Juli Peradejordi fundó Obelisco a principios de los años ochenta junto a Rosa Sallán, la amiga que le animó a embarcarse en esta aventura editorial. La lectura de El retorno de los brujos, un best-seller de lo paranormal que en los sesenta se anunciaba en televisión, había despertado su interés precoz por el esoterismo y la astrología. La editorial se centraría al comienzo en estos temas y cubriría un vacío en la bibliografía española de la época.
Tras unos inicios duros Obelisco se consolidó como referencia también en alquimia y tradición. Desde entonces se ha afianzado en otras áreas: autoayuda, psicología, artes marciales, naturismo, terapias alternativas, cristianismo, judaísmo... Hoy cuenta en su haber con más de 1.300 títulos.
Peradejordi es a su vez autor de libros de cuentos y obras sobre esoterismo y simbolismo. Fundó las revistas La Puerta y Esotera, además de colaborar con otras como Integral y Cuerpomente. Como editor descubrió clásicos como El caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher o El Alquimista de Paulo Coelho. También publicó La dieta de sirope de arce y zumo de limón, una referencia dentro del naturismo y gran éxito de ventas.
Juli Perdadejordi, fundador de Obelisco y apasionado del crecimiento espiritual, el esoterismo y la alquimia
Nos recibe en su piso en Barcelona, en una sala llena de libros, símbolos y figuras de arte religioso. Dos enormes esbozos en papel para las vidrieras de una iglesia presiden dos paredes enfrentadas: a un lado las bodas de Caná y al otro la expulsión del Paraíso. Nos dice que lo que más le gusta de la vida es buscarle el sentido...
–Dices que lo que más te gusta de la vida es buscarle el sentido, ¿en qué momentos se lo encuentras?
–A mí me interesan mucho las religiones. Creo que el sentido te lo da la presencia de lo sagrado que puedas apreciar en cada persona, en cada situación y en cada momento.
–¿Los libros ayudan a encontrar sentido a la vida?
–Los libros ayudan, pero lo sagrado en última instancia se encuentra en la misma vida. Esa es la principal enseñanza de la cábala: cuanta más vida tiene algo más es un vehículo de lo sagrado, mientras que en lo muerto se halla lo profano.
"El sentido te lo da la presencia de lo sagrado que puedas apreciar en cada persona, en cada situación y en cada momento."
En busca de un sentido en la vida
–¿Cuáles son en tu opinión las claves para sentirse realizado en la vida?
–Lo que se requiere puede variar según la época, la cultura y la persona, pero hay unos ingredientes indiscutibles o esenciales sin los cuales resulta muy difícil, como comer cada día, tener una vida emocional estable o salud económica. A partir de ahí, si se tienen esas necesidades cubiertas, creo que las personas más felices son las más consecuentes, las que están más en paz consigo mismas.
–¿Cuál es el principal obstáculo para conseguirlo?
–La mayoría de obstáculos son interiores, pero el primero es no desearlo o no planteárselo. Sin deseo no hay esfuerzo. Conocí a un payés de la provincia de Gerona que de joven, en un camino a Francia, conoció a otro hombre que lo dejó deslumbrado. Leía un libro en francés y se lo regaló.
El payés, que solo hablaba catalán y era prácticamente analfabeto, se leyó el libro y en toda su vida no leyó ningún otro, pero resultaba sabio. Después encargué y compré aquel libro. Se llamaba La llave, de Georges Barbarin, y era parecido a El Secreto, pero de los años treinta; sin embargo, a aquel hombre le había dado una profundidad fuera de lo común. No conoció a ningún maharishi, no le dio abrazos ninguna maestra de la India ni fue a la universidad. Había leído solamente un libro, pero lo había trabajado a fondo.
Los buenos libros que ayudan a crecer
–¿Qué libros te han marcado más a ti?
