Bibiana Badenes es una referencia de la terapia corporal en España. Se formó como fisioterapeuta en la universidad porque le interesaba acercarse a las personas a través del movimiento y el contacto, pero ha seguido un camino muy personal que le ha llevado a integrar diferentes técnicas en un método que ha llamado Inteligencia Corporal. "La fisioterapia me dio una formación, pero he ido creando la profesión que visualizaba entonces, cuando comencé", nos explica.

¿Cuál ha sido o es tu orientación, tus líneas principales de trabajo?
Mis principales líneas han sido trabajar en la prevención, en el potencial de cada persona. Me fascinó la terapia manual, pero no era suficiente, así que incluir el movimiento desde la conciencia somática fue lo que me llevó a trabajar como lo hago actualmente. Formarme en el método Rolfing© me abrió todo un mundo de entendimiento y posibilidades.

He trabajado mucho con pacientes reumáticos, con los que no podía aplicar las sesiones de Rolfing© como tales, pero si los principios, y eso me ha hecho entender mucho más las necesidades y la cantidad de síntomas comunes que tienen las personas. También he trabajado mucho con personas aquejadas de estrés, burnout y depresión; todas ellas sufren de dolor crónico y una gran mayoría, dolor de espalda.

Mi trabajo se ha desarrollado en el área de la terapia miofascial con el doctor Robert Schleip, Til Luchau y su equipo de profesores, Michael Salveson y Sol Petersen, que ha sido una gran influencia en mí, y con quien desarrollamos un trabajo en agua. También la educación del movimiento con Hubert Godard, el doctor Jader Tolja y Paul Linden.

Hay muchísima gente que me inspira: Rita Geirola, France Hatt-Arnold o Helena Barquilla y también todos mis colegas de la asociación de ISMETA, que ha sido un gran descubrimiento para mí y no dejo de aprender de ellos. Me defino como una “aprendante” ( palabra que no existe, me invento palabras como Rosalía, pero que yo entiendo), que quiere decir que sigo aprendiendo.

¿Qué te diferencia como terapeuta corporal?
Mis propias limitaciones como tener escoliosis, dolor de espalda, falta de coordinación, vértigos... todo esto me creó una frustración tremenda y me hizo entender no solo desde una idea mental o teórica sino desde la vivencia. Tuve dolor de espalda durante toda mi adolescencia, fue un gran aprendizaje y ahora, mira por dónde, trato a muchas personas con dolor de espalda.

La gente viene a mí porque puedo entender sus necesidades y realizar un tratamiento individualizado centrado en la persona. Cada persona es única y responde a este trabajo de manera diferente. Me gusta lo que hago y esto me dicen que se transmite y crea confianza. Me arremango y trabajo con mis manos, mi cabeza y mi corazón; no puede ser de otra manera, sino me aburro, trabajar mecánicamente me consume.

"El cuerpo es un proceso dinámico donde ocurre todo, absolutamente todo"

Te has centrado en el Rolfing©, ¿qué te llamó la atención de esta terapia?
El Rolfing© fue el comienzo de un proceso de cambio personal y me gustó tanto, sobre todo la forma holística de entender, que decidí estudiarlo. Ahí me di cuenta de que no solo aprendemos con la teoría. El recibir las 10 sesiones fue para mí un entender desde el cuerpo. Yo creía que sabía, pero desde una idea mental, pues no entendía el cuerpo como un proceso dinámico donde ocurre todo, absolutamente todo. Entender lo que es desde un paradigma integral y no solo desde los síntomas. Fue un cambio en mi vida, pues toda nuestra cultura se basa en separar el cuerpo de la mente.

Recibí las sesiones individuales y empecé a entender mis patrones de movimiento, limitaciones, lesiones, dolores... y al mismo tiempo descubrí lo que significa el potencial de estar vivo. Me ha dado la oportunidad de entender el cuerpo en todos sus aspectos y ver el potencial de las personas.

¿En qué consiste el trabajo sobre Inteligencia Corporal que has desarrollado?
Es un trabajo de desarrollo personal para mejorar la comprensión que cada uno tenemos de cómo nos movemos, y entender el movimiento como una expresión de nosotros mismos. Lo que sucede en el cuerpo mientras te mueves e, incluso, antes de que te muevas, tiene un significado para ti, aunque no lo sepas.

