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Lechuga hoja de roble, ligera y con ácido fólico
Las hojas onduladas y violáceas de esta lechuga de invierno, muy decorativas en las ensaladas, resultan más dulces y carnosas que las de otras variedades. Le sientan bien los tomates cherry o cereza, la cebolla dulce, el pepino y otras hortalizas habituales en la ensalada clásica, pero también es idónea para componer ensaladas más creativas, con frutas, quesos tiernos y frutos secos, y aliñarla con vinagretas densas, de miel o de mostaza, añadidas en el último momento.
Al igual que otras variedades de lechuga, la hoja de roble está compuesta sobre todo por agua (95%) y resulta muy ligera (aporta unas 15 calorías por 100 gramos). Se considera remineralizante, por su variado aporte de minerales en pequeñas cantidades, y una buena fuente de vitaminas: principalmente provitamina A, ácido fólico y vitaminas C y K.
El color violáceo se lo dan las antocianinas, unos pigmentos de acción antioxidante.