Usar correctamente los envases en que vienen los alimentos o los tápers en que los guardamos es esencial para disminuir el riesgo de que los alimentos y bebidas se contaminen con compuestos tóxicos.Según la  Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una de cada tres personas no lo hace bien. 

¿Dónde se esconden los PFAS en tu hogar? Te lo descubrimos en este vídeo:

los desconocidos riesgos asociados a los envases alimentarios

La OCU, en colaboración con Euroconsumers, ha entrevistado a 1.048 personas de entre 18 años y 74 años. La mayoría reconoce que no está bien informada sobre la composición de los materiales del menaje ni sobre la forma correcta de guardar los alimentos. En cuanto al riesgo de transferencia química desde el envase al alimento, solo 15 por ciento se siente bien informado.

Una de cada cuatro personas incluso cree que no es posible que esta transferencia ocurra desde un envase de plástico a un alimento ácido (como el tomate) o graso (como el aceite), aunque esté demostrado por la ciencia. 

Para los encuestados, el plástico es el material que les produce mayor impresión de peligro y es, ciertamente, el que posee un mayor riesgo cuando se calienta el contenido. Sin embargo, solo un 15 por ciento de los encuestados sabe que la migración de sustancias al alimento es más probable cuando se guarda caliente en el envase o cuando se emplean envases plásticos de un solo uso.

Los encuestados aciertan cuando creen que los recipientes de vidrio y cerámica son más adecuados para el microondas. También cuando consideran que el acero es un material estable. 

La OCU solicita una campaña de información sobre la seguridad de los envases alimentarios

A la vista de los resultados de la encuesta, la OCU no duda en solicitar al Ministerio de Consumo que lleve a cabo una campaña de información sobre el uso adecuado de los envases y de los materiales que entran en contacto con los alimentos.

Consejos para evitar la trasferencia química del envase al alimento

La OCU ofrece una serie de consejos para evitar posibles contaminaciones: 

  • Evita la utilización de envases viejos, desgastados o que desprendan sabores u olores raros.
  • Recurre preferiblemente a los recipientes de vidrio, acero inoxidable o cerámica.
  • Da preferencia a los envases con el símbolo de la copa y el tenedor. Este icono significa que el envase cumple las normativas de la Unión Europea para contener alimentos.
  • Si es posible, no calientes envases de plástico en el microondas. Si lo haces, asegúrate de que muestra el símbolo de "apto para microondas", que generalmente indica, además, la potencia máxima a que puede ser expuesto. 
  • Al calentar la comida, respeta la temperatura máxima indicada por el fabricante.
  • Los envases de un solo uso, como los de agua o helado no se deben reutilizar ni ponerlo dentro del microondas.
  • Aunque el alimento venga en un envase de plástico o cartón impermeabilizado, listo para el microondas, es conveniente trasvasarlo a uno de vidrio o cerámica. 
  • No utilizar envases de fibra de bambú mezclada con resinas plásticas porque pueden tener en su composición sustancias tóxicas como la melamina y el formaldehido (su uso como envase alimentario está prohibido en la Unión Europea).
  • No usar papel de aluminio para envolver alimentos salados o ácidos, porque estos favorecen la liberación de partículas metálicas (lo indican los propios fabricantes en el envoltorio del papel de aluminio).