Es un enfoque somático que implica que cada persona aprenda y descubra la información que está recibiendo de la interacción del yo con el entorno, con otras personas y consigo misma. Es un conocimiento experimental que involucra sentidos, percepciones, acción y reacción.

"A través del movimiento damos significado a la relación entre lo que pensamos, lo que sentimos, lo que logramos"

Trabajamos con la conciencia somática, la postura y todo tipo de movimientos, desde el más sutil hasta el más amplio. A través del movimiento damos significado a la relación entre lo que pensamos, lo que sentimos, lo que logramos. Eso también influye en cómo nos relacionamos con los demás y como somos percibidos, por ello me enfoco mucho en traer conciencia de atención a los movimientos de la vida diaria. Nuestro cuerpo es comunicación.

Mi formación como fisioterapeuta y en el método Rolfing© de integración y otras prácticas me ha llevado a realizar una serie de módulos que los englobo en lo que llamamos Inteligencia Corporal. He elegido este nombre genérico porque creo que todos la tenemos. Esta inteligencia nos viene de serie y, por alguna razón, nuestra forma de vivir nos hace ir perdiéndola. De lo que se trata es de tener mayores posibilidades en el cuerpo y mayor conciencia para tener más opciones. Al realizar nuevos movimientos tenemos nuevas opciones y nuestro sistema nervioso y nuestro cuerpo necesitan variedad. Los movimientos repetitivos son los que nos lesionan. Es un trabajo práctico y es curioso que a medida que vas profundizando se resuelven muchos de los síntomas y problemas músculo-esqueléticos. Me atrevería a decir que es el sostén para una mejor salud en general.

Trabajamos 10 módulos, que son: postura, pies y manos, columna, cintura pélvica, sentarse, cintura escapular, cuello, ser fuerte, caminar, integración. Esto es en la parte de movimiento, y en la parte de terapia individual, de manipulación, utilizó el método Rolfing© de integración, junto con distintas manipulaciones y en los últimos tiempos estoy utilizando sonidos de baja frecuencia con el método Allyane.

¿Qué indicaciones tiene?
Es un trabajo corporal individual, que posibilita la armonía y el equilibrio en la estructura física, emocional y mental a través de la manipulación de los tejidos miofasciales y de la educación del movimiento. Todo ello se observa en una mejora de la postura y el aspecto físico, alivio de tensiones y dolores, aumento de la estabilidad, la flexibilidad y el bienestar.

La parte de conciencia corporal, casi todo el mundo lo puede recibir y practicar, principalmente si no hay problemas cognitivos. Beneficia a todas las personas. La parte de terapia manual tiene las contraindicaciones generales, como cirugía muy reciente, inflamaciones agudas, infecciones, fiebre… pero nada más. Es un trabajo muy beneficioso. ¿Quieres estar mejor? Te digo que funciona a todos los niveles.

"No se trata de no envejecer, algo inevitable, sino de cómo envejecemos".

¿A qué personas esta recomendado principalmente?
Personas de todas las edades y estilos de vida acuden en busca de ayuda para problemas y dolor de cuello, hombros o espalda. También acuden personas con movilidad reducida, para mejorar su aspecto o su rendimiento deportivo, o personas que sufren lesiones crónicas que se agudizan y no saben qué hacer. Los deportistas, actores y músicos perciben una mejora del rendimiento y capacidades de expresión, coordinación, postura y presencia.

Uno no envejece de un día para otro, por lo que este trabajo está muy indicado como prevención de muchos problemas que simplemente decimos que son por la edad, pero no es cierto, podríamos prevenirlos, pero no se trata de no envejecer, algo inevitable, sino de cómo envejecemos.

Aunque el trabajo tiene un carácter principalmente preventivo, la mayoría de la gente acude porque tiene problemas, y las personas que lo reciben con frecuencia refieren una mejora en sus patologías y dolor crónico. Patologías como artrosis, que tanto nos limitan, se pueden prevenir en una gran medida.

