En una época en la que abundan los precocinados, las bebidas refrescantes y excitantes, en definitiva, en que se tiende a llevar dietas desequilibradas, puede ser muy útil seguir durante una semana una dieta "desintoxicante".

El resultado de una dieta desintoxicante, depurativa o detox será una ligera pérdida de peso pero sobre todo un aumento de la diuresis, una mejora del tránsito intestinal y una sensación general de bienestar. Pero, ¿cómo hacerlo bien?

¿Necesitas un detox? Apúntate a la semana depurativa online de Escuela Cuerpomente.

Por qué hay que desintoxicar el cuerpo

Ante todo es necesario aclarar qué significa "desintoxicar". Siendo precisos, la palabra "tóxico" se refiere a toda sustancia química que puede producir en el organismo una reacción de intoxicación.

Dentro de este gran grupo entraría desde una toxina segregada por una bacteria hasta los mismos tóxicos naturales que conllevan muchos alimentos, lo que da idea de hasta qué punto se trata de un concepto amplio.

Por lo tanto, al hablar de una dieta "desintoxicante" de alguna manera nos estamos refiriendo a una dieta que "desintoxique" el organismo, que limpie el cuerpo, aunque sea un término un tanto ambiguo.

Para delimitar un poco más el tema nos referiremos a una "desintoxicación" en el caso de una persona sana normal. Es decir, descartaremos enfermedades y casos en que las toxinas están presentes de una forma anómala.

En realidad, sin contraer enfermedad alguna, la vida cotidiana ya "intoxica" el organismo de mil formas distintas. Pensemos por un momento en la contaminación, en el humo del tabaco, en el alcohol, en los efectos del exceso de excitantes, en los cientos de aditivos de los alimentos, en los fármacos, etc.

Hay miles de sustancias que de alguna forma u otra resultan tóxicas para los tejidos y que desgraciadamente no podemos evitar. Incluso nuestro mismo metabolismo produce sustancias tóxicas que ejercen, entre otros efectos nocivos, fenómenos de oxidación.

Cómo elimina los tóxicos el organismo

El contacto con toxinas y sustancias nocivas es constante, diario e inevitable, y el cuerpo posee recursos para que todo ello no suponga un problema mayor. El cuerpo tiene sus propios sistemas para protegerse de tanta agresión:

  1. A través del sistema inmunitario. Por un lado, nuestro sistema inmunitario dispone de los recursos suficientes para neutralizar un sinfín de toxinas.
  2. A través de la orina se eliminan numerosas sustancias de carácter nada conveniente. El ácido úrico, por ejemplo, aunque es una sustancia normal del cuerpo, resulta totalmente tóxica cuando está presente en cantidades excesivas. La orina se encarga entonces de eliminarlo del organismo.
  3. El hígado también tiene sus propios sistemas para neutralizar tóxicos. Sin ir más lejos, directa e indirectamente se se encarga de contrarrestar los efectos de las dosis excesivas de alcohol o de algunas sustancias presentes en los fármacos.
  4. El ácido del jugo gástrico también destruye muchas sustancias nocivas. Sin olvidar, por supuesto, los antioxidantes que el cuerpo posee de forma natural o que consigue a través de los alimentos de la dieta.

Por qué a veces el organismo no se "desintoxica"

Hay varios factores que pueden hacer que los sistemas de desintoxicación del organismo no funcionen bien:

  • La edad, el estado de salud y las condiciones fisiológicas condicionan esta capacidad de "desintoxicación". Es evidente que una persona mayor tiene una capacidad defensiva menor que la de una persona joven. De la misma forma, también resulta evidente que una persona fumadora dispone de una capacidad "protectora" menor frente a algunas toxinas que entran por la vía respiratoria.
  • La dieta que se lleva condiciona asimismo esta capacidad defensiva. De un lado, porque una dieta desequilibrada puede constituir un verdadero "tóxico" en sí misma. Y del otro, porque una dieta equilibrada puede ayudar a aumentar la capacidad defensiva del organismo y también a "limpiarlo" .

