Queremos mostrar quiénes somos con la ropa que vestimos. Pero si no prestas atención a todo lo que esconden esas bonitas prendas, puedes enredarte rápidamente en tendencias destructivas con las que luego nadie quiere lidiar. La ropa barata tiene un enorme precio a largo plazo, tanto a nivel personal, como a nivel social y ambiental.

Cinco pecados ecológicos con la moda que debes evitar

1. Consumir moda "rápida"

La moda rápida es como la comida rápida. Es de bajo precio, de corta duración, poco saludable y, sobre todo, producida a expensas de otros. Las cadenas de moda baratas que lanzan nuevas colecciones al mercado cada pocas semanas te tientan para que reemplaces constantemente las prendas que llenan tu armario. Ese ese es su negocio, ¿pero es lo que realmente te interesa a ti?

Es cierto que muchas cadenas de moda rápida tratan de limpiar sus cadenas de suministro, sobre todo en lo que se refiere a las condiciones de trabajo en las fábricas, pero las condiciones laborales de explotación e inseguridad continúan siendo habituales. El precio de la prenda es un buen indicador de cuánto pueden estar cobrando los trabajadores en inicio.

Alternativas

¿Cuáles son las opciones? A un consumidor no le resulta posible investigar cómo lo está haciendo cada fabricante. Lo más sencillo es dirigirse directamente a las marcas de moda sostenible que se encuentran en portales como Ethical Time, Es Moda Sostenible o Moda Impacto Sostenible. Encontrarás decenas de tiendas y marcas comprometidas con la moda sostenible.

Otra opción consiste en adquirir moda de segunda mano en tiendas especializadas o aplicaciones sociales como Wallapop. Una nueva alternativa consiste en consumir moda circular, que consiste en suscribirse a un servicio mediante el cual recibes prendas que puedes usar durante un mes y después devolverlas para que la disfrute el próximo usuario. Un ejemplo es el servicio que brinda Ecodicta.

2. Elegir los vaqueros de efecto usado inadecuados

Los jeans con un look usado (“jeans rotos”) suelen tener una producción que es de todo menos presentable. El blanqueamiento de los jeans se realiza a menudo a costa de la salud de los trabajadores, debido a los métodos utilizados:

  • Jeans pulidos con chorro de arena: si los trabajadores inhalan el polvo de arena resultante, puede ser peligroso para ellos. El polvo daña los pulmones y puede provocar dificultad para respirar, tos y vómitos hasta llegar a la incurable silicosis.
  • Jeans blanqueados con productos químicos, que pueden ser peligrosos tanto para los trabajadores como para el medio ambiente si las medidas de protección son insuficientes o no. No es raro que se liberen aguas residuales tóxicas al medio ambiente a partir de la producción de jeans.

Alternativas

Como regla general, los jeans sin blanquear son mejores y están disponibles en muchos estilos diferentes. La mayoría de las marcas de moda ecológica también ofrecen jeans con apariencia usada, pero que se producen mediante "lavado a la piedra", láser o procesos mecánicos.

De nuevo, la segunda mano es una gran opción. Y utilizar tus jeans hasta que no den más de sí.

3. Comprar ropa de fibras sintéticas

La ropa deportiva y para actividades al aire libre, los leggins y mucha de la ropa que se vende para uso diario suele estar confeccionada parcial o totalmente con fibras sintéticas, es decir, derivadas del petróleo.

Nos referimos a las prendas de poliéster, elastano, nailon o acrílico. Las prendas de estos materiales no solo contribuyen al sostenimiento de la insostenible industrial petrolífera, sino que tienen una mala relación con la piel, pues no transpiran y están cargadas de aditivos potencialmente dañinos.

Un gran problema añadido es que las fibras sintéticas liberan constantemente micro y nanoparticulas al ser lavadas. Estas partículas no pueden ser filtradas en las plantas de tratamiento de aguas residuales y acaban en los ríos y en el mar donde en forma de microplásticos amenazan el equilibrio de los ecosistemas.

Alternativas

Es más ecológico y saludable utilizar exclusivamente fibras naturales fabricadas a partir de plantas de producción ecológica, como por ejemplo algodón, lino o cáñamo.

Algunas fibras que se producen a partir de celulosa vegetal, no todas, se pueden considerar razonablemente limpias y sostenibles. Es el caso del Lyocell o Tencel.

4. Comprar cuero barato

En principio, el cuero es un material resistente y duradero, pero se debe tener precaución con zapatos, chaquetas, cinturones y bolsos de cuero baratos. Las condiciones de producción son a menudo extremadamente problemáticas, no solo para los animales.

El cuero barato a menudo se trata con productos químicos y metales pesados. Esto envenena a los trabajadores y al medio ambiente en los países de producción y, en determinadas circunstancias, también a los compradores. Los contaminantes pueden permanecer en el producto terminado y causar alergias o incluso cáncer.

Alternativas

Cualquier persona que use ropa, zapatos y accesorios de cuero debe asegurarse de que sean de cuero curtido vegetal o de cuero orgánico.

Comprar productos ya usados de cuero ​​puede ser especialmente interesante, dado que el cuero es muy robusto, a menudo se puede conseguir de segunda mano en perfecto estado y mucho más barato que los productos nuevos.

Prescindir del cuero por completo es la opción vegana y la más ecológica. Pero esto no quiere decir que nos entreguemos al cuero sintético, un material sintético, hecho de petróleo. Existen fibras naturales que pueden ser tratadas para que tengan una apariencia similar al cuero, como la Piñatex.

5. Lavar incorrectamente la ropa

Algunos de los errores típicos de lavado son perjudiciales para el medio ambiente o dañan nuestra ropa.

  • Si enciendes la lavadora con la mitad de carga desperdicias mucha energía. Es mejor esperar hasta que se junte una carga completa.
  • Lavar a temperaturas demasiado altas desperdicia electricidad y existe el riesgo de que tus prendas favoritas encojan. Con la ropa normal del día a día (pantalones, camisas, suéteres, etc.) 30 o 40 grados son más que suficientes.
  • Demasiado detergente es dañino para el medio ambiente debido a los productos químicos que acaban en las aguas residuales y al mayor consumo de energía al lavar. Es mejor usarlo con moderación o elegir detergentes ecológicos con certificación Ecocert.
  • No es necesario lavar toda la ropa después de haberla usado una vez, a menudo es suficiente ventilarla bien.