¿Deberíamos ir a un terapeuta como tú cuando tenemos un problema, o deberíamos ir antes?
Te lavas los dientes principalmente como prevención. Si hemos sido capaces de hacer esto con los dientes, por qué no entender más sobre nuestro cuerpo en general, que al fin y al cabo significa conocernos mejor. Si entendiéramos más al ser humano completo sin pensar en sus partes, posiblemente nos ahorraríamos muchas sesiones de terapia. Nuestra forma de vivir en el contexto cultural y social tampoco ayuda mucho. Parte del trabajo que hago es para que la persona adquiera más conciencia y así evitar los problemas.

Si no hubiésemos despreciado tanto el cuerpo, no estaríamos hablando tanto de la mente. Creo sinceramente que tendríamos muchísimas más herramientas y posibilidades de entender muchas de las cosas que nos ocurren de adultos.

Puedes mejorar, corregir o normalizar tejidos, pero si la persona no produce un cambio de gesto o de hábito posiblemente vuelva a aparecer el problema. Este proceso de conciencia forma parte de nuestro trabajo, que es mucho más que aplicar una técnica manual.

Dices que has desarrollado una intuición para tratar a tus pacientes. ¿Quiere esto decir que no tratas problemas, sino personas?
Bueno, no lo digo yo, es lo que me dicen. Creo que la intuición es la información que te llega por muchos canales diferentes, antes, incluso, de que te hayas dado cuenta. Pero antes has tenido que trabajar mucho, no aparece de la nada, requiere reflexión, estudio, observación y trabajo continuo. Lo que entiendo por intuición es también saber lo que es prioritario en ese momento para la persona. Si la persona no realiza ningún cambio, puedo ver cómo se irán deteriorando, compensando articulaciones, grupos musculares, como el tejido conectivo se deshidratará y se hará más denso en algunas zonas, etc. En fin, es fascinante.

A pesar de estar basado en miles de horas de experiencia, ahora mismo hago menos cosas para conseguir resultados. Soy capaz de ver un patrón y hacer el par de cosas correctas para movilizarlo. A medida que un profesional adquiere más experiencia, es capaz de ver la esencia de un patrón y hacer las pocas cosas que lo hacen accesible para que el cliente entre en contacto con él y se mueva a través de él. Vas avanzando por la vida y te das cuenta de que cada persona es única y tiene un bagaje diferente, inmersa en una cultura, en una familia, unos gustos, un trabajo y unas creencias. Es muy difícil tener éxito si no entiendes esto, porque repetirás errores.

"El trabajo corporal te da más conciencia y ya no crees que lo que te pasa sea fruto de la casualidad"

¿Se puede cuidar el cuerpo sin cuidar la dieta o el aspecto mental?
Todo nos está influenciando, y cuando digo todo es todo. Tendríamos que definir "cuidarse". Lo que comes influye directamente. Hoy en día se sabe que las inflamaciones crónicas están muy relacionadas con lo que comemos, que privarnos de sueño nos enferma, y que un enfado aumenta el cortisol y sube la presión arterial. El trabajo corporal te da más conciencia y ya no crees que lo que te pasa sea fruto de la casualidad. Adquieres responsabilidad. El movimiento consciente debería formar parte de cualquier programa de salud mental, tanto para el tratamiento como para prevención.

Con la visión que te dan los años de trabajo, ¿qué es lo que hacemos peor? ¿a qué cosas no prestamos atención y nuestro cuerpo acaba pagándolo?
No sé si se trata de hacer las cosas mejor o peor, pero lo que tengo claro es que si queremos estar lo mejor posible dentro de 10, 20 o 30 años, tendremos que empezar a sembrar ya. Evidentemente no puedes controlarlo todo. No creo en ningún modelo generalista que sirva por igual a todo el mundo, más bien creo en ir entendiendo el proceso poco a poco. Además de comer bien, dormir, no fumar ni beber, debemos evitar la falta de movimiento. Digo "falta de movimiento": es increíble que tengamos que planificar el hacer ejercicio. Esto solo pasa en los países llamados de occidente. Hay que moverse y moverse, ir al suelo todos los días, caminar... No estoy diciendo nada nuevo, todo esto ya lo sabemos. Tenemos que aprender a cuidarnos desde la conciencia, fuera de modas, con fundamento. Tomar conciencia nos empodera, nos hace actuar. Porque cuidarse no solo es ir mucho al gimnasio, ni tomar muchos suplementos, y descuidar otros aspectos. ¿Verdad?

