La piel es el órgano más extenso de todo el cuerpo y, aunque marca la frontera entre el mundo interior y el exterior, su aspecto exterior puede decirnos mucho sobre nuestro interior. La alimentación y el aspecto de la piel están estrechamente relacionados. Tomar algunos alimentos es esencial para que mantenga su salud y apariencia, mientras que la ingesta de otras comidas puede perjudicarla. A continuación respondemos algunas de las dudas más habitualos sobre la relación entre lo que comemos y el aspecto y la salud de nuestra piel.

Es importante tener en cuenta estos aspectos, puesto que la piel actúa como una defensa frente a las agresiones externas y protege del calor, el frío y las bacterias. La medicina naturista incluso considera la piel como el tercer riñón, ya que elimina sustancias de desecho y toxinas.

¿La piel refleja déficits nutricionales?

Una dieta deficitaria en nutrientes esenciales se ve reflejada en el aspecto de la piel. Sucede así con las dietas muy ricas en azúcar refinado, proteínas animales y grasas saturadas, porque acidifican la sangre. El resultado puede ser la aparición de acné, dermatitis y erupciones.

La piel avisa de las carencias nutricionales y de los excesos de tóxicos presentando imperfecciones, descamación, dermatitis y otros problemas. Por ejemplo, una piel seca y arrugada con tendencia a la descamación puede estar señalando un déficit de ácidos grasos omega-3 y omega-6, así como de colágenos.

Una buena alimentación a base de verduras, hortalizas y frutas, y beber suficiente agua son los pilares básicos del cuidado de la piel, puesto que garantizan el aporte de vitaminas, minerales, aminoácidos, grasas, colágenos y agua. Evita que la piel se deteriore y le da un aspecto bello y saludable.

¿Qué nutrientes necesita la piel?

Los principios activos que necesita la piel para mantenerse sana son vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Todos ellos se encuentran de forma natural en alimentos como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, semillas oleaginosas, frutos secos y algas.

  • Le van bien los antioxidantes (vitamina E, betacaroteno, coenzima Q10, selenio y vitamina C, que además interviene en la síntesis de colágeno) para contrarrestar los radicales libres del sol y la contaminación y prevenir el envejecimiento celular.
  • Las grasas desempeñan un papel fundamental en la protección de la piel ya que aseguran un manto hidrolipídico correcto y proporcionan hidratación, tersura y brillantez. Las más saludables son las monoinsaturadas: el ácido oleico u omega-9 presente en el aceite de oliva prensado en frío; y las poliinsaturadas: el omega-3 y el omega-6 de semillas oleaginosas y frutos secos.
  • Los colágenos (ácido hialurónico, silicio) para evitar las arrugas. Es la proteína fibrosa que mantiene unidos los tejidos. Cuando se degrada da lugar a arrugas en la piel. Fuentes vegetales de colágeno son el limón, la fresa, la cebolla, el pimiento y el tomate.
  • Muchos minerales resultan beneficiosos para la piel:
    • El cincparticipa en la regeneración del tejido cutáneo y la síntesis de colágeno y elastina, que proporciona elasticidad y tonicidad a la piel.
    • El hierro es indispensable para la producción de hemoglobina y la oxigenación de los tejidos.
    • El azufre favorece la pigmentación de la piel.
    • Y el silicio es fundamental para sintetizar el colágeno: su carencia produce envejecimiento prematuro, arrugas y estrías.

¿Qué alimentos perjudican la piel?

Más que alimentos en concreto, lo que perjudica a la piel es el tabaco y una dieta desequilibrada en general. Pero es cierto que el consumo excesivo de proteínas animales, café y grasas saturadas acidifica la sangre y favorece la toxemia, lo que se traduce en una piel de peor aspecto.

Tanto el alcohol como el café acidifican el organismo. Para que el cuerpo funcione bien necesita un pH sanguíneo ligeramente alcalino (7,4). La piel y los riñones se encargan de eliminar el exceso de ácido.

Gran parte de los eccemas, urticarias, pruritos y eritemas pueden deberse a la irritación causada por la acidez del sudor.

¿Cuánta agua necesita la piel?

Para mantener la piel hidratada es importante ingerir agua, ya sea en su forma pura o en zumos de frutas naturales, infusiones y sopas (entre 1 y 1,5 litros de líquido al día).

Esta cifra se ha de completar con el agua de los alimentos, por lo que se recomienda una dieta generosa en verduras, hortalizas y frutas.

¿La alimentación puede provocar eccemas?

Existen muchos desencadenantes de la urticaria y los eccemas pero uno muy frecuente es el estrés sostenido, sobre todo con conflictos emocionales reprimidos. También pueden ser fruto de una reacción alérgica a alimentos como productos lácteos, trigo o huevos.

¿El estreñimiento perjudica a la piel?

Las toxinas acumuladas en el organismo y que no han podido ser eliminadas a través de las heces hacen aparecer granitos y desvitalizan la piel, quitándole brillo…

Es importante regular el tránsito intestinal con una dieta rica en fibra alimentaria y, si es necesario, un suplemento de probióticos y prebióticos.

Mito o verdad: ¿Comer chocolate hace salir granos?

Los chocolates con leche y azúcar tienden a producir granos e impurezas en personas con esta tendencia. Es preferible consumir de forma moderada chocolates de calidad, con un alto porcentaje de cacao, que es rico en minerales como hierro, cinc y cobre, todos ellos saludables para la piel.