–El que más me ha hecho reflexionar es El mensaje reencontrado, un libro de aforismos, sobre todo espirituales, de Louis Cattiaux, publicado por la editorial Sirio. Cattiaux era un alquimista francés de principios del siglo pasado y veía en todas las religiones una unidad.
El segundo no ha sido un libro sino un autor, que me ha influido y ayudado mucho: René Guénon. Este autor, de finales del siglo XIX y principios del XX, reivindicaba en Occidente la recuperación de la tradición, pero la Tradición en mayúsculas, entendida como la esencia de las religiones secretas, como una sabiduría ancestral de origen no humano que ha ido expresándose a través de diferentes tradiciones.
En tercer lugar me quedaría con el Zohar, un texto fundamental de la cábala escrito en Castilla y León en el siglo XIII. Se considera la obra cumbre de la mística judía.
Llevo tres, pero es difícil quedarse solo con tres libros. Si me fuera a una isla desierta, seguro que también me llevaría a Rumi, el poeta persa: es imprescindible.
–Escribiste una vez que, cuando leemos, creemos incorporar algo de fuera hacia dentro y que, sin embargo, ocurre lo contrario: proyectamos de dentro hacia fuera. ¿La finalidad de leer es reconocerse?
–A mí me gusta el libro como símbolo y lo asocio mucho con el espejo. Evidentemente puedes leer un libro para obtener conocimientos, pero los libros importantes son aquellos que permanecen vírgenes, que puedes volver a leer al cabo del tiempo.
Son libros que te van sacando lo mejor de ti mismo, que hacen de espejo de tu evolución personal, de cosas que le suceden a tu alma y de las que no eres muy consciente pero que la lectura te ayuda a descubrir. En la etimología de "leer" está, además, la idea de "elegir". Cuando leemos, estamos escogiendo una cosa y dejando otra.
No es una elección consciente; si empleáramos la conciencia estaríamos simplemente deletreando; en cambio el alma brota, explica. Por eso es tan importante leer: porque cuando leemos se produce un movimiento anímico.
"Los libros importantes son aquellos que permanecen vírgenes, que puedes volver a leer al cabo del tiempo y hacen de espejo de tu evolución personal."
–Como editor has visto aparecer y desaparecer muchas tendencias. ¿Hay algún punto en común en todas ellas?
–Las tendencias van por épocas: hubo la del chamanismo, la de los ovnis, la de la astrología... y luego parece que gustó mucho la física cuántica. Pero en el fondo, y volviendo al símil anterior, buscamos espejos. Y nos sucede como en aquel cuento de Nasrudín, que va caminando por la calle y se encuentra un espejo: lo mira, lo tira rápidamente al suelo y alguien le pregunta: "Pero ¿por qué lo has tirado?". Y él responde: "Porque lo he mirado y había en él un tipo horrible".
Creo que en la lectura buscamos espejos y muchas veces no acabamos de estar conformes con lo que encontramos.
–Jung decía "Aquel que mira hacia fuera sueña; aquel que mira hacia dentro despierta"...
–No hay un crecimiento auténtico si no hay unión de afuera y adentro. En este mundo se tiende a mirar hacia fuera y por eso es importante aprender a mirar hacia dentro. La meditación puede ser un medio y hay gente interesante enseñando meditación que está haciendo un trabajo fantástico.
Pero cualquier avance en el plano interior tiene a su vez que poder expresarse fuera. El afuera actúa como piedra de toque. Si se hace un avance a nivel interno y no se es capaz de expresarlo afuera, el avance es únicamente sueño.
La mística tiene ese peligro. Es cierto que cuanto más profunda y auténtica es la experiencia espiritual más cuesta de explicar, pero también más profundo es el cambio que produce en la persona y, si este no se refleja fuera, es señal de que la experiencia no ha sido tan profunda.
"No hay un crecimiento auténtico si no hay unión de afuera y adentro. Cualquier avance en el plano interior tiene a su vez que poder expresarse fuera."
Desprenderse de la armadura
–¿El cambio se ha de reflejar en las relaciones personales?
