Aprender a respirar es fundamental para nuestro bienestar, aunque planteado así parezca una tontería, porque ¿acaso no lo hacemos automáticamente? Pues sí, pero no siempre respiramos con todo nuestro potencial. De hecho, en general, solo utilizamos el 30% de nuestra capacidad respiratoria, pues en vez de expandir y llenar completamente nuestros pulmones de aire, lo hacemos de manera superficial. ¿Consecuencias? Falta de vitalidad, insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, estrés…
Respiramos automáticamente alrededor de 20.000 veces al día, así que aprender a respirar de forma consciente y profunda nos ayudará a aumentar la capacidad de concentración y la autoconciencia física y mental, a combatir la ansiedad y a conseguir una mayor serenidad, equilibrio emocional y fortaleza física.
En este contexto, el yoga es un gran aliado porque, además de aumentar la conciencia de la respiración, ciertas posturas (como las de la secuencia que propongo), abren el pecho y flexibilizan la caja torácica favoreciendo la capacidad pulmonar.
Yoga, respiración y gestión emocional
La importancia de la respiración va más allá de los aspectos fisiológicos, pues también afecta a las emociones y los pensamientos.
Una respiración consciente y relajada puede eliminar mucho más que toxinas: nos ayuda a liberar tensiones, aumenta nuestra conciencia corporal y es una fantástica herramienta para gestionar las emociones, que pueden desequilibrar tanto la respiración como los ritmos vitales.
Obsérvate en diferentes momentos de un día normal y podrás ver cómo tu respiración cambia dependiendo de la emoción que experimentas. Por ejemplo:
- El miedo: la inhibe y bloquea.
- La ansiedad: la acelera.
- La tristeza: la ralentiza.
- El estrés: la entrecorta.
La respiración es el hilo que conecta el cuerpo y la mente, así como una valiosa herramienta para gestionar nuestras emociones. Si en algún momento tomas conciencia de que tu respiración no es adecuada, procura regularla haciéndola más profunda. Convierte esta práctica en un hábito diario (cuando vayas en el coche, mientras limpias, leyendo un libro, etc.) y en muy poco tiempo observarás cómo mejora.
Ejercicios de yoga para ganar vitalidad y equilibrio
Mientras realices esta secuencia de yoga enfócate en tu respiración. Aprovecha la apertura de pecho que favorecen la mayoría de las asanas para llenar los pulmones de aire lenta y profundamente, siente cómo se expanden las costillas y suelta el aire progresivamente y sin prisas, vaciándote de tensiones y emociones tóxicas. Si mantienes tu concentración en respirar así, tras la práctica te sentirás más vital y equilibrada y con una agradable sensación de paz.