llega a desarrollar su cerebro y su sociabilidad mediante su contacto con el mundo de la palabra, los juegos y la curiosidad.

En la capacidad de ir abriendo los comportamientos, desmenuzándolos conjuntamente, creando formas distintas de interpretar la realidad, ellos y lo que les rodea, encontrarán su sentido.