¿Cuántas veces nos desperezamos al despertar, nos damos calor con la mano donde nos duele o nos acariciamos las muñecas ante una situación incómoda?

Conocer el recorrido y los puntos especiales de los meridianos ayuda a descubrir el porqué de muchas de esas acciones espontáneas y a entender que la mayoría de las veces se realizan a fin de reestablecer el equilibro corporal.

¿Qué son los meridianos según la medicina china?

Además de designar los semicírculos que surcan la esfera terrestre de polo a polo y señalan las horas conforme esta gira sobre sí misma, los meridianos son también los canales por los que circula la energía en el cuerpo según la medicina tradicional china.

Los canales o meridianos son vías o pasajes a través de los cuales circula la energía por nuestro cuerpo, tanto a nivel interno como externo, en un intercambio constante con el entorno.

Los meridianos distribuyen la energía que captamos del entorno, pero sobre todo permiten medir lo que ocurre en el interior del cuerpo, en el que se intercambia constantemente energía con el exterior: desde el oxígeno y la comida a los estímulos visuales, auditivos y de temperatura.

Estos canales o meridianos tienen habitualmente un trayecto interno a través de los órganos y vísceras y un trayecto externo superficial, que es el que seguramente has visto representado alguna vez en los esquemas de acupuntura (el tratamiento se basa en pinchar con agujas sobre estos canales).

Es admirable la relación externa de los meridianos con los órganos internos y sus ciclos de actividad máxima y mínima, las implicaciones físicas y psicológicas de esas relaciones y la sencillez y belleza con que estas se explican.

El sistema de meridianos representa el horario y el camino que siguen las energías que el cuerpo capta y distribuye. Estas energías reciben diferentes nombres y representan cualidades que hoy se conocen desde la fisiología y que ayudan a entender lo que describieron los médicos chinos.

Tradicionalmente, se considera que este sistema de meridianos es el vínculo vital entre la superficie del cuerpo y los órganos internos.

¿Cómo equilibrar la energía vital?

Un flujo equilibrado en los meridianos es signo de armonía y salud; lo contrario puede desembocar en patología.

Existe una energía "esencial", que tiene un componente prenatal y otro posnatal. La energía esencial se activa con la primera respiración posnatal y dicta el ritmo de la circulación, la respiración y el latido cardiaco.

La energía esencial a lo largo de la vida será la combinación de la energía original heredada de los padres con la que aportan los alimentos y el agua.

Ambas energías, la prenatal y la que viene de la nutrición, se unen en el centro del tórax, cuando el oxígeno de la respiración quema las calorías de los alimentos.

Al mismo tiempo, cada franja de dos horas favorece a un meridiano concreto, en el que el flujo de energía alcanza su máximo.

Todos estos canales de energía se equilibran cuando el descanso, el ejercicio y las comidas se ordenan en el tiempo y se crea un fluir armonioso.

Sin orden, se produce un conflicto que el cuerpo intenta arreglar con bostezos, desperezamientos, tos, fiebre, diarreas, vómitos, dolor… El acupuntor puede intentar corregirlo estimulando la energía o no con agujas, pero lo importante es conocer y respetar los horarios y llevar un estilo de vida saludable.

Una forma sencilla de masajear los meridianos es recorriéndolos despacio con las manos a fin de movilizar la energía.

Se puede empezar bajando por la parte exterior de las piernas y subir por la interior, lo que incide en diversos órganos digestivos.