¿Qué tipo de emociones o actitudes pueden estar causándonos problemas?
La respuesta te diría que es muy personal, pero mi objetivo no es ser psicoterapeuta con mis pacientes o clientes. Mi objetivo es mejorar el cerebro arcaico y la musculatura intrínseca, la propia alineación produce una mejora en el movimiento, la coordinación y la fuerza. Hay gente que trabaja con la armadura y habla de las corazas. En este trabajo, a medida que te vas moviendo mejor, con sostén, la armadura se va aflojando e incluso puede llegar a caerse.

Cuando trabajo con una persona intento que se vaya lo más equilibrada posible a su casa, con los cambios acontecidos, que son nuevas posibilidades, y no son cambios bruscos. Buscamos encontrar un reemplazo al gesto que tenías antes, a la tensión, etc. Hay gente que vuelve a patrones anteriores porque hay cambios que suponen toma de decisiones importantes y el cambio no es una opción en ese momento de su vida. Nada es bueno o malo radicalmente.

Nos gusta hablar de las emociones como algo que viene de afuera, pero las emociones nos las creamos nosotros. Para mí es más importante trabajar con esta pregunta: ¿qué áreas del cuerpo se activan o desactivan cuando vivimos ciertas emociones? Como nuestros sentimientos emocionales están arraigados en nuestra vida física, cuando la persona entiende lo que hacen en el cuerpo, muchas respuestas y vivencias emocionales empiezan a entenderse, entonces puedes cambiar.

Cultivar los estados físicos ayuda a desarrollar la capacidad y el hábito de reconocer y elegir qué emociones quiere uno utilizar en su vida. Las analogías generales no funcionan, hay que ir descubriendo quienes somos y saber que somos una entidad única. El miedo, por ejemplo, es muy limitante y principalmente produce contracción en mayor o menor grado. Es un tema que da para mucha conversación, pero que quede claro que siempre trabajo desde la parte física.

¿El dolor es el principal síntoma que lleva a la gente a tu consulta?
El dolor está presente en la vida de muchas personas que tienen limitaciones. Hay un gran desconocimiento del dolor y cuando mejoras la movilidad te relacionas de forma diferente con tu dolor. La gente tiene muchas creencias sobre el dolor, te aseguro que con el trabajo de inteligencia corporal vas a mejorar y si no... ¡te devuelvo tu cuerpo de antes! Hay muchos tipos de dolores, pero, en general, cuando hay dolor es cuando uno se acuerda de que algo va mal. El síntoma hace que la gente pida ayuda, aunque el dolor puede ser percibido de muchas maneras.

¿Se pueden llegar a evitar intervenciones quirúrgicas?
Si siempre nos movemos de la misma manera, se desarrollarán un tipo u otro de artrosis, de desgaste, de compresiones, y esto en gran medida se puede evitar y retrasar. Luego hay un tipo de intervenciones que se estandarizan y se aplican a todo el mundo. En esto soy bastante critica. Por ejemplo, antes se operaba a todo el mundo del menisco, ahora lo oyes menos ¿verdad? Porque la gente tiene otras opciones: ejercicio terapéutico, tracción, abordaje multidisciplinar. En mi consulta, ahora mismo me vienen a la memoria al menos cinco pacientes que hace unos cinco años tenían programadas cirugía de prótesis de cadera y de momento no han sido necesarias y su calidad de vida es muy buena. Otras tantas de rodillas y de espaldas muchas más. Insisto en que no se puede ni se debe generalizar, ni la fisioterapia lo puede resolver todo, ni la cirugía es el milagro. Hay que entender al paciente, tratar a las personas, estar siempre al día y cuando no sepas, dilo, porque no saber no es el problema, es el hacer tratamientos que sabes que no son lo mejor para tu paciente.