Por todo lo expuesto anteriormente puede ser muy interesante seguir periódicamente pautas alimentarias que den un descanso al organismo. Pautas que sean verdaderos bálsamos para los sistemas defensivos y buenos recursos para eliminar un buen número de sustancias nocivas.

Rutinas para acompañar un plan desintoxicante

Por supuesto no hay fórmulas únicas ni alimentos mágicos. Pueden existir cientos de pautas dietéticas que tengan efectos positivos en este sentido.

Al mismo tiempo, para que realmente resulten útiles hay que, además de comer de una forma determinada, intentar que la mente y la actividad física vayan un poco al unísono.

De nada servirá comer extraordinariamente bien durante una semana si estamos atravesando una época de mucho estrés o preocupaciones o si nos enfrentamos a una tensión inusual. De la misma manera, una actividad física adecuada, que no será precisamente un maratón de gimnasio, puede ayudar mucho.

Se trata, en definitiva, de dar reposo al organismo de forma global. Para ello se ha de procurar:

  • Reservar cada día como mínimo una hora para realizar una actividad que plazca. Es importante no tener la sensación de que el tiempo está totalmente cronometrado y que nos arrastra. Un espacio dedicado a lo que apetece es el mejor fármaco antiestrés.
  • Es recomendable dedicar al menos 10- 15 minutos diarios a relajarse. Se pueden realizar estiramientos, unas cuantas respiraciones profundas o escuchar una música tranquila en un lugar agradable.
  • Hay que intentar organizarse y evitar el estrés de la falta de tiempo. Muchas veces caemos víctimas de las prisas simplemente por querer abarcar más cosas de las convenientes.
  • Resulta altamente aconsejable intentar caminar cada día unos 45-60 minutos. Mejor si se puede hacer delante del mar, en un parque o en un paisaje sin asfalto. La proximidad con la naturaleza relaja de forma notable.
  • Hay que facilitar un sueño reparador con pequeños recursos como bañarse con sales relajantes antes de acostarse, leer tranquilamente, escuchar música clásica, etc. A menudo no se presta a esta preparación la atención que se merece.

Conviene recordar que no se puede pasar de la actividad total al sueño sin una fase intermedia de "desactivación".

  • Es preciso dormir un mínimo de 7 horas. Hay que recordar que dormir sirve no tan solo para tener un buen aspecto al día siguiente. Las horas de sueño resultan básicas para que el organismo lleve a cabo un sinfín de procesos fisiológicos imprescindibles para la salud y para regenerar multitud de sustancias.
  • Evidentemente sería perfecto que los fumadores dejaran de fumar. Pero si no resulta nada fácil, al menos tendrían que fumar lo menos posible, siempre sin forzarse demasiado porque esto incrementaría mucho su nerviosismo, lo cual no interesa lo más mínimo.
  • Por último es conveniente tener una actitud positiva en el día a día. Es importante, saber disfrutar de las pequeñas cosas y evitar los pensamientos negativos.

¿A quién le conviene una dieta desintoxicante?

Por supuesto, cualquier persona adulta puede disfrutar de sus beneficios pero está especialmente indicada para:

  • Las personas que comen a diario fuera de casa. Desgraciadamente son cada vez más quienes al mediodía no tienen más remedio que optar por el consabido y a veces terrible menú de restaurante. Esto no quiere decir que coman mal forzosamente, pero en general así resulta difícil seguir una dieta saludable.
  • Las personas que tienen por costumbre picar entre comidas, lo que resulta muy frecuente y a menudo refleja cierta ansiedad. Suelen comer de forma constante e incontrolada alimentos poco recomendables, como snacks y chucherías. Además se trata de alimentos que suelen incluir cantidades notables de sal, azúcar, condimentos y aditivos.
  • Las personas con vida estresada y horarios difíciles. Hay mucha gente de todas las edades que por su trabajo y su ritmo de vida prácticamente no pueden seguir unas pautas de alimentación regulares. No tienen regularidad ni en la compra ni en la planificación de menús y ni siquiera en sus horarios de comida. Quienes viven solos y trabajan todo el día son un ejemplo claro de esta tipología. Por supuesto, una semana de orden les puede resultar muy positiva.
  • Las personas que deben viajar constantemente. Cuando no se está nunca en el mismo sitio resulta difícil comer de forma equilibrada. La comida de los aviones, los aeropuertos, los distintos hoteles... hace casi imposible la regularidad. Lógicamente, una semana de alimentación pautada puede ayudarles a encontrarse mucho mejor.
  • Los amantes de la gastronomía, a los que les encanta la experimentación culinaria y la novedad. Esto tiene una parte muy apasionante pero, por otra, obliga a someter al organismo a los excesos y estímulos más diversos.