–Sí. El libro más importante que tenemos es la vida: las personas, las relaciones, los problemas que surgen de esas re- laciones... Te puedes refugiar en los libros y evitar el sufrimiento, pero entonces se queda todo en un crecimiento irreal y estéril.
Por eso es tan bueno el símil de la armadura. La armadura es el ego que no nos deja ser uno mismo y, sobre todo, no deja que los demás lo sean. Las relaciones humanas son el sistema más eficaz que tenemos para pulir el ego.
"Las relaciones humanas son el sistema más eficaz que tenemos para pulir el ego."
–¿Te has desprendido de tu armadura oxidada?
–¡Qué va! Se intenta...
–¿Por qué tendría alguien que leer El Caballero de la Armadura Oxidada?
–Las mujeres deberían leerlo para entender mejor a los hombres. Pero los hombres también deberían leerlo para entenderse mejor a sí mismos.
–El caballero sufre hasta que logra desprenderse de su armadura. ¿Se puede avanzar a nivel personal sin sufrir?
–Quizá teóricamente se pueda, pero nunca lo he visto. De todas formas, hay sufrimiento útil y sufrimiento inútil, y acumular sufrimiento inútil es peor que nada.
El destino no está cerrado
–¿Crees en el destino?
–Me lo imagino como esos cuadernos infantiles con dibujos para colorear. Creo que los dibujos nos vienen dados pero que luego cada uno tiene el libre albedrío de poner color o no ponerlo, de elegir unos colores u otros, e incluso de renunciar a unas zonas por otras. Hay como una base astrológica o, si quieres, biológica.
Pero lo importante no es lo que nos viene dado sino qué hacemos con ello. Hay una toda corriente en Estados Unidos que asegura que podemos cambiar patrones genéticos. Lo mismo sucede en la astrología.
–¿La astrología tiene un sentido evolutivo que no hemos sabido comprender?
–Mi profesor de astrología decía que la carta astral y el horóscopo te describen la prisión en la que estás encerrado pe- ro la salida la has de encontrar con la práctica, que para él se basaba en la cábala y la alquimia.
La astrología te describe tus potencialidades, que puedes desarrollar o no, pero no debe entenderse como un camino de evolución. Uno de los problemas hoy día es que la hemos aislado de su prima hermana la alquimia, es decir, de la magia y del simbolismo.
"Lo importante no es lo que nos viene dado sino qué hacemos con ello."
La astrología hoy
–¿Qué consecuencias tiene esa separación?
–Allí donde no hemos llegado la hemos psicologizado y la astrología psicologizada, aunque puede ser muy interesante, no te ayuda a salir de la prisión.
En la actualidad, de hecho, no hay sabios astrólogos ni astrólogos sabios. El que te tira las cartas o te lee la carta astral puede inducirte a caer en lo que se conoce como profecías autocumplidas: sugiere que sucederá algo y tu subconsciente se pone a trabajar para que suceda. Es peligroso. Los antiguos eran muy cautos a la hora de interpretar una carta astral porque sabían que condicionaba el destino de la persona.
–Suele decirse que nos labramos el destino de forma inconsciente con mucha antelación y que por eso un buen vidente puede ver lo que nosotros no vemos...
–Hay una idea que me encanta y es que el futuro es un mal plagio del pasado. De hecho, es como un espejo del pasado. Muchos videntes logran predecir cosas porque en el fondo son muy predecibles. Si conociéramos bien nuestro pa- sado, si ilumináramos el inconsciente, muchas veces las veríamos venir.
–¿Un tarotista o un astrólogo pueden ayudar a tomar conciencia de que se está plagiando el pasado?
–Creo que las mancias –el tarot, la astrología y otras– resultan perjudiciales actualmente. Quienes se dedican a estos temas ahora lo suelen hacer por razones económicas, no porque estén más dotados que otros o por amor a la humanidad. Hace cuarenta años no cobraban o como mucho pedían la voluntad.
