La estevia tiene un poder endulzante treinta veces superior al azúcar, proporción que se dobla cuando se usa en forma de extracto. Sin embargo, sobre esta planta se cierne una gran polémica pues, aparte de haber estado prohibida su venta durante años, es objeto de investigación por parte de grandes compañías interesadas en patentar sus extractos.

¿Por qué se considera que la estevia es más ecológica que el azúcar?

La Stevia rebaudiana es una planta de origen paraguayo denominada hierba dulce y en idioma guaraní haajee (hoja de miel). Los guaranís ya la utilizaban como medicina y recurso alimenticio desde épocas precolombinas para edulcorar el mate y otras bebidas.

El principal productor es China, seguida por la zona de origen, que comprende Uruguay, Paraguay y el norte de Argentina.

Se trata de una planta fácil de cultivar en el sur de España y Canarias, e incluso en balcones, ya que gusta de terrenos arenosos, generalmente poco fértiles, y se reproduce fácilmente por esqueje.

Al aplicar el polvo de rastrojos de estevia, bien al suelo o a las hojas de los frutales, aumenta el grado brix de las frutas (que es el que mide el sabor dulce de los alimentos). Este método de cultivo viene del Japón, y según dicen las investigaciones agrícolas, estimula la fotosíntesis de las plantas.

Se considera que el abono con estevia mejora además el enraizamiento de las plantas, la durabilidad de los alimentos (posiblemente por una notable acción antioxidante de la estevia) y previene numerosas plagas.

Por ello, es muy defendida por asociaciones entre las que citaremos los movimientos slow food y la Asociación Europea de la Estevia, que dirige un profesor de la Universidad de Lovaina.

En Cataluña, el agricultor Josep Pamies, de la Asamblea Payesa, es un gran impulsor del cultivo de estevia desde los años anteriores a su regularización, lo que culminó en una multa por infringir la normativa sobre seguridad alimentaria impuesta por el Departamento de Salud de la Generalitat.

¿La estevia es buena para la diabetes?

La estevia contiene glucósidos como el esteviósido (su principal agente edulcorante), rebaudiósidos, dulcósidos y rabonósidos.

Estudios recientes parecen indicar que el esteviósido reduce la absorción de azúcares en el sistema gastrointestinal, los niveles de glucosa plasmática y la tensión arterial, así como que ejerce cierto efecto bactericida sobre los alimentos.

Otras indicaciones, según se desprende de estudios japoneses, son el tratamiento de la hipertensión, las alergias, la hepatitis y la pericarditis, y como prevención de los problemas generados por la diabetes.

Se recomienda la estevia en el tratamiento de la diabetes y como edulcorante acalórico. Parece tener una acción antidiabética. mejorando el aprovechamiento de la insulina.

Como planta medicinal se recomienda en dosis de 1 gramo diario, dosis que fácilmente se podría conseguir usándola como edulcorante habitual, especialmente en personas con diabetes de tipo II.

Es muy útil en las dietas de reducción de peso. Su efecto global (hipotensor, regulador de la glucosa) es tan importante como el hecho de que no aporta ni una caloría.

Se presenta generalmente en forma de gotas (de 5 a 10 son suficientes). Además, si se planta, sus hojas frescas y machacadas constituyen una excelente mascarilla antienvejecimiento.

¿Es seguro tomar estevia?

En estudios científicos se considera un edulcorante bastante seguro en uso ocasional, y se ignora su repercusión tras su uso crónico. Pero la estevia puede presentar algunos efectos secundarios.

El primero es que no está claro su efecto sobre la fertilidad, puesto que en estudios sobre ratones disminuyó el recuento de espermatozoides y el número de crías. No existen datos sobre si induce el mismo efecto en los seres humanos, aunque parece que puede ejercer un efecto androgénico, es decir, virilizante.

En 1991, la FDA de Estados Unidos prohibió su importación y calificó a la estevia como un "aditivo poco seguro", alerta que fue revisada en 1995, cuando se permitió la importación de estevia, explícitamente etiquetada como suplemento alimentario o como suplemento o ingrediente dietético.

Canadá y la Unión Europea prohibieron durante años su uso como aditivo alimentario, con argumentos contradictorios, apoyándose en ocasiones en unas noticias de 1985 acerca de una posible toxicidad sobre el hígado, en otras en su posible acción laxante, que no está documentada en los escritos médicos.

El riesgo para la salud del consumo de estevia parece ser igual o inferior al de edulcorantes como la sucralosa, el aspartame o la sacarina, de los que existen dudas acerca de si tienen un efecto inductor del cáncer.

La OMS, desde 2005, ha abogado por levantar esta prohibición. En países como Japón, Israel, Argentina, Corea, Taiwán, Brasil y China, donde es un edulcorante común, no se han producido efectos indeseables de interés, lo cual reforzaría su inocuidad aparente.

Intereses corporativos: ¿tras la polémica en torno a la estevia?

Por ello, se afirmó que la prohibición estuvo impulsada por empresas alimentarias como Nutrasweet, que comercializan otros edulcorantes, a la espera de conseguir registrar este producto.

Otras grandes multinacionales se han interesado por esta humilde planta. En el 2007, las empresas Monsanto, Coca-Cola y Cargill (gigante de la agricultura intensiva) anunciaron que se habían unido para estudiar la estevia, a fin de sustituir con ella los edulcorantes químicos, poco aceptados por la población en general.

Como los extractos de estevia tienen un sabor con un trasfondo levemente amargo añadido al edulcorante, estas grandes empresas han aislado el principio edulcorante eliminando los otros sabores, hasta conseguir el producto denominado rebiana.

La rebiana no supone un avance significativo en el estudio y uso de la estevia, porque en Japón ya hay numerosas investigaciones y procesos en marcha que permiten aislar los esteviósidos del resto de sustancias presentes en el extracto.