La piel puede presentar diferentes irregularidades en cuanto a textura y pigmentación. Las verrugas se deben casi siempre a una infección provocada por alguna de las múltiples cepas del virus del papiloma humano, que hace crecer en exceso ciertas células epiteliales.
Para que se produzca el contagio debe existir una herida por donde pueda introducirse el virus, salvo las genitales, que se adquieren por contacto sexual. Uno mismo puede también extender sus propias verrugas a otras zonas a través de las manos.
Algunas personas tienen predisposición a desarrollarlas, pero los periodos de bajas defensas propician el contagio.
Remedios tópicos, nutricionales y homeopáticos
Si aparece una verruga en la piel lo más aconsejable es acudir a un especialista para que la explore y diagnostique. No hay que intentar quitarla, pues podría extenderse o producir lesiones más graves.
Cada tipo de verruga se suele localizar en una zona concreta del cuerpo:
- Vulgares: son redondeadas y aparecen en las manos, alrededor de las uñas y el cuello.
- Planas: pican y son pequeñas. Surgen en el rostro, el dorso de las manos y las rodillas.
- Plantares: aparecen en puntos de apoyo del pie. A veces se observa en el centro un punto negro que es un pequeño vaso sanguíneo.
- Genitales: se las denomina condilomas o verrugas venéreas y aparecen en la superficie de la piel o en las mucosas de los genitales.
Una vez clasificada la verruga que te preocupa puedes intentar eliminarla con terapias naturales.
La fitoterapia aporta remedios tópicos muy eficaces. Junto con un tratamiento homeopático y nutricional de fondo se puede llegar a eliminar la mayoría de verrugas sin recurrir a fármacos agresivos.
Todos los remedios a base de plantas retan a la constancia, ya que deben repetirse a diario y por un tiempo prolongado para obtener resultados. Entre las plantas más eficaces se encuentran: