Cora Besser-Siegmund es psicóloga y experta en PNL. Se ha hecho famosa en todo el mundo por ser la creadora del método Wingwave®, un método que localiza y sana las situaciones traumáticas que bloquean o crean en la persona un estado de estrés que perjudica tanto su rendimiento como su salud emocional y mental.

Este método, contrastado con diversos estudios científicos, incluye además un test muscular que permite confirmar que, tras la aplicación de la técnica, efectivamente se ha producido un cambio en el cerebro de la persona.

"La palabra «wing» (ala) hace referencia al aleteo de la mariposa que, con un pequeño movimiento, provoca un gran cambio en el clima. El vocablo «wave» evoca las ondas cerebrales, porque este método permite que el cerebro emita las ondas cerebrales adecuadas para desarrollar toda nuestra creatividad y capacidad de resiliencia en cada momento", cuenta Cora Besser-Siegmund.

–Entonces, ¿es posible modificar el cerebro para superar un bloqueo?
–Así es. Con distintas universidades alemanas hemos podido corroborar que el método Wingwave® modifica los circuitos cerebrales. Este método trabaja sobre la parte emocional del cerebro y al aplicarlo la persona pueda volver a acceder a todo su potencial, tanto si se trata de un niño que se paraliza ante un examen como si es un deportista de élite que ante la tensión de una competición rebaja su marca o un ejecutivo que en una reunión de trabajo comprometida no puede dar lo mejor de sí.

–¿Un estado de estrés puede impedirnos dar lo mejor de nosotros mismos?
–Efectivamente, ante una situación muy estresante una parte de nuestro cerebro, en concreto el área prefrontal, que es la que nos hace más humanos, queda bloqueada. Mediante escáneres cerebrales se ha comprobado que el estrés emocional disminuye la actividad cerebral e impide que reaccionemos bien.

Esta área del cerebro, no solo tiene un papel importante a nivel cognitivo, sino a nivel motor así que, ante una situación que nos bloquea, podemos incluso quedarnos sin palabras. Por eso decimos que el método Wingwave® es una técnica de coaching emocional. Ayuda a las personas a sacar lo mejor de sí mismas cuando más lo necesitan.

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–Parece magia...
–No es magia, aunque lo parezca. Se trata de un proceso con unos pasos muy marcados todos ellos basados en numerosas investigaciones que demuestran que, después de aplicar el método, disminuyen las emociones negativas y aumentan las positivas ante la misma situación que antes generaba miedo y tensión. Por ejemplo, si alguien tiene miedo a hablar en público, gracias al Wingwave®, supera ese miedo y es capaz de disfrutar de su audiencia.

–Una parte de esta técnica incluye el trabajo con movimientos oculares rápidos. ¿Podría explicarnos cómo los movimientos oculares interaccionan y limpian nuestras emociones?
–Nuestro cerebro está procesando información constantemente, una información que pasa por nuestra parte emocional. El cerebro funciona como nosotros cuando llegamos a casa después de hacer la compra y colocamos cada cosa en su lugar. Este proceso de ordenar las emociones se lleva a cabo durante el sueño y permite optimizar el funcionamiento cerebral.

Mientras dormimos y soñamos, sobre todo en lo que se denomina fase REM del sueño, se llevan a cabo unos rápidos movimientos oculares que realizan esta organización emocional. Sin embargo, hay situaciones en las que, por su intensidad u otras causas, el cerebro no puede procesar por sí mismo y necesita un empujón para acabar de colocarlas y asimilarlas.

En las resonancias magnéticas cerebrales se ha comprobado que los movimientos oculares aumentan la conectividad cerebral. De hecho, estos movimientos oculares no se producen con tanta frecuencia en personas afectadas por enfermedades mentales. Cuando mueves los ojos, aumenta la conectividad cerebral y la persona puede mejorar sus reacciones. En Asia hay danzas que incluyen movimientos oculares y probablemente es por ese efecto antiestrés.

–¿Cómo se llegó a descubrir esto?
–En los años 80, expertos en PNL trabajaron con veteranos de guerra traumatizados que no conseguían superar ciertos recuerdos de la guerra. Se dieron cuenta que no bastaba con repetirles que lo que les hacía sufrir formaba parte del pasado. Su mente consciente lo entendía, pero no su cerebro emocional. Así empezaron a trabajar con ellos haciéndoles mover los ojos de un lado al otro y vieron que, tras realizar este ejercicio, al mostrarles imágenes de guerra como las que los angustiaban, cada vez se emocionaban menos y las podían sentir más lejanas.

«Ahora sí que siento que esto ocurrió hace tiempo», decían. El Wingwave®, que incorpora estos movimientos oculares rápidos, no hace olvidar estas experiencias traumáticas, sino a sentirlas como lejanas, de manera que no reaccionemos emocionalmente ante ellas como si hubieran sucedido ayer.

–Así... ¿cuanto más movamos los ojos mejor?
–Es muy importante hacerlo. Por eso es bueno que los niños jueguen sobre todo en el exterior y aparquen y se alejen de las pantallas. En el exterior mueven mucho más los ojos, lo que es bueno para su salud emocional mientras que ante la pantalla su mirada queda fija, algo que puede perjudicar enormemente su salud emocional.

