Las variedades del té, desde el blanco al negro, ofrecen un gran abanico de opciones para encontrar nuestro sabor preferido. Incluso existen opciones con un contenido tan bajo en teína que son aptas para niños.
El abanico se abre y despliega toda su riqueza si atendemos también a otros factores como las diferentes tradiciones a la hora de infusionar que existen en cada país: teteras dobles, "flores" que se abren ante nuestros ojos...
También son muy dispares las formas de tratar la planta para su secado: tras la recolección, según el país las hojas son tostadas, ahumadas, separadas por medidas...
Y, por supuesto, existen las distintas combinaciones: solo o con leche y azúcar, con o sin especias, mezclado con hierbas aromáticas...
Te proponemos un viaje alrededor del mundo a través de la sabiduría milenaria que esconden la distintas maneras de tomar el té.