El hinojo es crujiente y ligeramente dulce, lo que agrega una contribución refrescante a la siempre popular cocina mediterránea. Asegúrante de incluirlo en tu selección de verduras frescas desde el otoño hasta principios de la primavera cuando esté en su mejor momento. El hinojo pertenece a la familia de las umbelíferas y, por lo tanto, está estrechamente relacionado con el perejil, la zanahoria, el eneldo y el cilantro.

Es un bulbo blanco o verde pálido del que salen tallos superpuestos. Los tallos están cubiertos con hojas verdes plumosas cerca de las cuales crecen las flores y producen semillas de hinojo. El bulbo, el tallo, las hojas y las semillas son comestibles.

De chiquito me encantaba el anís, y de grande, cada vez que me topo con él, me sigue transportando a esos recuerdos de infancia. El hinojo o anís de Florencia es un fruto único, y no solo por su característico bulbo y dulce aroma, sino también por sus flores, cuyo delicioso sabor cambia conforme la planta crece. Las flores se convertirán en semillas y devendrán un preciado condimento.

Cómo aprovechar el hinojo en cada momento

Contemplando su crecimiento podemos aprender muchísimo sobre los ciclos de naturaleza y nuestro estrecho vínculo con ellos. Qué hermoso conocer de dónde vienen las hortalizas y frutas que vemos a diario en verdulerías o mercados.

Si tenemos la suerte de cultivarlo, podremos sacarle provecho en las diferentes fases de crecimiento de la planta. De hecho, el bulbo podemos cosecharlo en cualquier momento, y así tener bulbos grandes o chiquitos, con sus respectivas hojas. Y es que las hojas, ricas en betacaroteno, son ideales para añadir a muchas preparaciones.

Si dejamos que la planta siga su ciclo, sus tallos crecerán y en el momento oportuno brotarán sus flores, de las que después podremos aprovechar las semillas. Las flores son como un caramelo de anís. Con ellas puedes hacer muchas cosas, pero son insuperables tal cual, solas.

¡No lo dudes! El hinojo tiene, por otro lado, muchas propiedades nutricionales. En temporada, no lo dudes: incorpóralo a tu cocina.¡Y ten en cuenta que en muchas regiones también crece silvestre!

Cómo se prepara en crudo

El hinojo, con su fresco aroma anisado, da mucho juego en la cocina. Recuerda que puedes añadir las hojas a tus preparaciones, ensaladas e incluso postres.

  • En zumo: combínalo con raíces o frutas como manzana o piña. También con hojas verdes, limón y apio. Es muy agradable.
  • Ensaladas: córtalo en finas láminas. Puedes combinarlo con muchos ingredientes, ¡investiga!
  • Patés: así como en muchas ocasiones te he recomendado hacer patés con hortalizas y semillas o frutos secos remojados y condimentos, con el hinojo también puedes hacer ricos patés. Con pipas de girasol, limón, sal y comino, por ejemplo, queda delicioso.
  • Sopas: del mismo modo que haces gazpacho, puedes hacer sopas frescas con hinojo. Con aguacate y ajo combina de maravilla.
  • Fermentado: inclúyelo en la receta del kimchi, te aportará tonos muy agradables. También puedes fermentar hinojo solo, tipo chucrut, o en salmuera.
  • Deshidratado: córtalo en rodajas, deshidrátalo y luego tritúralo hasta que obtener un polvo. Lograrás un condimento genial, que también puedes mezclar con sal y añadir a tus preparaciones. Otra opción es hacer crackers: entra en cuerpomente.com y busca recetas de crackers raw. Elige alguna de ellas y añádele hinojo.