Actualmente se oye hablar mucho de la postura corporal. Todo el mundo habla de su importancia, es un concepto en boca de todas, pero es amplio, ambiguo y poco definido. ¿Qué es, en realidad, una buena postura corporal?, ¿cómo se define?

Qué significa tener una buena postura corporal

Quiero empezar desmintiendo que la buena postura sea poner la espalda recta. Las expresiones de toda la vida, tipo “siéntate bien", "ponte recta", "ponte bien" y "saca pecho”, ya no son válidas. Son conceptos antiguos. Ahora sabemos que la reina de la estructura ósea es la pelvis, y no la columna. La columna vertebral se posiciona como le dice su pelvis.

Si la posición de la pelvis le está diciendo a columna “húndete”, por mucho que insistamos en poner la espalda recta, nos volveremos a hundir en cuestión de minutos, siendo muy optimistas. Pero el tema de la postura y la pelvis merece un artículo aparte.

Tradicionalmente se ha asociado la mala postura a los problemas de espalda. Cuando te duele la espalda es porque tu postura no está bien. ¿Una mala postura significa solo problemas de espalda? No, definitivamente no.

La postura es clave para evitar los dolores de espalda, sin duda, pero va mucho más allá. La postura afecta todo el cuerpo, a nivel funcional y también a nivel emocional

Los 4 diafragmas que regulan la postura corporal

Hablemos de las bases de la postura. El cuerpo humano, aquí donde lo vemos, es un sistema de presiones. Desde el punto de vista de la osteopatía, a nivel funcional, es un conjunto de “cilindros”, cada uno con su presión. Estos cilindros están cerrados por diafragmas. Tradicionalmente entendemos por diafragma al diafragma torácico, el músculo respiratorio por excelencia. Pero un diafragma es un concepto, no es necesariamente un músculo. Un diafragma es una estructura horizontal que compartimenta espacios. De esta forma, hablamos de:

  1. Diafragma pélvico: suelo pélvico (cierra la pelvis por debajo)
  2. Diafragma torácico: el diafragma respiratorio (separa la cavidad abdominal de la torácica
  3. Diafragma vocal o laríngeo (el suelo de la boca)
  4. Diafragma craneal (la tienda del cerebelo)…

Los diafragmas tienen mucha responsabilidad en el mundo postural, sobre todo el diafragma respiratorio. Por eso siempre es bueno y necesario tener el diafragma libre y elástico, para respirar bien y para mantener las presiones en su sitio.

Para visualizar una “buena postura” me gusta la imagen de un muñeco hinchable. Cuando está hinchado se mantiene erguido, pero no rígido. Si el muñeco está demasiado hinchado estará rígido, será poco móvil. Si está demasiado deshinchado se hundirá, colapsará.

Fíjate que una mala postura nos sugiere la imagen de un muñeco hinchable con un pequeño poro. No se derrumba, pero le falta tono. La sensación visual que transmite es de peso: pesa el pecho, pesa la cabeza… es un cuerpo que lucha contra la gravedad y parece que va perdiendo.

Por eso, una mala postura se debe a que al muñeco le falta presión; no depende solo de que la columna vertebral esté más o menos recta.

Cómo influye la postura en la digestión

La relación de la postura y los problemas de espalda es obvia, pero seguramente no es tan obvia la relación con el sistema digestivo y el sistema respiratorio.

El sistema digestivo es delicado, es el laboratorio donde el cuerpo hace su alquimia y transforma lo que comemos en alimento para las células. No hace falta decir lo importante que es su óptimo funcionamiento.

El tipo de comida actual no es un regalo para el cuerpo: aditivos, comida ultraprocesada, gluten por doquier… Estamos muy lejos de comer lo que da la tierra, según país y según estación del año. En general, comemos mucho, comemos mal y, normalmente, digerimos como podemos.

Es muy frecuente tener los intestinos con una ligera (o no tan ligera) inflamación y eso significa que ocupan más espacio. Todas conocemos esa barriga hinchada, sensible o directamente dolorosa a la presión. Ese abdomen indica que los intestinos no están digiriendo bien.

A esta imagen de intestinos irritados, súmale la del muñeco con un poro por el que pierde presión, todo él ligeramente caído sobre el abdomen, añadiendo un peso extra y por lo tanto compresión. La conclusión es que el sistema digestivo tiene que trabajar en condiciones duras. No es una buena idea añadir otro factor de estrés.

Cómo influye la postura en la respiración

El diafragma torácico es el rey del mundo respiratorio. De él depende el 70% de la carga de aire durante la inspiración. El 30% restante está a cargo de la musculatura que abre las costillas.

Cuando el cuerpo está desplegado, en buena postura, el diafragma está libre para hacer su trabajo de una forma efectiva. Cuando el cuerpo está hundido, al diafragma “se bloquea”, le cuesta mucho más moverse y la capacidad respiratoria pierde eficiencia y volumen.

Haz la prueba:

  • Siéntate en el borde de una silla, manteniendo la espalda recta.
  • Chequea tu respiración abdominal. Seguramente sentirás que el abdomen se mueve libremente, sin restricciones.
  • Ahora siéntate mal, sobre tu coxis (la rabadilla) y con la espalda encorvada.
  • Chequea otra vez tu respiración abdominal, notarás la diferencia.

La postura tiene una relación directa con la calidad y capacidad respiratoria. También estaremos de acuerdo que el tener la capacidad respiratoria en óptimas condiciones resulta un reto y una necesidad.

Definitivamente, una mala postura va más allá de la prevención del dolor de espalda. Una mala postura puede crear la tormenta perfecta. No lo permitas. Hay muchos, muchos caminos para cambiar la postura… poco a poco. Lo veremos en próximos artículos.