En 1950, diversos profesionales de la psiquiatría y la psicología de Estados Unidos comenzaron a tratar en sus consultas a familias enteras, poniendo en práctica de esta forma un modelo psicoterapéutico que suponía a su vez una reacción y un nuevo paradigma ante escuelas como el psicoanálisis, el conductismo o el modelo psicopatológico o biofísico.
La terapia familiar resultó revolucionaria porque, a diferencia de los abordajes mencionados, no consideraba a la persona solo en su subjetividad, o como entidad individual, sino en función de sus relaciones con los demás.
Terapia familiar sistémica: qué es
Para este modelo psicoterapéutico el comportamiento de una persona no se da aisladamente, sino que está conectado de manera dinámica a los comportamientos de las personas con las que se relaciona, ya sea en su casa, en el trabajo, en su comunidad o en sociedad, aunque el espacio más significativo de desarrollo personal sea para este modelo la familia, ya que en ella se gesta lo bueno y lo malo, la alegría y el sufrimiento, las capacidades y potencialidades y también los síntomas y la patología.
Escuelas de terapia familiar sistémica
Partiendo de estas premisas, la terapia familiar ha evolucionado en diferentes corrientes: la transaccional, la comunicacional, la existencial, la estratégica, la estructural, la escuela de Roma, el grupo de Milán... hasta convertirse en una herramienta de primer orden para tratar desde problemas de comunicación en la pareja y la familia hasta conflictos patológicos graves, como la esquizofrenia o la depresión con intento de suicidio.
El proceso terapéutico en la terapia familiar sistémica
Aunque por lo general las personas que solicitan una terapia de este tipo lo hacen derivados por profesionales de la psicología y la psiquiatría de ámbitos diversos (sanitarios, de salud mental, servicios sociales, atención a la infancia, psicopedagógicos...) hay cada vez más personas con problemas de pareja o familiares (por una situación de conflicto o separaciones y divorcios) que solicitan este tipo de ayuda.
¿Tienen que ir todos los miembros de la familia a terapia?
En una primera sesión el terapeuta suele recibir la visita de todos los miembros de la familia, pero más adelante las convocatorias varían en función de cómo evolucionan las cosas, de qué problema se trata, de quién es el miembro sintomático...
Así, habrá ocasiones en las que comparezca en la consulta la pareja, otras en las que solo lo hagan los hijos y otras en las que vuelva a encontrarse toda la familia.
El papel del terapeuta familiar sistémico
Aparte de implicar en el tratamiento a todos los miembros del núcleo familiar, otra característica importante de la terapia es que las sesiones se acometen de forma activa.
Frente a la neutralidad que utilizan escuelas como el psicoanálisis, en las que el psicólogo ante todo escucha con atención, el terapeuta familiar es un agente activo de comunicación; es decir, habla y estimula a la familia a hablar, orientando la comunicación en un sentido u otro.
Cómo es una sesión de terapia sistémica
En cuanto al funcionamiento de una sesión, Juan Luis Linares, psiquiatra y psicólogo, director de la Unidad de Psicoterapia y de la Escuela de Terapia Familiar del Hospital de San Pablo de Barcelona, ilustra el seguimiento de la terapia partiendo de una situación qué se da con frecuencia.
Imaginemos una pareja en la que él se siente agobiado y asfixiado por las demandas de ella y se protege retirándose cada vez más.
Ella se siente abandonada por él, cree que no se preocupa por cuestiones importantes que conciernen a la familia, el cuidado de los hijos...
Al final la situación acaba convirtiéndose en un diálogo de sordos y además puede repercutir en alguno de los hijos; es decir, hacer que sufran la situación, se alíen con uno u otro progenitor y se peleen con el contrario.
En este caso la labor del terapeuta familiar, según explica Juan Luis, pasa por ayudar a que los padres cambien la percepción que tienen el uno del otro y comprendan sus respectivas posturas. Los dos miembros de la pareja flexibilizan sus demandas y aceptan la realidad del otro.
El ámbito de actuación de la terapia familiar sistémica: pensamientos, sentimientos y acciones
Para Juan Luis Linares lo más importante en una terapia familiar es que cada miembro de la familia experimente cambios en tres espacios fundamentales: el cognitivo, el emocional y el pragmático; es decir, en el pensar, el sentir y el hacer o actuar.
"En el espacio cognitivo, siguiendo el ejemplo de antes, la persona cambia la percepción del otro. Cuando esto se produce la irritación o la ira es sustituida por ternura. De repente la persona se descubre con un cambio emocional y esto le lleva a un cambio en el hacer."
Con esta nueva percepción del otro, puede que el terapeuta en un inicio sugiera: "van a poner ustedes fin a esa irritación y a salir una noche a la semana los dos solos".
Un día a la semana de asueto genera un espacio capaz de hacer surgir la ternura y una percepción distinta del otro.
Hay parejas que ya lo hacen y esto podría resultarles una banalidad, pero hay otras que llevan años sin ocuparse de sí mismas. Están absorbidas por el cuidado de los hijos y por los trabajos.
Otra posibilidad, según Linares, es generar esa reacción de ternura durante la sesión, de modo que el proceso empiece en el plano afectivo y luego siga en el cognitivo y el pragmático.
El terapeuta puede trabajar con la pareja y preguntar cómo se conocieron, cómo fue su historia de amor, etc, con habilidad para no dar lugar a posibles sabotajes del tipo: "en realidad yo no la quería sino que estaba enamorado de otra".
Cuántas sesiones hacen falta
En situaciones como esta, según Linares, se pueden experimentar cambios importantes en 6 ó 7 sesiones, pero si se trata de un trastorno de depresión severa u otro problema grave se precisa un tiempo de tratamiento mayor.
Las sesiones suelen durar una hora y tienen una periodicidad bisemanal, aunque cada vez se van espaciando más, de modo que al final se pueden hacer sesiones mensuales o de seguimiento cada tres meses.
Hay profesionales que trabajan con un paquete de diez sesiones seguidas, mientras que otros lo hacen de forma más flexible.
Dónde hacer terapia familiar sistémica en España
Éstos son algunos de los principales centros especializados en terapia familiar en España: