Se calcula que alrededor del 4% de los adultos y el 6% de los niños sufre una alergia alimentaria. Es decir, el consumo de determinados alimentos o ingredientes de estos puede comportar consecuencias adversas para su salud. Y, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), este es un problema que va en aumento. Los causantes de estas alergias son los llamados alérgenos alimentarios.

¿Qué es un alérgeno alimentario?

Un alérgeno alimentario es una sustancia presente en un alimento que puede desencadenar una respuesta inmunitaria anormal en algunas personas.

Cuando una persona con alergia alimentaria consume un alimento que contiene el alérgeno, su sistema inmunitario identifica erróneamente el alérgeno como dañino y libera sustancias químicas como la histamina, que pueden causar síntomas como urticaria, hinchazón, malestar gastrointestinal, dificultad para respirar e incluso anafilaxia en casos graves.

Las personas con alergias alimentarias deben evitar aquellos alimentos que contienen el alérgeno al que son sensibles y, en muchos casos, llevar encima medicamentos por si entran en contacto accidentalmente con él y tienen una reacción grave, como un inyector de adrenalina (epinefrina).

Lista de alérgenos alimentarios

Se conocen más de 170 alimentos que causan alergias alimentarias. Sin embargo, los 8 alérgenos alimentarios más comunes son responsables de un 90% de las alergias: los cacahuetes, los frutos secos, la leche, los huevos, el pescado, el marisco, la soja y el trigo.

La Unión Europea obliga a las empresas alimentarias a informar sobre 14 alérgenos si están presentes en sus productos. Estos incluyen los 8 más habituales que hemos mencionado antes y otros que también son habituales. Los alimentos o sustancias que conforman la lista de los 14 alérgenos alimentarios de la UE son:

  1. Cereales que contengan gluten (trigo, centeno, cebada y avena).
  2. Crustáceos (como langostinos, cangrejos o langostas).
  3. Huevos.
  4. Pescado.
  5. Cacahuetes.
  6. Soja.
  7. Leche.
  8. Frutos de cáscara (como las almendras, avellanas, nueces, anacardos o nueces de Brasil).
  9.  Apio.
  10. Mostaza.
  11. Granos de sésamo.
  12. Dióxido de azufre y sulfitos (conservantes utilizados en la fruta desecada, el vino y otros alimentos).
  13. Altramuces.
  14. Moluscos (como almejas, mejillones o calamares).

No obstante, y aunque estas son las sustancias que más habitualmente causan alergias, hay muchas otras que también pueden causarla. De hecho, se puede desarrollar alergia a multitud de alimentos, por ejemplo:

  • Las frutas (entre las más habituales son el melocotón, las fresas, el kiwi y la piña).
  • La carne roja (debido a la alergia a un azúcar llamado alfa-gal).
  • Las verduras (como los tomates o el ajo).
  • Las especias (como el comino o el cilantro).
  • Las legumbres (garbanzos, guisantes, etc.)

Hay que tener en cuenta que las alergias alimentarias pueden desarrollarse a cualquier edad. Es decir, que el hecho de que nunca hayas tenido alergia a, por ejemplo, los cacahuetes, no quiere decir que no la puedas empezar a tener en cualquier momento.

También es importante destacar que incluso cantidades mínimas del alérgeno pueden causar una reacción grave en algunas personas. Por ello, es importante leer detenidamente las etiquetas de los alimentos y, si tienes dudas, pedir información al fabricante o a la empresa alimentaria para evitar una exposición accidental a un alérgeno

Símbolos de los alérgenos alimentarios

En muchos países, la ley exige que los alérgenos alimentarios estén claramente mencionados en el etiquetado de los alimentos envasados.

En España (y en toda la Unión Europea), la ley obliga a indicar claramente en el etiquetado de los alimentos envasados los 14 alérgenos alimentarios que hemos mencionado antes en la lista de ingredientes (destacado en negrita, cursiva o subrayado) o, si no hay lista de ingredientes, a incluir la mención “contiene” seguida de la sustancia (por ejemplo, “Contiene cacahuetes”).

En ocasiones, pueden aparecer menciones del tipo “Puede contener + alérgeno”, que advierten de una posible presencia no intencionada de un alérgeno, por ejemplo, por una posible contaminación cruzada.

La información sobre los alérgenos debe constar también en los productos que se venden a distancia y en aquellos que se venden sin envasado, como ocurre en los bares, restaurantes o panaderías.

A menudo, se utilizan una serie de símbolos que representan los 14 grupos de alérgenos, como un cacahuete, una brizna de trigo, etc., aunque estos iconos no están estandarizados y pueden variar un poco según el fabricante.

Iconos de los alérgenos alimentarios más comunes

Además, la legislación española obliga a las empresas alimentarias a facilitar información sobre cualquiera de los 14 alérgenos alimentarios si se les solicita, aunque el alérgeno no esté indicado en la etiqueta.