No me extraña que el doctor Bach se diese cuenta de que los remedios florales pueden ayudar al ánimo. Una palabra amable, un beso y una flor cambian el ánimo a cualquiera.

El momento en que una planta alcanza su máximo poder terapéutico depende mucho de sus principios, que evolucionan a lo largo de la vida de la planta.

Los tallos de brionia, que se comen tiernos, por ejemplo, resultan venenosos cuando la planta crece.

Sin embargo, plantas como el tomillo, el romero, la salvia o el hipérico, cuando están a nuestro servicio es claramente cuando muestran su esplendor, cuando florecen y dan sus frutos. Llaman nuestra atención y la euforia llega por los sentidos: nos cautivan el color, el olor, el sabor…

Además, los sentidos permiten analizar los principios medicinales de las plantas y recogerlas cuando están más concentrados y el organismo puede aprovecharlos mejor.

Con la vista apreciamos la forma de la planta y la clasificamos en familias y géneros, lo que sugiere sus propiedades. El olor y el sabor hablan de sus principios activos.

En el laboratorio de cromatografía, los colores siguen revelando sus virtudes terapéuticas o medicinales.

Pero es en el campo, en su medio, donde la planta mejor nos puede decir todas esas cosas. Allí es donde puede contemplarse en todo su esplendor.

No es de extrañar que chamanes y botánicos digan que las plantas les hablan de sus cualidades. Puede entenderse en sentido figurado. O real, si son plantas alucinógenas.

La generosidad de la naturaleza

La flor del almendro anunciando la primavera, la del cerezo confirmándola, llaman la atención por su simbolismo de lo efímero.

Nos recuerdan que el esplendor y la vida no duran siempre, que es importante conocer y aprovechar cada instante.

Así se anuncia también la cantidad idónea de principios activos de cada planta según el lugar, la estación y el momento.

Se ha llegado a comentar quecuando uno está enfermo debe salir a buscar plantas en los alrededores de su casa, pues a menudo allí puede estar la solución a su enfermedad.

Una planta antihemorrágica uterina como la bolsa de pastor aparece en primavera o un poco antes, cuando mayor cantidad de partos se dan en los animales.

Cuando se producen alergias por el polen de algunas plantas, a la vez hay otras que ofrecen sus flores de efecto antihistamínico en su máxima potencia.

La naturaleza produce remedios en cada lugar y cada tiempo. La planta, esplendorosa, anuncia que está a nuestra disposición.

Sentir el esplendoroso mundo de las plantas, el respeto por ellas y el saber tradicional que muchas culturas han acumulado sobre ellas, no solo es deseable, sino que todavía hoy nos pone en contacto con la mayor fuente de remedios terapéuticos a nuestro alcance.

Esta maravilla invita a respetar y cuidar las plantas que nos rodean.