¿Quién no debe seguir una dieta desintoxicante? Contraindicaciones

  • Adolescentes: no es el momento. Todavía están en pleno proceso de maduración y deben limitarse simplemente a comer de forma equilibrada.
  • Personas convalecientes. Después de una enfermedad u operación no hay que someterse a ninguna pauta alimentaria sin consultar previamente al médico.
  • Personas con peso por debajo del deseable. Como es obvio, no es este tipo de dieta el que conviene a una persona de estas características, puesto que probablemente perderá más peso.
  • Personas con problemas metabólicos. Un diabético o, en general, una persona con cualquier tipo de problema en su metabolismo, debe consultar a su médico antes de empezar una dieta depurativa.
  • Personas con enfermedades crónicas. Ocurre lo mismo que en los casos anteriores: hay que consultar a un médico.
  • Personas con alteraciones psicológicas o con antecedentes de trastornos alimentarios. Cualquier tipo de pauta alimentaria debe ser consultada previamente con su médico.

No hay que olvidar que un trastorno tan importante como la anorexia empieza muchas veces con una dieta que adelgaza.

Las claves de una dieta desintoxicante

  • Frescura. Ha de estar basada al metabolismo. en productos frescos y, a ser posible, biológicos. Uno de los requisitos imprescindibles de una dieta depurativa es que los ingredientes sean de calidad máxima y garantizados.
  • Cocción sencilla. La mayoría de los alimentos se han de cocer de modo muy simple: hervidos, al vapor, a la plancha... Se han de evitar por completo las cocciones con grasas para ahorrarse todas sus reacciones adversas y los tóxicos que conllevan.
  • Aceite de oliva. El único condimento permitido es el aceite de oliva. El virgen, además de aportar dosis elevadas de vitamina E, ejerce un efecto tonificante sobre el hígado y la vesícula biliar.
  • Moderación. Las cantidades de comida han de ser suficientes pero austeras. Una de las condiciones imprescindibles de toda dieta que pretenda "desintoxicar" es, lógicamente, que las cantidades que se coman sean muy moderadas. De esta manera se favorece una buena digestión y se da asimismo un descanso al metabolismo.
  • Proteínas vegetales. Han de predominar los alimentos vegetales. Una ausencia de proteínas animales hará que el riñón, por unos días, tenga mucho menos "trabajo". Aparte de esto, los alimentos de origen animal suelen estar presentes en exceso en la dieta.
  • Fibra. Ha de incluir dosis elevadas de fibra, que hará que el tránsito intestinal sea regular, que se mantenga en equilibrio la flora del colon y que se "eliminen" de esta manera un buen número de sustancias poco recomendables.
  • Agua pura. El agua y las infusiones han de ser las únicas bebidas. No hace falta decir que el agua es la mejor opción . Específicamente, si puede ser, agua mineral natural de débil mineralización.
  • Frutos secos. Han de estar presentes los frutos secos, mejor sin tostar y sin sal. Contienen minerales, proteínas vegetales, fibra y antioxidantes muy adecuados para estos días.
  • De temporada. Se ha de dar prioridad a los alimentos de temporada, que suelen estar menos manipulados y, por otra parte, tienen más calidad y sabor.
  • Sal. La dosis de sal ha de ser mínima. No se trata de eliminarla por completo pero sí de limitarla al máximo. Las plantas aromáticas frescas como la albahaca, el perejil o el cebollino constituyen buenas opciones alternativas.

Libros sobre la depuración del organismo

  • Manual de curas depurativas; Marie Farquharson Ed. Océano ámbar
  • El libro de la desintoxicación y la salud; Ruediger Dahlke y Doris Ehrenberger Ed. Robin Book