Los productos de limpieza convencionales contienen sustancias químicas que resultan irritantes para nuestras vías respiratorias cuando las inhalamos. Estudios previos los habían relacionado con un mayor riesgo de sufrir asma y problemas respiratorios a corto plazo, pero hasta ahora no se habían explorado sus efectos sobre la salud pulmonar a largo plazo.

Un equipo del Departamento de Ciencia Clínica de la Universidad de Bergen (Noruega) lo ha hecho y las conclusiones son alarmantes: la exposición a productos de limpieza, en espray o líquidos, provoca con los años un deterioro de la función pulmonar similar a la del tabaco que afecta principalmente a las mujeres.

Los productos de limpieza dañan tus pulmones

El estudio, publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine de la American Thoracic Society,analizó los hábitos de limpieza de más de 6.200 personas a lo largo de dos décadas, así como diversos marcadores de su salud respiratoria.

Entre los estudiados había mujeres y hombres, con una edad media de 34 años al inicio de la investigación, de los que se recogió información sobre su participación en tareas de limpieza y otros hábitos para descartar factores que pudieran distorsionar los resultados.

Las mujeres que trabajaron como limpiadoras o que se encargaron de limpiar en casa a lo largo de los 20 años analizados presentaron un deterioro pulmonar comparable al de fumar 20 cigarrillos al día durante un periodo de tiempo equivalente.

El efecto era más marcado en las mujeres que trabajaban como limpiadoras. Sin embargo, no hacía falta limpiar cada día para que se produjeran los efectos. Haciendo la limpieza una vez por semana ya se observaba una aceleración en el deterioro pulmonar.

Las mujeres, más afectadas

Estos resultados no se observaron en los hombres, si bien los autores del estudio admiten que el bajo número de hombres que se dedican a la limpieza profesional que participaron en el estudio limitan el alcance de las conclusiones respecto al sexo masculino.

Podría haber asimismo un factor de susceptibilidad por sexo, pues en otros estudios se ha observado que las mujeres requieren menos niveles de exposición que los hombres para enfermar frente a otros tipos de exposición, como el tabaco o el serrín.

Menor capacidad pulmonar

Los investigadores de la Universidad de Bergen determinaron en varios momentos a lo largo de dos décadas la capacidad pulmonar de las personas estudiadas, fijándose concretamente en dos parámetros medidos mediante espirometría: el volumen espiratorio forzado y la capacidad vital forzada. Después compararon los resultados de las personas que limpiaban habitualmente y las que no.

El volumen espiratorio forzado (FEV1) es la cantidad de aire que expulsamos en el primer segundo de espirar al máximo, después de haber inspirado todo el aire que podemos. Cada año, ese volumen espiratorio forzado se redujo 3,6 ml más en las mujeres que limpiaban en casa y 3,9 ml más en las que trabajaban limpiando.

La capacidad vital forzada (CVF) es la cantidad total de aire que somos capaces de expulsar al espirar al máximo tras haber inspirado también al máximo. Entre las mujeres que limpiaban en casa se redujo 4,3 ml más rápido y, entre quienes limpiaban profesionalmente, 7,1 ml más.

Irritación de las vías respiratorias

La inhalación de pequeñas partículas irritantes parece la causa más probable de este deterioro acelerado de la salud pulmonar según los investigadores. También apuntan la posibilidad de que algunos compuestos químicos de los productos de limpieza, como los del amoniaco cuaternario, provoquen una sensibilización mayor de las vías respiratorias.

Podría ser que la irritación que provocan en las membranas mucosas de las vías respiratorias acabe con el tiempo dañándolas de forma permanente.

Para reducir la exposición a esas partículas, los autores del estudio recomiendan dejar de utilizar tantos productos de limpieza, especialmente los que se aplican con espray. Con utilizar paños de microfibra y un poco de agua con jabón en un cubo es suficiente, señalan.

Recuerda que, además de partículas que irritan las vías respiratorias, los productos de limpieza pueden contener sustancias que alteran el equilibrio hormonal. En el mercado puedes encontrar una oferta cada vez mayor de productos ecológicos más respetuosos con tu salud y con la del planeta.

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