Las personas que suelen sufrir candidiasis a menudo se preguntan si la candidiasis se cura sola. En algunos casos, la candidiasis puede desaparecer por sí sola sin necesidad de tratamiento. Esto es más probable que ocurra cuando la infección es leve y la persona tiene un sistema inmunitario fuerte que es capaz de combatirla.

Un sistema inmunitario fuerte es clave para prevenir muchas enfermedades. Nos protege frente a invasores externos (como virus, bacterias u hongos), y también evita que haya un sobrecrecimiento de microorganismos que habitan en nuestro organismo. Es por ello que cuidar nuestras defensas resulta fundamental para evitar y combatir la candidiasis. Te contamos cómo lograr mejorar la inmunidad para propiciar que la candidiasis se cure sola.

¿Qué es la candidiasis?

La candidiasis es una infección por el hongo Candida. Este hongo puede encontrarse de forma natural en nuestra piel, boca, tracto digestivo o vagina sin causar ningún tipo de problema. En condiciones normales, nuestro sistema inmunitario es capaz de mantener bajo control el crecimiento de Candida en el cuerpo. En algunos casos, no obstante, este hongo puede multiplicarse y provocar una infección.

Los principales factores de riesgo asociados a la candidiasis son el uso de medicamentos antibióticos durante un tiempo prolongado, los cambios hormonales, la diabetes mal controlada, la obesidad y tener el sistema inmunológico debilitado.

Aunque no suele considerarse una enfermedad de transmisión sexual, la candidiasis puede transmitirse durante las relaciones sexuales si uno de los miembros de la pareja tiene la infección. En este caso, afecta especialmente a las mujeres. De hecho, se estima que hasta un 75% de las mujeres tendrán al menos un episodio de candidiasis vaginal en su vida, y más de la mitad tendrá dos o más.

La candidiasis también puede afectar a otras zonas del cuerpo humano como la piel, las uñas, la boca, la garganta o el tracto urinario.

¿Cuáles son los síntomas de la candidiasis?

Los síntomas de la candidiasis son diferentes en función de la zona del cuerpo afectada, pero generalmente incluyen enrojecimiento, hinchazón, picor y dolor.

La candidiasis vaginal provoca también flujo anormal (más espeso o blanquecino y con un olor diferente al habitual) y dolor al orinar y durante las relaciones sexuales.

¿La candidiasis se cura sola?

El tratamiento de la candidiasis depende de la zona del cuerpo, el tipo y la gravedad de la infección, y puede incluir medicamentos antifúngicos, medidas de higiene para evitar que el hongo prolifere y cambios en la dieta (como evitar el consumo de azúcar, alcohol y alimentos procesados y aumentar la ingesta de alimentos probióticos como el yogur) y el estilo de vida.

En algunos casos, la candidiasis puede desaparecer por sí sola sin necesidad de tratamiento. Esto es más probable que ocurra cuando la infección es leve y la persona tiene un sistema inmunitario fuerte que es capaz de combatirla. En este sentido, fortalecer el sistema inmunitario puede ayudar a combatir la candidiasis y algunas de las medidas para conseguirlo son:

  • Seguir una dieta saludable que incluya alimentos ricos en nutrientes, proteínas y grasas saludables. Es importante asegurar un buen aporte de vitamina C, vitamina D, zinc y probióticos.
  • Realizar actividad física de forma regular. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y aumentar la producción de células inmunológicas.
  • Dormir lo suficiente, pues la falta de sueño es uno de los factores que debilitan el sistema inmunitario.
  • Reducir el estrés, ya que el estrés crónico perjudica también el sistema inmunitario. Técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda son de gran ayuda para conseguirlo.
  • Evitar el tabaco, el alcohol y otras sustancias tóxicas.

De todos modos, no conviene dejar pasar el tiempo y esperar a que la candidiasis se cure por sí sola porque podría empeorar y causar complicaciones graves, como infertilidad, infecciones invasivas (como la candidemia, cuando la infección entra en la sangre), daños permanentes en la piel o complicaciones en el embarazo.