El sistema público de salud británico acoge a cinco hospitales que, como el que dirige el doctor Peter Fisher, combinan la medicina alopática tradicional con la medicina integrativa. El suyo es sin duda el de referencia.

El Hospital Homeopático de Londres, creado en 1849 y rebautizado en 2005 como The Royal London Homeopathic Hospital, se salvó del cierre a finales de los 90 gracias a sus pacientes, que lograron que 200 diputados firmaran una moción de censura en la Cámara de los Comunes contra la iniciativa de echarle el cierre.

"La población siempre ha sido reacia a que se prescinda de la homeopatía, porque la gente la demanda", esgrime Fisher. Y es que en 1997 la Comisión Europea estimó que el 29% de la población recurría a esta disciplina, cifras que hoy se han ido incrementando: el 50% en Francia, 40% en Alemania y el 30% en Suiza y Noruega.

Es también la tercera medicina consumida en India, junto a la alopática y el ayurveda, y muy popular en Brasil. "En todos los países se practica igual, incluso en los que no tenía raíces culturales", explica Fisher. "Y hay algo que me gusta y es que sigue existiendo a pesar de que parece inverosímil".

Más de 1.000 estudios prueban la eficacia de la homeopatía

—¿En qué punto se encuentra el nivel de evidencia científica sobre los beneficios de la homeopatía?
—Hay una gran cantidad de ensayos clínicos y de ciencia básica pero, cuando los damos a conocer, nos dicen que están equivocados o incluso que son un fraude, ya que no consideran posible que las diluciones infinitesimales funcionen.

Hay una base de datos gratuita denominada CORE-HOM, que contiene 1.117 ensayos clínicos de homeopatía, de los cuales 300 son ensayos controlados aleatorios para evitar el sesgo. Se pueden consultar por temas, por enfermedad, según la molécula utilizada, método; toda la información está ahí.

—Entonces, evidencia no falta en la actualidad...
—En efecto, hay una gran cantidad de evidencia a diferentes niveles.

La investigación básica ha demostrado que este método de preparación homeopática tiene efectos sobre la estructura del agua. También tenemos los experimentos in vitro, donde podemos ver su efecto en las células, y ensayos en animales.

Por ejemplo hemos visto que el Gelsemium homeopático funciona igual de bien que los tranquilizantes convencionales. Luego están los ensayos clínicos aleatorios, los cuales, en su conjunto, son positivos para la homeopatía y áreas específicas como la fibromialgia, alergias, infecciones de las vías respiratorias superiores, enfermedades reumatológicas, diarrea…

Y hay estudios pragmáticos, para estudiar lo que sucede cuando se incluye la homeopatía en los sistemas de salud, cuando los médicos generales utilizan la homeopatía con otros tratamientos cuando no lo hacen.

Y volvemos a encontrar resultados consistentes: la homeopatía mejora los resultados, con menos efectos secundarios, menos uso de otros fármacos y al mismo coste.

—Sin embargo, a los homeópatas se les sigue criticando que están alejados de la metodología científica...
—Estamos rodeados de prejuicios. Los estudios de homeopatía son en promedio de mejor calidad que los estudios equivalentes en la medicina convencional.

La mayor parte de los metaanálisis hechos en homeopatía son positivos, excepto uno que ha resultado negativo. Pero este se basó en solo 8 estudios y ni siquiera se dejó constancia de cuáles eran.

Solo se sabe que se publicó en la revista The Lancet, pero lo único que mostraba es que de los 110 estudios de la medicina convencional y 110 estudios de homeopatía, 21 de la homeopatía eran de alta calidad y solo 9 de la medicina convencional eran de alta calidad.

Comprendemos mejor el funcionamiento de la homeopatía

—¿Estos estudios han probado que el agua pueda retener información?
—Podemos demostrar que el método de preparación de los compuestos homeopáticos provoca cambios estructurales de larga duración, persistentes durante años, debido a las altas energías que producen.

Pero no sabemos cómo esa información se transmite en el organismo. La memoria en la homeopatía no es algo químico: es físico. Así que la principal objeción de que la homeopatía no funciona y que es imposible que produzca cualquier efecto a causa de sus altas diluciones está cambiando y hay nuevos conceptos científicos que la hacen cada vez más valorable.

—El reciente descubrimiento de las nanopartículas en medicinas homeopáticas aporta otro punto de convergencia entre la nanomedicina moderna y las estrategias alternativas. ¿Qué papel juegan las nanopartículas en la homeopatía?
—Las nanopartículas son muy importantes.

Hay tres tipos. Unas provienen del material original. Otras proceden de la sílice como resultado de agitar el tubo de vidrio donde se crea el preparado, que alcanza energías muy altas en una escala muy pequeña, y temperaturas superiores a los 1.000 grados Kelvin, y que aún no sabemos cómo, pero pueden contener información. Pero las más importantes son las nanopartículas de gas disuelto, pequeñas burbujas que estructuran el agua y que pueden ser la forma en que se transporta la información. Se trata de investigaciones muy especializadas.

—Usted es miembro del cuadro de expertos de la Organización Mundial de la Salud sobre medicina tradicional y complementaria. ¿Quizás la homeopatía logre el apoyo que la OMS pretende dar a estas medicinas?
—La OMS tiene una estrategia fijada hasta 2023 para impulsar las medicinas tradicionales y complementarias, gracias al fuerte apoyo que está recibiendo de la Directora General, Margaret Chan.

Los gobiernos de India y China sí la están siguiendo, pero no Europa, que yo sepa. Este programa acaba de comenzar con las normas de seguridad que se deben seguir, como la profilaxis de las agujas, en el caso de la acupuntura, porque su calidad como medicina, igual que en el caso de la homeopatía, ya se considera probada.

Formado en la élite de la Universidad de Cambridge, Peter Fisher, reumatólogo y homeópata, dirige el Hospital Real de Londres de Medicina Integrativa, del que también es director de investigación. Su hospital es el primer centro que abanderó el empleo de la homeopatía en el Reino Unido y hoy se considera el faro de la medicina integrativa en Europa. Como editor jefe también de la revista Homeopatía, la única de este género indexada en Medline (la base de datos de bibliografía médica más amplia que existe), por sus manos han pasado cientos de estudios de cuyo rigor da fe. Además, claro, de ser el médico de la Reina de Inglaterra.