Hay muchas formas de ayudar a las abejas: apoyar las campañas antipesticidas como «Salvemos a las abejas», que solicita a los organismos reguladores oficiales que se prohíban los plaguicidas que las envenenan y optar por una agricultura respetuosa consumiendo productos biológicos, locales y de temporada. La agricultura ecológica cultiva alimentos sin el uso de productos químicos que dañan a los insectos polinizadores y utiliza técnicas no contaminantes.
También puedes protegerlas creando nidos (casas diminutas de madera o cañas) para la época de hibernación, pues muchas abejas silvestres viven solitarias en pequeños agujeros. Además, si tienes un huerto, no uses pesticidas ni insecticidas, especialmente en las flores abiertas: las abejas se posan en ellas y se envenenan.
Pero la manera más directa de ayudarlas es cultivando flores. La relación entre flores y abejas es perfecta, todas ganan. Unas se reproducen y las otras obtienen alimento.
Estas son algunas de las plantas que puedes plantar en tu entorno para atraerlas y asegurarles su alimento todo el año.