–¿La vida nos da segundas oportunidades?
–George Santayana decía: "El que ignora el pasado está condenado a repetirlo". Desde el punto de vista de la cábala, muchas de las cosas que nos ocurren son cuestiones que arrastramos porque no las hemos solucionado y que se nos vuelven a presentar bajo otro ángulo para darnos una nueva oportunidad de solucionarlas.
"Muchas de las cosas que nos ocurren son cuestiones que arrastramos porque no las hemos solucionado."
Esoterismo, budismo y artes marciales
–¿Qué aporta el esoterismo al trabajo espiritual?
–"Esoterismo" es una de esas palabras a las que hoy se da un sentido que no tiene nada que ver con el original. Esoterismo es un concepto religioso: es la visión o el sentido interior de las cosas. Entendido así, el esoterismo es la base de todo: es la capacidad de ver lo que no se ve con los ojos sino con el corazón, de escuchar lo que dice el alma y no lo que dicen el periódico o las otras personas.
Hay una voz interior que no es patrimonio del esquizofrénico sino de todo el mundo: solemos estar demasiado ocupados fijándonos en lo que ocurre fuera, a través de la televisión o la radio, pero esa voz interior o voz de la conciencia puede enseñarnos mucho.
"Esoterismo es la capacidad de ver lo que no se ve con los ojos sino con el corazón, de escuchar lo que dice el alma y no lo que dicen los demás."
–¿Por qué crees que el budismo está tan en auge actualmente en Occidente?
–El budismo está cumpliendo una función que nuestras religiones tal vez en otra época supieron cumplir, pero que actualmente han perdido. Nuestras iglesias están vacías porque han producido rechazo en muchas almas que tienen sed de realización. Una religión como el budismo, que no vende una idea de Dios, acoge a estas almas, que encuentran en el budismo el agua que no encuentran aquí.
–También vienen de Oriente las artes marciales. ¿Pueden ser una forma de conocer y combatir la violencia que surge de uno mismo?
–Las artes marciales, decía un artista marcial de Zaragoza, son la homeopatía de la violencia. Son una manera de ven- cer la violencia que llevamos dentro a través de un poquito de violencia. ¡Ojalá se enseñaran en todas las escuelas!
–Dentro de nuestra tradición espiritual occidental, ¿qué ideas consideras importante o urgente rescatar?
–La idea contenida en una frase que todos conocemos por el Evangelio, pero que también se encuentra en el Antiguo Testamento, los Vedas, Zoroastro: "Amaos los unos a los otros".
Esta idea es esencial, porque no estamos tan separados como creemos los unos de los otros. Ahora la ciencia la está rescatando y se habla del efecto mariposa: lo que me ocurre a mí te afecta a ti y lo que ocurre en España afecta a otros países. La idea de comprender que en el fondo todos somos uno está presente en todas las religiones.
–Hemos conocido la meditación a través de Oriente, pero ¿existen prácticas similares en la tradición occidental?
–La meditación ha existido en Occidente. En Manresa, por citar un ejemplo, un grupo de jesuitas jóvenes está enseñando meditación cristiana y la gente está descubriendo mucho más que con gurus famosos. También está la gran desconocida en España, la iglesia de Oriente, que tiene un sistema meditativo llamado hesicasmo que aún se mantiene vivo.
Imaginemos Occidente como una habitación oscura. Si abrimos la ventana a Oriente, relacionado con la salida del sol, la luz que entra puede ayudar a descubrir los tesoros que tenemos en la habitación, siempre y cuando esa luz no nos deslumbre. Raimon Pannikar ayudó mucho a acercar posiciones entre Oriente y Occidente en este sentido.
–¿Conviene reivindicar las religiones?
–La espiritualidad no es una cuestión religiosa, sino una cuestión del alma. Puede haber también una espiritualidad laica, personas que respetan la vida y son sensibles a lo sagrado sin necesidad de llevar la etiqueta de una confesión religiosa.