El colículo superior es el área cerebral responsable de conectar ojos y cuerpo. Se ha descubierto que se desconecta cuando una persona se siente indefensa. De ahí que el miedo puede impedir movernos y nos paralice. Mover los ojos lo reactiva.

En los 90 muchos psicólogos se mostraban escépticos ante los beneficios de los movimientos oculares. No creían en su capacidad sanadora, pero se ha demostrado con las resonancias magnéticas cerebrales. El Wingwave® incluye los beneficios de estos movimientos oculares, en combinación con los mejores recursos de la Programación Neuroligüística (PNL) y un test de feedback muscular debidamente comprobado y estudiado (1993). Y puede aplicarse no solo ante un trauma, sino para ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida, ya que elimina el estrés que desencadenan ciertas situaciones cotidianas.

–Su método se ha utilizado incluso en las escuelas con muy buenos resultados.
–Sí. Hemos desarrollado una música a base de sonidos alternos que tiene el mismo efecto que los movimientos oculares rápidos sobre el cerebro y mediante escáneres se ha comprobado que al escucharla el estrés disminuye. Esta música se pone a los niños en las escuelas alemanas mientras hacen ejercicios para que los lleven a cabo de manera relajada.

Estudiantes que recibieron tres horas de Wingwave®, iban más contentos a la escuela, disfrutaban más con las tareas escolares y en los ejercicios de concentración sacaban mejores resultados. Otro estudio muy interesante concluyó que atletas y ciclistas, tras recibir varias sesiones de Wingwave®, mejoraban su rendimiento deportivo y marcas personales.

–Cuando la persona sufre una ansiedad generalizada, ¿se puede localizar la causa u origen de ésta?
–Sí. A esto nos ayuda el test muscular que hemos desarrollado. Funciona con los dedos de la mano. Pedimos a la persona que junte el pulgar con el índice pensando en la situación que cree que es fuente de estrés y apriete bien estos dos dedos.

El terapeuta intenta separarlos y, si la respuesta es fuerte, ésta no es la causa de la ansiedad. Si la respuesta es débil, es que la ansiedad está originada por esa situación.

Este test funciona muy bien para ayudarnos a averiguar el origen de la ansiedad o del estrés porque los movimientos de nuestras manos implican numerosas conexiones neurológicas. Las manos están controladas por el córtex cerebral que permite movimientos conscientes como tocar el piano o jugar al golf.

–¿Podría ponernos un ejemplo de cómo se aplica el Wingwave®?
–Tenía un cliente que era pianista. Dio un concierto y, de repente, en medio de éste le dio un ataque de pánico. No podía entender el por qué. Juntos hicimos una lista sobre los posibles disparadores de esta reacción y fuimos realizando el test para ver cuál le daba una respuesta débil.

Cuando hacíamos el test sobre si la causa era el público, la unión de los dedos se mostraba fuerte. No estaba asustado por la reacción de la audiencia. Miramos si la razón era el piano nuevo. Pero tampoco se trataba de esto. Finalmente vimos que los dedos se abrían fácilmente cuando en la partitura del programa se especificaba que había que tocar «fortíssimo», es decir muy alto.

Lo que le paralizaba era tocar muy fuerte, algo que tenía relación con una situación vivida en su infancia. Su padre trabajaba de noche y, cuando él llegaba a casa, su padre dormía. El piso era pequeño y era frecuente que le dijeran: «No hagáis ruido si jugáis con tu hermano», y si lo hacía sus padres le reñían. Tratamos ese recuerdo con wingwave®. Sin el test no hubiéramos podido encontrar el verdadero origen del ataque de pánico o causa del bloqueo.

–¿El Wingwave® también trabaja sobre las creencias?
–Lo primero que hacemos es trabajar con una creencia posibilitadora del estilo: «Merezco tener éxito» o «Soy una persona valiosa». Si al hacer el test la respuesta es débil, significa que la persona no cree en esta afirmación. Así, por mucho que la repita, no se la creerá. Es más, decirla una y otra vez sin creer en ella, puede tener un efecto perjudicial. Si me repito a mí mismo que soy valioso, pero no me lo creo, me conecto más con mi debilidad que con mi potencial.

Hay que llevar a cabo un trabajo con wingwave® para que la persona pueda sentirse fuerte ante esta creencia. Sólo así tendrá sentido que la repita. También modificamos creencias que denominamos “de euforia”. Son creencias del tipo: «Solo yo puedo salvar al mundo», «Yo lo puedo todo», «La familia solo funciona cuando estoy yo» …

Estas creencias se modifican por “creencias de tolerancia” del estilo: «La familia también puede funcionar sin mí», etc… Porque no es bueno que nos creamos imprescindibles u omnipotentes, somos humanos, no dioses. Debemos permitirnos cometer equivocaciones, ser perezosos, tener limitaciones… No se trata de convertirnos en adictos al trabajo y a las obligaciones.

Por ejemplo, si el test confirma que la persona cree que es adicta al trabajo, entonces desarrollamos una creencia de tolerancia del estilo “tengo permiso para ser un poco vago o para tener tiempo libre de descanso”. La idea es que nuestro cuerpo se sienta fuerte ante ambas creencias para que la persona pueda decidir y elegir cuál es la mejor opción en cada momento. Es decir, tenga más libertad y amplíe su campo de acción.